Las Amazonas: Ines y Victoriano

VII•(Actualizado)

V:¿Casandra, hija? ¿Qué haces aquí?

C: Papá... Buenos días, quería hablar con mi nana. Y tú, qué hacías aqui?

V: Tenia unos asuntos importantes que hablar con Inés (dijo mientras ponía un rostro serio para que sus hija no sospechara)

C: ¿Ha estas horas de la mañana? ¿Es algo serio?

V: No, nada de qué preocuparse, hija.

C:Está bien, pa... (contesto aun dudando si lo que le decía su padre era cierto) Con permiso, voy a ver a la Nana.

V: (Dejando que su hija pasará)

De la que nos hemos salvado mi Morenita

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Cuarto de Inés-

C: Nana, ¿puedo entrar? (Tocando la puerta)

I: ¿Casandra? Claro, hija. (dijo mientras se acomodaba su ropa)

C: Buenos días, Nana (Dándole un beso tierno en su mejilla, al separarse notó el suave rubor en sus cachetes y el brillo en sus ojos) Está usted muy guapa esta mañana, digo usted siempre está bella pero hoy dia la veo más radiante de lo usual.

I: ¿Que cosas dices mi niña? (sonrojándose)

C: (sonriendo por la reacción de Inés) Nana, ¿porque mi papa te busco?

I:¿Tu padre, aquí? Ah, sí... bueno... pues tu padre y yo estábamos hablando sobre unos asuntos de la Hacienda. Tu sabes como es el, quiere que todo esté en orden.

C:Así... Bueno, solo quería verte y decirte que... ¡consiguió el puesto de arquitecta!

I:¿De verdad, hija? ¡Felicidades! Yo sabia que te aceptarían, era muy talentosa mi nina.

C:¡Ay Nana, ya párale! Ahora seré yo quien se sonroje... Yo quería decirle a mi papa, pero  aún sigo molesta con el.

I: Casandra, tu conoces a tu padre. Es terco como una mula, él tiene que entender que  tienen que tomar sus propias decisiones. Casandra quita esa carita triste, alegrémonos por este nuevo comienzo, te hare un desayuno muy especial. Vamos al comedor.

Cas: ¡Te amo tanto, Nana! No se que haria sin ti.

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Cuarto de Victoriano y Debora

Victoriano entro al cuarto pensando que Deborah aun seguía dormida.

D: Victoriano, ¿donde estuviste toda la noche, si se puede saber?

V: Mujer, buenos días. Simplemente fui a caminar un poco y hacer unos asuntos.

D:¿En la madrugada? (Sarcástica)

V: Débora no estoy para discusiones. Estoy muy cansado.(Cambiándose de ropa)

D: Pero es que no entiendo qué asuntos tienes que atender en la madrugada.

V: Voy a desayunar (Llendose)

D: ¿Porque está tan distante conmigo? Ayer no te comportaste de esa manera. ¿Dónde habrá estado? ¿Acaso Victoriano me esta engañando?

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Cocina

Inés se encontraba preparando el desayuno. Entonces de repente unos fuertes brazos la abrazaron por las caderas.

I:¿Victoriano? Me asustaste.

V:Lo siento morenita, no era mi intención (dijo mientras posaba suaves besos por su cuello)