CAP. 5 - Como Cuchillas

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Había salido el sol, este alumbraba mi rostro de lleno mientras caminaba por aquella acera, de aquel vecindario, el cual tenia muy poca actividad, brevemente veía a las personas tomar sus autos e irse a sus trabajos. Era de esperarse, un lunes por la mañana es algo apagado, pero mi mente no se concentraba en lo malo, no podría aunque pudiera. Sentía breves empujones a mis hombros... Eran Adam.

-No tenias que acompañarme a la universidad- Le dije con una sonrisa en el rostro.

-Yo quería hacerlo, me gusta estar contigo- Llevó él sus manos a sus espaldas mientras entrelazaba sus dedos.

Seguimos caminando tranquilamente, no habíamos hablado mucho, permanecíamos en breves silencios y algunas veces realizábamos comentarios.

-Me asuste mucho anoche- No podía evitar no comentar lo que paso esa misma noche.

-Perdón por quedarme dormido... Esta totalmente exhausto- Dijo ligeramente sonrojado.

No pude evitar soltar risas, me causaba ligeramente gracia. Anoche después de terminar nuestras cosas este se quedó profundamente dormido, "Lo mate"- era lo único que se me pasaba por la mente en ese instante.

-Tranquilo, creo que ambos nos excedimos- Tome su cabeza y ligeramente bese su frente. Adam se sonrojo hasta mas no poder y por vergüenza se separo levemente de mi aun con una sonrisa en su rostro.

Yo me acomodaba el cuello del suéter que tenia puesto, sentía que me ahorcaba y me ajustaba mucho el pecho.

-Eres una talla mas grande que yo... Pero te queda muy bien- Dijo Adam tomándome del hombro y dando dos golpes suaves.

-No te culpo por el hecho de que dañarás mi camisa ayer- Desvíe la mirada intentando parecer serio.

-Fue un impulso- Dijo luego de soltar varias risas.

Faltaba solo una cuadra para llegar a la universidad, y me encontraba dudoso, sabia que a la vuelta de la esquina se encontraría a un montón de estudiantes y compañeros de clases. Pare.

-¿Que pasa Ethan?- pregunto Adam.
-Dame la mano- Dije en tono serio, mientras tragaba con esfuerzo saliva, estaba nervioso por lo que estaba pensando hacer. Adam no encontró mas como reaccionar si no inmediatamente tomar mi mano. Yo tome la de el fuertemente y entrelace mis dedos con los suyos. Sonreí.

-Andando...- Camine junto a Adam tomados de la mano hacia la universidad, ya cerca de aquella esquina se encontraba una gran avenida en donde se podrían observar a varios estudiantes dirigirse a sus respectivas clases.
Adam me miraba confundido, no entendía bien mi propósito, yo simplemente seguía tomándolo de la mano. Cruzamos aquella esquina, lugar donde se observaba aquella gran instalación de cemento, con varios grandes ventanales y hermosos jardines, varios estudiantes pasilleaban de aquí a allá, cada quien con sus amistades y hablando de diversos temas.

Solté una mirada hacia Adam, haciendo que este se sonrojada y siguiera caminando para adentrarse conmigo en los jardines del instituto. No me había dado cuenta lo extraño que nos miraba la gente, yo solo me concentraba en él. El intentaba disimular su vergüenza, porque aunque yo no estuviera tan pendiente de las miradas, el si lo estaba.

-Se sienten como cuchillas, ¿sabes?- Me dijo en un tono suave.

-No les prestes atención...- me puse frente a el. -Solo mirame a mi-

Solo pude deleitarme ante su rostro de timidez, era por completo lo mas bello para mi. Con una pequeña voz insegura y asentando con la cabeza dijo.

-Bien...- Levanto la mirada hacia mi. Rose su mejilla tiernamente.

Todos miraban cada una de nuestra acciones y desde lo lejos se escuchaban leves murmullos. No podía sentirme tranquilo mientras Adam aun se sintiera inseguro. Decidí desviar su atención mas hacia mi.

-¿Te iras a casa solo?- Jugaba con su mano balanceandola despacio.

-Si, hoy no tengo trabajo-. Adam trabajaba como dibujante de libros, revistas y mangas, dependiendo al pedido. Era muy bueno dibujando y coloreando. Con sus manos hacia magia... En todos los aspectos.

-Puedes esperarme, yo solo tengo una clase hoy- Sonreí.

El miro dudoso el suelo, sin saber que responder. Inhaló fuertemente y después de unos cuantos segundo soltó palabra. -No lo creo, tengo cosas que hacer en casa... Sabes, mi hermana y su trabajo y... Bueno eso...-
Sus manos comenzaron a sentirse sudadas y un poco temblorosas, yo sabia el porque, no quería sentirse así de presionado como ahora. Me sentí culpable por el hecho de que se sintiera absolutamente nervioso.

-Esta bien, si tu lo dices- con una sonrisa intente oculta mi frustración hacia el.

Solté su mano desprevenidamente, intentándolo no hacerlo sentir incomodo. Para mi sorpresa este la volvió a tomar, con mucha seguridad.
-No lo hagas, quiero sentirte a mi lado... Estoy nervioso- Podría observar como sus piernas temblaban y varias gotas de sudor caían por su frente.

-Perdoname...- fue lo único que sentí que debí decir en ese instante. El me miro fijamente a los ojos y con algo de esfuerzo sonrió. Cosa que me hizo sentir un poco mas de seguridad ante como se sentía el.

Cerré los ojos, la verdad me sentía apenado ahora que me puse a pensar en mis acciones. Me sentía estúpido por presionar a Adam así. No podía verlo, no quería ver nada.

En eso sentí como el joven poso su cabeza sobre mi pecho y acercaba su cuerpo al mio. Solo sentí su calor y sin abrir los ojos solo lo abrace. "Que bien huele... Que suave se siente..." sensaciones que despertaron en mi el hecho de no verlo. Podría quedarme así para siempre.

El timbre del instituto se escucho en todo el ambiente, señalando que tenia que entrar a mi clase. Me maldecía, no en ese momento, quería seguir abrazándolo. El se separo de mi y me miro a los ojos con una sonrisa.

-Que te vaya bien hoy- Dijo Adam.

-Gracias...- acerque mis labios a él. Él de seguro esperaba recibir un beso en sus labios, así que fue levantando la cabeza. Antes de que se adelantara a buscar mi boca me acerque a su frente y la bese. Luego de eso, me separe y me fui marchando hacia el instituto sin parar de mirarlo.

Sabia que había hecho lo correcto, el no quería estar tan presionado y un beso en los labios pondría peor su estado. Desde lejos vi que estaba sonriendo... Pude hacerlo feliz después de mi gran torpeza.

...

Comencé a recorrer los pasillos de la escuela, buscando el respectivo salón de mi respectiva facultad. Hoy solo tendría que venir a asistir a clases de anatomía, "Que estrés" solo pensaba, consecuencias de estudiar medicina...
A pocos metros de mi salón, se encontraban un grupos de jóvenes charlando, cuatro hombres en total, que me miraban de reojo consecutivamente mientras me encontraba caminando.

No les tome importancia y solo intente pasar de ellos. Uno de los jóvenes me tomo del hombro y me halo, haciéndome dar la vuelta y tenerme de frente.

-Increíble, el niño bonito resulto ser una princesita- Dijo discriminativamente mientras inflaba su pecho, intentando intimidarme. Los demás se hecharon a reír, parecían una cuerda de cavernícolas riéndose porque descubrieron la rueda. -¿Tienes algún problema con eso princesita?- Empujo fuertemente mi pecho intentando hacerme retroceder. Este chico levemente volteo la mirada hacia sus compañeros y continuo riéndose.

Ya me estaba molestando demasiado, sentí mis venas calentarse, casi explotaba de furia... Pero me mantuve calmado. Sabia que si no paraba esto ya, seguirían buscándome problemas siempre.
Tome el cuello de la camisa de aquel chico de piel blanca y cabello negro y la levante halándolo hacia mi. Su rostro sarcástico inmediatamente desapareció al igual que la risa de sus compañeros. Lo mire a los ojos mientras mi mano apretaba fuertemente su camisa mostrando la furia que estaba conteniendo.

-Esta princesita te puede enseñar una lección...- No titubié ante la mirada de aquel joven, no sentía miedo, esta seguro de quien ganaría una pelea así.

Solté el cuello del chico después de un minuto de silencio. Y me fui alejando del lugar caminando hacia mi salón. Todos se quedaron mudos después de mi reacción, con esa seguridad podría meter miedo fácilmente, parecía intimidante.

-Veo que te entra lo hombre aveces...- Se escucho a lo lejos las patéticas palabras del inútil aquel, que después que me fuera comenzó a hablar. "Maldito cobarde". Simplemente lo ignore y entre a mi salón de clases... Después de allí, no se que se hicieron.

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