El Camino Al Infierno Está Pavimentado Con Amables Cartas De Rechazo

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Me  sentía  algo  solo,  y  pronto  desarrollé  hábitos  desagradables  que  me  hicieron  impopular durante  mis  días  de  escuela.  Tenía  al  hábito  del  niño  solitario  de  inventar  historias  y  mantener conversaciones  con  personas  imaginarias,  y  creo  que  desde  el  principio  mis  ambiciones literarias  estaban  mezcladas  con  el  sentimiento  de  estar  aislado  y  subestimado.  Sabía  que tenía  facilidad  con  las  palabras  y  el  poder  de  afrontar  hechos  desagradables,  y  sentía  que  esto había  creado  una  especie  de  mundo  privado  en  el  cual  yo  podía  vengarme  por  mi  fracaso  en la  vida  diaria.

-George  Orwell,  Why  I  Write

Larga y Dura Huida del InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora