—¿No cenáramos juntos entonces?
—Claro que no —Sophie me quita las palabras —¡Zoey tiene una cita con un supermodelo!
Quizá supermodelo fuera demasiado. Pero nadie con ojos en la cara puede negar que Cameron resulta ser un chico atractivo. Moreno, de ojos chocolates, nariz respingada con pecas y más o menos 1.80 de altura, todo eso, combinado con un estilazo para vestir y rulos.
—Es una pena, dudo que tengamos un buffet como este para disfrutar los cuatro en lo que queda de viaje. —Se lamenta Sam. Estuvimos dos horas en la nieve esquiando y probando las diferentes pistas de la montaña. Ahora, todos bajamos de nuevo al hotel hambrientos y cansados. Salvo Hayacinth, que tuvo que continuar con su trabajo.
—Puedo atrasar la cita una hora para ir a cenar con ustedes. —comento —La verdad es que me muero de hambre.
—Ya vas a comer. —escucho murmurar a Luke.
—Aunque luego deberías volver a subir a la habitación para cepillarte los dientes. —advierte Sophie.
—Claro, necesito tener la boca limpia antes de salir con Cameron.
—Seguro que sí. —Se mofa de nuevo el oji-azul.
—¿Eso que has dicho fue un comentario con doble sentido? —lo encaro.
Alza las palmas en son de paz.
Lo que más me inquieta es que pareciera que utilizase cualquier mínima excusa para tocarme las narices e intentar molestarme, como si hacerme sufrir le causase una extraña y perversa diversión.
—Por supuesto que no. —refuta después —Vayamos a cenar de una vez y no te preocupes por nosotros. Que vas a estar muy ocupada devorando quien sabe qué con el camarón ese. —siguió el tema. Yo, muy racionalmente, volteo los ojos al otro lado evitando una próxima pelea.
—Cameron. —corrijo.
—Camarón mujeriego, eso mismo dije yo.
—Como sea, los veo al rato entonces.
Nos despedimos, ellos van directamente al buffet para la cena y yo subo a la habitación para ducharme, sacarme el frio y elegir un atuendo bonito que ponerme. Estoy ansiosa porque es la primera vez que tengo intensiones de salir con un chico después de...bueno, después de eso. No puedo negar que siento bastante pánico y miedo de que las cosas no salgan tan bien como espero. Pero Cameron me dio la sensación de ser un chico dulce y educado. Incluso, para que no me sintiera tan incomoda, ofreció encontrarnos en el restaurante del hotel para que no creyera que estaba intentando secuestrarme al sacarme de él.
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Dos veces hasta pronto
Ficção AdolescenteZoey, Luke y Sam fueron mejores amigos en la infancia, pero en la preparatoria cada uno de ellos decidió seguir su propio camino. Ahora tres años después, todos han vuelto a reencontrarse en la misma ciudad, solo que con la noticia de que a Samuel l...