Capítulo 23

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-¿Querías verme? ¿Tienes idea de lo peligroso que es eso? ¡Podría haberte visto alguien!

-Sí, pero no lo han hecho, creo -Se rasca la cabeza con una sonrisa.

-Eso ha sido muy irresponsable de tu parte -Le doy con un dedo en el pecho.

-Lo sé, pero no me importa. Necesitaba hablar contigo, y esto no podía decírtelo por teléfono.

-¿El qué?

-Te amo, Lisbe -Me mira a los ojos con una gran intensidad- Lo entendí todo cuando te fuiste esta mañana de mi casa. Noté que me faltaba algo, y eres tú. No quiero que estemos peleados.

-Yo tampoco, pero todo es muy complicado, no puedo dejar la SAO, ni ir a decirle a mi padre que estoy perdidamente enamorada del hijo de su enemigo.

-No es necesario que lo hagamos de momento. Ya pensaremos en algo más adelante.

-¿Y vivir en una mentira? -Me giro hacia la ventana y miro el exterior. En segundos noto a Ian pegado detrás de mí, y pone sus manos en mi abdomen por debajo de la camisa.

-No vivo en una mentira cuando estoy contigo, sino todo lo contrario -Recuesto mi cabeza en su pecho y este me aprieta contra él.

Me giro, me elevo todo lo que puedo y le doy un dulce beso. Él me lo devuelve sin pensárselo dos veces. Envuelvo mis brazos a su alrededor y juego con su pelo mientras nuestras lenguas juegan.

-Por cierto -Dice entre beso y beso- ¿Así que tu especialidad son los cuchillos eh?

-¿Por qué? ¿Quieres poner eso en mi contra cuando luchemos? -Le doy otro beso.

-No, solo me he fijado en tu perfecta técnica. ¿Alguna vez has fallado?

-¿Has venido hasta aquí a hablar de mi técnica? -Me separo un poco y le levanto una ceja.

-¿Eso es que sí? -Se ríe y ruedo los ojos.

Doy un salto cruzando las piernas alrededor de Ian y poniendo mis brazos detrás de su cuello. Le doy otro beso y él me sujeta del culo para asegurarse de que no me caiga.

-Eso es que quiero hacer de todo menos hablar. -Le doy un beso en el cuello. - Y sí, lo acepto, he fallado algunas veces. Pero puedo contarlas con los dedos de una mano.

Ian se ríe y me besa apasionadamente mientras camina hasta la cama y se deja caer hacia atrás quedando yo a horcajadas sobre él. Me quito la camisa y la tiro lejos sin mirar dónde cae. Ian hace lo mismo con la suya y me acerca a él tanto como puede, pero sin que nuestros labios se separen ni un milímetro.

Ian me gira de un movimiento dejándome a mí abajo y quedando él por encima. Será dominante... Como venganza cruzo las piernas a su alrededor y lo empujo hacia mí logrando que este dé un gemido en mi oreja.

-Dios, Lisbe, no juegues conmigo -Empieza a dar besos desde la oreja hasta el cuello.

-Jugar es lo que más me gusta -Acaricio toda su fuerte espalda e inclino la cabeza hacia atrás cuando se entretiene más de lo previsto en el cuello.

Alguien abre la puerta de repente.

-Oye, Lisbe, yo quería... -Kat para de hablar enseguida y cierra la puerta tras de sí- ¡Mierda! ¿Se puede saber qué estás haciendo?

Me levanto un poco e Ian gira hacia un lado de la amplia cama y mira a Katrina con curiosidad.

-Kat, hay una cosa que se dice llamar a la puerta, ¿sabes?

A Punta De PistolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora