Oigo el despertador y sé que es hora de empezar a trabajar. Así que por mucho sueño que siga teniendo me levanto de un salto, me visto con todas mis pertenencias de la SAO y salgo silenciosamente de mi dormitorio. Me adentro en el de Nicole para ver cómo se encuentra y está plenamente dormida, así que sin despertarla le tomo la temperatura y veo que ya no tiene fiebre. Genial, ya va recuperándose.
Salgo de nuestra habitación y pongo rumbo hacia la habitación del rector Johnson. Una vez llego compruebo que la habitación esté bien cerrada con llave, me posiciono delante de la puerta y pongo todos mis sentidos al 100%.
Como no viene nadie ni oigo ruidos pienso que tal vez podría echarle una ojeada al móvil. Tampoco digo que vaya a tener mi whatsapp lleno porque mi vida social es realmente una mierda, pero alguien me habrá hablado, ¿no?
Saco el móvil y veo que, efectivamente, tengo mensajes de Katrina, de un número desconocido y de... Leslie. ¿Qué hace esa hablándome a mí?
Cerdita de mi corazón [Dom. 10:30 a.m]: ¡Poni! Estás hecha una campeona. Creo que es la vez que más has durado despierta en una fiesta. ¿Y conseguiste algo con el tal Edward?
Yo [Mart. 03:08 a.m]: ¿Qué voy a conseguir? Solo iba a pasármelo bien, y él se fue con otra chica. Así que me quedé con una nueva amiga que he hecho. Se llama Madeline, y estoy segura de que te caerá muy bien cuando te la pueda presentar. Edward es un imbécil y quien nace así muere así, no hay remedio para esa enfermedad...
Miro a ver cuáles son los otros mensajes y veo que uno empieza diciendo: Princesa... Así que no lo abro porque estoy segura de que es Edward y no quiere que se pregunte qué hago despierta a las tres de la mañana.
Abro el mensaje de Leslie y de lo único que me entran ganas es de cogerla del pelo y llevarla a rastras por todo el campus de la universidad.
Leslie [Lun. 06:17 p.m]: Oye, tú, bicho raro. ¿Te crees que no sé que te estás viendo con un chico? Estás aquí para trabajar, así que deja de verte con él y compórtate. Recuerda que aunque yo tenga guardia delante de la sala del diamante, desde fuera los demás lo ven TODO.
Yo [Mart. 03:16 a.m]: Métete en tus asuntos y déjame en paz. Voy a hacer lo que me dé la gana y tú no me detendrás. ¿Te ha quedado claro, aborto de mono?
Como decía, de lo único que me entran ganas es de dejarla calva y verla llorar por su estúpido pelo negro...
Noto un pitido en mi reloj y sé que hay problemas con el rector. Debe haber pulsado el botón del boli que le dimos, así que me giro y, como no me apetece volver a abrir con el gancho del pelo, le doy una fuerte patada a la cerradura haciendo que se rompa y se abra la puerta de inmediato. Me adentro en la habitación lentamente con la pistola en mi mano.
Cuando estoy completamente dentro de la habitación veo al rector sentado en una silla atado. Abro los ojos desmesuradamente, pero no me acerco para desatarlo, sino que me espero a que aparezca el o la agente de la AAS porque supongo que debe ser una trampa. Mi pendiente vibra porque me está llamando alguien, pero ahora no puedo responder.
Noto un horrible dolor en la espalda y caigo al suelo. Me giro y veo a una agente de la AAS con la porra, con la que me ha pegado, en la mano. Me mira sonriente y puedo adivinar que no es la misma chica del otro día, sino una más astuta pero más traicionera por pegar por la espalda. También veo que tiene en la mano el boli. Así que me ha llamado ella...
¡Mierda! Si no termino rápido con ella no me dará tiempo a alertar a mi padre de que no traiga más refuerzos y esto será todo un caos. Hoy no tengo tiempo de jugar. Debo terminar rápido con esta chica, así que de un salto vuelvo a estar en pie y en posición defensiva.
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A Punta De Pistola
ActionLa SAO es una organización de espías que intenta proteger a todo el mundo. El presidente de la SAO manda a Lisbe Barnes a una misión encubierta en la universidad de California, los Ángeles, donde deberá encargarse de la protección del rector Johnson...