He pensado en el Anticristo desde que el mundo me fue mostrado en la escuela cristiana. En la Biblia, la palabra ‘anticristo’ sólo es usada como descripción de la gente que no cree en las enseñanzas de Jesús de Nazareth. Él no es descrito como una entidad satánica –como la bestia de la Revelación que mucha gente piensa- sino como una persona, la cual se desvía de el cristianismo ortodoxo. Pero a través de años de crear mitos y sembrar miedos, el cristianismo metamorfoseó a los anticristos en un solo Anticristo, un villano apocalíptico y un ‘coco’ cristiano usado para asustar personas casi como Santa Claus es usado para regular la conducta de los niños. Después de años de estudiar el concepto, comencé a darme cuenta de que el Anticristo es un personaje –una metáfora- que existe en casi todas las religiones bajo nombres diferentes, y tal vez hay algo de verdad en ello, la necesidad por tal persona. Pero desde otra perspectiva, esta persona puede no ser vista como un villano sino como una héroe que salve a la gente de su propia ignorancia. El Apocalipsis no tiene que ser fuego y rocas. Podría pasar a un nivel personal. Si tú crees que eres el centro de tu propio universo y quieres ver el universo destruido, sólo se necesita una bala. Cuando mis sueños sobre el Anticristo comenzaron a ocurrir más frecuentemente en mi vida, sabía que yo era esa figura cuando soñé de niño que actuaría frente miles de personas, parecía tan improbable en ese entonces. Ahora no dudo de nada. Después de todo, las bestias y dragones de Apocalipsis nacieron en un sueño, un sueño de Juan el Apóstol ahora conocido como la Revelación y enseñado como un hecho. En una de mis propias revelaciones –todos las tenemos- era el último día sobre la Tierra, el Día del Juicio, y había un gran desfile en New York. Excepto que en vez de papel, la gente lanzaba vegetales y carne podrida. Yo estaba en un crucifijo gigante pegado a un gran salvavidas hecho de piel humana y animal. Nos acercábamos a Times Square, el cielo era negro con largas tiras de anaranjado, amarillo, rojo y morado, y todos estaban celebrando. Estaban felices porque finalmente iban a morir. Otro tuvo lugar en el futuro en Florida. La mayor parte de la raza humana había sido convertida en zombis para la diversión de una pequeña élite. Había un strip club en el cual habían reanimado cuerpos femeninos y los hacían bailar desnudas en jaulas hechas de gruesas barras de metal. Su carne estaba cubierta de úlceras y venas contrahechas, y su cabello caía montones. Sus quijadas habían sido atadas con alambre para evitar que arrancaran a mordidas los penes de los tipos masturbándose a su alrededor. El mundo había degenerado a un estado tal de pecado como el de Sodoma y Gomorra que parecía claro que la aparición del Anticristo y al Segunda Llegada eran inminentes. Soñé niñas pequeñas bailando desnudas mientras niños pequeños (o enanos) las golpeaban con víboras de plástico, camiones de juguete y paletas de caramelo en vez de lanzarles dinero. Y soñé el tomar mi propio cabello y dientes, guardados de cuando era pequeño, y muy ritualmente crear una compañera artificial con ellos. Y todas estas cosas se convirtieron en el álbum Antichrist Superstar. Ahora ya no puedo decir que es más real: mis sueños o mi música. Los dejaré con un sueño más, el de anoche. Era con las slashers, las fans que se cortan el nombre de la banda en el pecho. En mi pesadilla, estoy en la cama con Jeannette, la de apariencia angelical. Ella tiene la palabra ‘Marilyn’ escrita en ella, y cada letra gotea como pintura fresca sobre sus senos, manchando su blusa color blanco. La estoy cogiendo y ambos reímos porque parece algo que no deberíamos estar haciendo. Su amiga, Alison, está sentada junto a ella, con la palabra ‘Manson’ sangrando sobre su pecho. Una de sus cejas está pintada de blanco, los aretes de sus labios chocan uno contra otro, y está usando un vestido negro, mallas negras, y botas negras hasta las rodillas. Ella parece enojada conmigo porque no debería estar haciendo esto con su amiga y está molesta con su amiga por reírse de ello. Cuando terminamos, quieren llevarme a comer. Bajamos las escaleras hacia un húmedo, lugar cavernoso con paredes de piedra, como un calabozo. Podría ser el viejo sótano de mis padres, pero también es un restaurante. Cae agua del techo aunque hay un agujero sobre nuestras cabezas que deja pasar la luz del sol. El mesero es alto, delgado, de tipo ario gay. Nos trae platos hondos de metal negro y cada uno tiene un pájaro vivo en él. Parecen cuervos, pero no lo son. Tan sólo son pájaros negros cubiertos de una brillante película de grasa. Otro tipo rubio viene a la mesa y toma un par de pinzas gigantes, como las que se usan para cortar cadenas, y les corta la cabeza y jala la piel hacia abajo y así todo lo que queda es carne en un esqueleto. Los pájaros, sin embargo, aún están vivos. El tipo toma una de las cabezas y bebe la sangre, entonces me dice que pruebe la piel. Yo no quiero porque tengo miedo de contraer alguna extraña enfermedad, pero lo hago de todas formas. Bebo toda la sangre del pájaro. Cuando termino, siento un dolor en la nuca. Volteo, y el mesero está tratando de usar las pinzas en mí para una mesa de clientes sentados en altas sillas detrás de mí. excepto que ya no parecen pinzas. Son como una cruza de pico de pájaro y mandíbulas de cocodrilo. Yo intento protestar, y me doy cuenta de que es inútil, porque estoy viendo todo de cabeza mientras que uno de ellos pone mi cuello en su boca y bebe mi sangre. He visto mi propia muerte en sueños así y me ha ayudado a apreciar más la vida. También he visto mi vida en sueños y me ha ayudado a apreciar más la muerte.
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Larga y Dura Huida del Infierno
Teen FictionDe los escenarios a la cárcel, de los estudios de grabación a las salas de urgencias de los hospitales, del pozo de la desesperación a los primeros puestos de las listas musicales. Larga y Dura Huida del Infierno es la crónica del descenso de Manson...