La Ninja Y El Samurai [EN EDICIÓN]

Capítulo 4: Primeros Pasos

Editado

[Narrador Omnisciente]

Tras una noche algo movida, poco a poco todos los estudiantes se iban despertando. Algunos sintiendo miedo al ver que esa realidad a la que le temían en verdad es su nueva realidad. Es la tercera noche en ese lugar y muchos aún no pueden terminar de creer que ese lugar sea su nuevo "hogar". Hasta que lo que acontece ahí fuera, se calme y sea seguro salir.

En la habitación de las mujeres de la clase "1-A". La mayoría lleva un rato despiertas por cuestiones de no poder conciliar bien el sueño. Luka, quien apenas se empieza a despertar, severamente mareada, no se lo piensa dos veces antes de sentarse en su lugar, con las piernas a un lado de la cama. Agarrándose la cabeza con la mirada fija en el piso. Aún aturdida, con un irritante sonido en los odios, termina viendo su brazo aún vendado. Tras el flechazo su brazo quedó muy mal herido. Ahora que despertó y el blanco opaco de las vendas se ve teñido por completo de un rojo carmín, voltea a ver la cama donde durmió. Su herida se había abierto mientras dormía y estuvo sangrando. Su estado se debe a su pérdida de sangre. La mancha roja en las sábanas es tan grande que asusta. Sabiendo que no puede estar más tiempo con la herida abierta. Preciosa su herida, para evitar que siga la hemorragia. Con sus pocas fuerzas se levanta y empieza a caminar. Sus compañeras al verla, la toman ayudándola a caminar.

En poco tiempo logran llevarla a la enfermería. Por suerte la pérdida de sangre no fue tan grande como parecía. La señorita encargada de la enfermería, detuvo la hemorragia, suturó la herida y le puso un nuevo vendaje bien ayustado para que no vuelva a sangrar. Si bien, se necesitó de transfusiones de sangre para que no se desmayara ahora se suma eso también a la lista de cosas pendientes... Esa pequeña enfermería sólo fue diseñada para curar pequeñas heridas. Pero hay demasiados alumnos que tienen heridas graves y necesitan de mucho más que vendajes y antibióticos. La mismísima directora al enterarse del estado de "Sakura", fue a verla. A sabiendas de que ese día también debía de salir. Desea preguntarle en persona si se encuentra en condiciones de viajar. Si bien su estado es grave, su orgullo le impide admitir que debe hacer reposo.

Así que sin importarle su herida ni su periodo de recuperación se prepara para irse. Mientras se viste, se odia a si misma por haber sido tan descuidada. Ahora todos en su clase saben quien es en realidad. Lo que había empezado como una mentira. Una farsa, diseñada para permanecer neutral. Ahora sólo es un cuento que sólo algunos creen.

Miku: *Preocupada* ¿Estás segura de hacer esto... Luka?

La mujer al escuchar eso, sólo detiene su labor. Sin voltear a ver, con una frialdad que no era de esperarse, le contesta.

Sakura: No deberías decir ese nombre si no sabes quien está escuchando...

Miku: *Sorprendida* Estás a punto de bajar a la ciudad y te preocupas por como te llamo.

Rin, quien aparece por detrás de Miku, toma el brazo herido de Luka. Mirándola algo molesta.

Rin: *Seria* No vayas... Descansa un par de días antes de volver a salir.

Sakura: *Sin ver a ninguna* Es una decisión tomada de la que no voy a arrepentirme.

Sin nada más que decir, termina por vestirse y tomar lo que tiene consigo para defenderse. Antes de irse, toma un frasco de medicamentos. Saca dos, sólo para tomárselo en seco. Aguantando el mal gusto, guarda la medicina que le dio la señorita de la enfermería para el dolor. Ya ha avanzado demasiado la mañana y debe recuperar el tiempo perdido. Sin importarle nada más, se pone la máscara que cubre su boca e infiltrándose entre los pasillos evitando a todos. Sale del lugar en cuestión de minutos.