-Chicos -Nos llama mi superior y nos giramos para prestarle atención- Ya sabéis, nos vemos delante de la habitación de Cameron y James en 10 minutos para que nos dé tiempo a equiparnos adecuadamente. Si tenemos algún problema pulsad el botón de emergencia. Suerte a todos.
Salgo corriendo hacia mi habitación que es donde escondimos las armas Kat y yo, ya que elegimos las que nos podrían hacer falta para que nadie nos las robase hoy cuando vayan a equiparse. Una vez llego a la habitación me encuentro con Kat que ya se está preparando, pero no tengo tiempo de saludar.
Me pongo mi uniforme completo, y empiezo a coger las armas que me serán de ayuda. Tomo todos los cuchillos que tengo a mi alcance y los escondo por mis botas, cinturón, el interior de la chaqueta etc. Cojo un arco y flechas y lo posiciono todo en mi espalda. También inspecciono los tipos de pistola que tenemos y cojo las más potentes que hay para ponerlas junto a los cuchillos. Y, por último, me hago con un par de instrumentos tecnológicos que ha creado la organización y que pueden dejar a uno KO.
Me miro en el espejo para hacerme una cola y me coloco las lentillas multiusos.
-¿Katrina? -Me giro hacia ella.
-Lista. ¿Tú?
-Más que nunca -Oímos una explosión que proviene de las plantas de abajo- Mierda. Suerte, Kat.
Salgo corriendo de nuestro dormitorio sin darle tiempo a Kat para responder y llego enseguida a la habitación de Cameron y James que estaba arriba, pero delante de la puerta solo están los amos de la habitación, así que esperamos impacientes a Leslie y el superior. El primero en llegar es nuestro superior y a los segundos llega Leslie corriendo.
-¿Estáis todos listos? -Pregunta nuestro superior.
-Sí, señor.
-Bien, pues... -No termina la frase cuando nos tiramos al suelo porque una explosión provoca que los cristales de las ventanas se rompan en pedazos. Empiezan a entrar agentes de la AAS sin parar- Chicos, vamos allá.
Nos ponemos en guardia para luchar, y me encuentro eufórica. Me asomo a una de las ventanas y observo el exterior de la organización que está lleno de agentes de la AAS y de la SAO luchando a muerte. Bien, es nuestro turno.
Un oponente viene hacia mí, pero lo cojo del brazo y le hago rodar hasta el suelo antes de que tenga tiempo siquiera de tocarme. Hundo mi cuchillo en su corazón y paso al siguiente.
No lucho ninguna vez con una sola persona, sino con tres o cuatro a la vez, parece que nos superan en número. Mi padre tenía razón, han traído refuerzos de otras agencias, pero nosotros no tardaremos en recibir ayuda, así que por esa parte estoy tranquila. Hasta que lleguen podremos defendernos solos.
Le rajo la garganta a uno mientras le doy una patada al otro y hago girar por los aires a mi tercer contrincante. Uno de ellos se levanta, pero me subo a su cuello, y con mis propias piernas le rompo el cuello, y al otro que todavía no está recuperado del todo lo pego un tiro en la cabeza.
Observo a mis compañeros y veo que se están apañando bien sin ayudarnos unos a los otros. Pero no es de extrañar, pues hemos estado entrenando muy duramente para perfeccionar las otras especialidades.
Saco la pistola que tengo con mayor potencia y empiezo a dar tiros a todos los de la AAS que veo. Uno viene corriendo hacia mí con un cuchillo, pero cojo a un agente de la AAS que tengo al lado y lo pongo delante de mí como escudo, logrando que mate a uno de los suyos y ganando tiempo para meterle un cuchillo en el corazón.
Disparo a enemigos que veo que intentan atacar a traición a mis compañeros, pero alguien me coge por detrás e intenta ahogarme con sus propias manos. Empiezo a no respirar bien, pero alguien lo quita de mí y le rompe el cuello. Me giro con la respiración entre cortada para saber quién me ha salvado la vida y me encuentro con James, que me guiña un ojo y sigue luchando con otros agentes.
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A Punta De Pistola
ActionLa SAO es una organización de espías que intenta proteger a todo el mundo. El presidente de la SAO manda a Lisbe Barnes a una misión encubierta en la universidad de California, los Ángeles, donde deberá encargarse de la protección del rector Johnson...