La Musica Que Guarda Mi Corazón

7. Débil

<<Antonella>>

Luego de una semana del incidente con Ryan todo había vuelto a la normalidad yo seguía siendo la misma chica aburrida que solo se dedicaba a estudiar, leer y trabajar, sin embargo hoy era sábado y quise darme un descanso además era el cumpleaños de sofí y teníamos que planificar lo que queríamos hacer.

Yo normalmente no salgo pero los días de su cumpleaños son de ellas y pues ellas deciden lo que hacen conmigo y a donde me arrastran; estaba acostada en mi cama, aun con la pijama puesta, cuando Sofí y Kayla entraron en la habitación, sabía lo que me esperaba así que me prepare para lo que venían a decirme.

La primera en hablar fue Kayla, se sentó junto a mí tomando una de mis almohadas que coloco sobre sus piernas y sofí hizo lo mismo del otro lado de la cama, la abrase fuerte y le di un beso, ella sabía que no era buena con las palabras, (o bueno ahora) pero conocía lo que quería expresar en aquel abrazo. Kayla se nos unió y luego comenzamos a pelear con las almohadas sofí se encaramo en una silla y comenzó a gritar fiesta mientras nos lanzaba las almohadas kaila tomo la que tenía sobre las piernas y me la arrojó mientras corría a esconderse yo me agache debajo de la cama y empecé a lanzarles también... estuvimos un buen rato entre bromas y risas hasta que kaila grito.

─ Suficiente. Mucho romanticismo por hoy (Nos lanzó un beso y nosotras rodamos los ojos aun viéndola divertida por lo que ella continuo) ─Entonces como se preparan para más tarde. Se sentó sobre sus piernas.

Sofí sonrió de oreja a oreja mientras mi sonrisa fue disminuyendo poco a poco pero sofí no lo noto y solo dijo:

─Que planificaste, que vamos a hacer!

Dijo planificaste porque sabía que Kay sola se había encargado de todo, yo siempre era la obligada a asistir así que no se me permitía planificar, porque seguro las llevaría a sitios que detestarían como en mi anterior cumpleaños que las lleve a un museo y estuvimos allá por horas, ellas aburridas y yo entretenida en el arte, kaila me saco de mis pensamientos cuando dijo:

─Vamos a ir a la discoteca Bam-Bar hay una nueva edición y si no quieren beber podemos cantar en el karaoke.

─Queeee..!! Sofí pego un grito que nos aturdió, y con esas palabras mi sonrisa se borró completamente, amaba cantar cuando era niña antes de que pasara lo de mis padres, tuve que cambiar todos mis sueños ya que cuando cantaba era difícil no recordarlos a ellos, deje de creer en el amor y en la música cuando los perdí, la música se convirtió en mi mayor dolor y empecé a aferrarme a los libros,  nunca se loconté a las chicas aunque Kay lo sabía, o bueno se hacía una idea ya que siempre que sonaba una sola nota yo apagaba el estéreo o corría a leer en mi habitación esa había sido mi salida siempre.

Los libros me ayudaban a olvidar mi mundo, pero aunque ir a ese sitio destrozaría todas mis defensas,  lo haría... es el cumple de sofí y ella ama cantar no merece que su cumpleaños sea arruinado por mí, tengo que soportar aunque el dolor recorra todo mi ser. Kay tomo mi mano y me dio un apretón ya que se había dado cuenta como mi estado de ánimo había cambiado... levante mi mirada para encontrarme con sus ojos y le di una media sonrisa que decía todo estará bien, ella me sonrió por lo que continúo diciendo.

─ Entonces las quiero listas a las 7:00 pm de acuerdo.

─ Está bien. Le dije con una sonrisa falsa, y sofí respondió.

─ Por su puesto que estaremos listas, y no te preocupes yo me encargo de Anto.

Con eso salieron sonriendo, y yo me quede en mi cuarto pensando, recordando la música, mis padres, todo lo que una vez tuve y ahora no tengo, lagrimas comenzaron a recorrer mi rostro y me sentí débil, siempre oculte mis sentimientos.

cuando mis padres murieron me mude de casa, cambie de número, de sueños, me mantuve lejos de todas las personas que me querían, huir fue lo único que hice, no quería que me recordaran a ellos, es difícil cuando los seres que más quieres son arrebatados de tu vida y más cuando tú eres la persona que los ve morir, escape para no sufrir, me encerré en mi caparazón y no quise salir de ahí, mis padres, todo lo que dieron por mí, el pensar que yo estaba con ellos cuando los perdí, no podía más, por eso no me gustaba recordar, me ahogue en mis propias lagrimas he sido fuerte por mucho tiempo, pero cada vez que los recuerdo siento este temor... el dolor comenzó a recorrer mi cuerpo y no lo pude controlar, soy tan débil fueron las únicas palabras que salieron de mis labios antes de que mi cuerpo cayera desplomado sobre el piso y por fin pudiera descansar.