<<Antonella>>
Que forma de comenzar el día son las 04:00 Am otra vez.
Hice una mueca y me removí un poco para silenciar el despertador. Es increíble creo que tan solo fueron tres horas las que dormí.
En sí... No recuerdo cuando fue la última vez que dormí una jornada completa, en mis pensamientos me gustaría quedarme durmiendo un rato más, pero en la realidad no puedo hacer eso, si llego tarde al trabajo me despiden y yo no puedo darme esos lujos, detesto que el tiempo pase volando, casi no puedo hacer nada para mí.
Han pasado más de dos años desde que vivo en Boston me mude aquí luego de la muerte de mis padres, abandone todo lo que me quedaba con el fin de progresar en otro lugar y salir adelante.
Desde los quince años he tenido que arreglármelas sola... por eso mis tiempos para amigos, fiestas y otras salidas están desvalorados.
Viendo que la hora sigue avanzando, me levanto de la cama y me dirijo a mi baño para ducharme en solo treinta minutos ya estoy arreglada con unos pantalones de chándal negro, una camisa de color azul y mi suéter de capucha negro. No me gusta que me miren por eso siempre uso chaquetas con capas. Me coloque unos deportivos que hacían combinación a mi camisa, y me recogí el cabello en una coleta, en estos tiempos el frio tiende a ser más fuerte en este lugar es como si el invierno nunca fuera a pasar.
Salgo de mi cuarto y me dirijo a la cocina con tiempo suficiente para degustar una sabrosa taza de té, antes de que pase mi transporte haga su acto de aparición. Camino por los pasillos que dirigen a la cocina y me encuentro a Kay sentada en uno de los bancos. Kaila y Sofía son mis compañeras de apartamento y también mis mejores amigas, son las únicas con las que he contado desde que llegue aquí.
Camino hacia el lavado y Kaila me mira, regalándome una de sus populares sonrisas y me dice:
―¡Hey! Chica ¿quieres una taza de Té? Me pregunta.
Kaila es como yo mide unos 1,70m y es una morena de piernas largas con unos ojos color café... su sonrisa siempre es muy satisfactoria con solo verla te sientes feliz, ella es como un imán de la felicidad son pocas las veces en las que se encuentra triste. Al verla le sonrió y digo:
―Claro, porque no...!
― Seguro (me pasa una taza de té bien surtida ella me conoce y las dos amamos el té mientras Sofí tiene algo así como una súper adicción al Café. Y créanme que cuando digo “Súper” no lo hago en broma. La cosa es que solo con ellas dos soy yo misma o bueno parte de lo que el “Yo misma” se refiere) ― Otra mala noche. No. (Asentí porque no había necesidad de negarlo ella me conoce bien y cuando digo es porque en verdad lo hace)
―Anto, Tienes que descansar un poco ¡por Dios! Solo tienes 17 años. Ruedo los ojos ya que ella se la vive diciéndome lo mismo todo el tiempo, me gusta saber que me cuidan y están pendiente de mí, de todas las personas en el mundo Kay es como mi hermana siempre fuimos ella y yo, desde Caracas. Luego de la muerte de mis padres yo decidí abandonarlo todo, cambiar otro rumbo y ella me siguió, abandono todo por mí y esa es una de las razones por la que es importante para mí, aunque ya no se lo diga... pero en el fondo sé que ella lo sabe.
―Tranquila...! ¡Yo sé! Pero tú más que nadie sabe porque necesito esa beca. Es importante para mí. Ya solo nos quedan unos meses y necesito ir a Stanford.
Kay y Sofí siempre están preocupadas por mí y eso es bueno pero... a veces son muy sobreprotectoras conmigo. Yo sé que solo quieren lo mejor para mí y por eso las quiero, han sido mi apoyo desde el accidente y sé que si necesito algo siempre puedo contar con ellas, así como ellas conmigo.
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La Musica Que Guarda Mi Corazón
Teen Fiction¿Cuantos se han enamorado a través de la música?, ¿cuantos han sentido la música como algo más que solo ese sonido que ayuda a calmar tus emociones? Esta es la historia de un chico y una chica separados por el destino, sin familia y con solo algunos...