El reloj marca las 03:10, las 03:42, las 04:21 y las 04:30, cuando todavía seguimos en la sala de espera. Dejo que Sophie duerma recostada en mi hombro y con la chaqueta de Luke mientras mis ojos siguen el movimiento de la aguja pequeña. El tic tac suena cada vez más lento, no se si sea el efecto del sueño, pero no quiero que las agujas sigan transcurriendo.
Evelyn llega a las 04:55, justo cuando el medico sale de la operación.
La señora O'conel es la primera en levantarse, Luke la sigue detrás con un salto. Yo me muevo, despertando a Sophie y llego con ellos breves segundos después.
—¿Como está mi hijo, doctor? ¿Salió bien la operación?
—Fue una intervención complicada. Pero ya terminó.
—¿Samuel está bien? —insiste Luke.
—Hubo complicaciones —nos informa —Le hemos realizado un drenaje pleural, lo que quiere decir que el paciente ahora está conectado a un dispositivo de succión que estará extrayendo el aire de su cavidad torácica de forma constante. La hemos trasladado a una habitación en la unidad de cuidados intensivos para poder monitorear la evolución de su estado con precisión.
—¿Y eso que significa?
Su voz va perdiendo volumen a medida que va contando sobre el cuadro clínico. Evelyn solo necesitó un par de segundos para cambiar el rumbo de la conversación a uno que me gustaba todavía menos.
—No puedo mentirles, las próximas veinticuatro horas son críticas, por lo que les recomiendo que estén preparados para esa posibilidad. Solo queda esperar. Y esperar a que Samuel sea fuerte.
«Les recomiendo que vayan a la sala de espera por ahora, el horario de visitas está por empezar pero como el paciente acaba de ser trasladado es posible no puedan verlo todavía. Hable con el encargado del área, le informará en el momento en que puedan pasar.»
Cierro los ojos, aunque solo sea para contener las lágrimas durante unos segundos. Lo logro durante algunos, pero al verlas desbordar en la mirada de la mujer cuyo valioso tesoro se debate entre la vida y la muerte, hace que seguir conteniéndola no sea probable.
Sé que debe estar aliviada de saber que Sam sigue con vida, yo también, pero la sensación de entumecimiento que persiste dentro de mí ahoga cualquier emoción. Es como si hubiera sido despojada de todo lo que le permite a un ser humano sentir.
La madre de Sam no contiene el sollozo cuando el doctores se despide y Luke la abraza. Los ojos de este también humedecen, y entre el cansancio y las fuerte emociones, no tengo que ser adivina para saber que no durará mucho mas tiempo haciéndose el fuerte.
Comprendo entonces lo duro que es para él que las personas lo vean vulnerable. Nuestra amistad no tiene los parámetros de una normal así que no sé qué límites se pone él con respecto a mí... mucho menos ahora.
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Dos veces hasta pronto
Teen FictionZoey, Luke y Sam fueron mejores amigos en la infancia, pero en la preparatoria cada uno de ellos decidió seguir su propio camino. Ahora tres años después, todos han vuelto a reencontrarse en la misma ciudad, solo que con la noticia de que a Samuel l...