Que Luke sea imperfecto y detestable en muchos aspectos no significa que su beso lo sea también.
Siento el movimiento agitado de su pecho a través de las capas de ropa, su lengua se mueve sobre la mía en el punto medio de lo sutil y lo atrevido, el roce es suave e impaciente, como si no dejara de ser consciente que pronto acabará.
Como si ambos lo supiéramos.
Mi reacción es un poco torpe porque no lo proceso con rapidez. Luke me besó, lo recibí y luego naturalmente correspondí el beso.
Tomé dos instantes después de separarnos para abrir los ojos.
Aunque puede que quizá, no solo nos hubiéramos separado por decisión propia.
La puerta se abre en un estruendo y dos hombres vestidos de uniforme entran a la tienda, piden a todos que se tiren al suelo y entra un tercero portando un arma también. Las cosas suceden con rapidez, hay balas perdidas, gritos, insultos y no puedo evitar cerrar los ojos otra vez. Cuando los abro de nuevo, ya todo se terminó. Los restantes minutos en los que nos permiten salir y arrestan a los otros tipos, mi pulso se desacelera y caigo en la cuenta que estamos vivos. Sanos y salvos. Después de prácticamente haber soltado todo lo que habíamos estado ocultando por tanto tiempo.
Amablemente, cuando todo termina y la adrenalina pasa a segundo plano, uno de los coches policiales se ofrece a llevarnos de vuelta. Y al contarle que estamos varados en medio de la carretera por falta de gasolina, se ofrece también a guiarnos hasta un descampado con baños públicos y una tienda de comida donde otras furgonetas de viaje se reúnen para pasar la noche. Aceptamos la propuesta y nos subimos en la parte de atrás.
—Se van caminando y vuelven en patrulla. ¿Quién intentó matar a quién? —farfulla Sam, después de vernos llegar en la parte trasera de un patrullero media hora después.
Ni siquiera soy capaz de formar parte de las bromas y las burlas mientras ellos dos indagan con curiosidad que fue lo que sucedió. Me adentro al sanitario y me lavo la cara con agua fría. Agradezco que los oficiales se apresuren por desentenderse rápido de nosotros y nos indiquen el camino hasta la zona de parking, porque para ser honesta, dormir es el único escape que encuentro a la nueva realidad incomoda y confusa que se avecina.
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Dos veces hasta pronto
Teen FictionZoey, Luke y Sam fueron mejores amigos en la infancia, pero en la preparatoria cada uno de ellos decidió seguir su propio camino. Ahora tres años después, todos han vuelto a reencontrarse en la misma ciudad, solo que con la noticia de que a Samuel l...