CAP. 27 - Disfrutar y Olvidar

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Estrujaba fuertemente la almohada en mi rostro tratando de ocultar mis lágrimas que salían descontroladamente, sentía tanto rabia, tanto odio, odio hacia una simple persona que al parecer no para de hacerme la vida imposible.

Repetía mil y un veces la palabra maldito en mi cabeza, refiriéndome a aquel chico pelinegro. Como deseaba tenerlo en frente de mi poder partirle lo que llama rostro. Si tan solo sus amigos no lo hubiera ayudado esa noche ¿Y COMO ES POSIBLE QUE LA "PRINCESITA" SEA YO?

Solté un grito ahogado que no se escucharía tras la almohada, mi sangre hervía a mas no poder y mis manos parecían desgarrar la almohada en cualquier momento intentando descargar toda mi rabia y frustración, porque ÉL había enamorado a Antonella, porque ÉL había hecho que peleáramos y por ÉL ella se fue molesta y ahora no sabía si me iba a perdonar.

"-¿Hasta cuanto seguirás con este infierno? ¿Hasta que veas que me veas derrotado o arrollado a tus pies canalla?... primero caerás tú y eso es seguro"-

Escucho que tocan a mi puerta y la abren de golpe. Quito un poco la almohada de mi rostro y observo a aquel chico de piel ligeramente morena a punto de caer sobre mí con una gran sonrisa en sus labios.

-¡Ethan!-

Deje salir un pequeño respingo pues me había dolido atajarlo. Al ver a mi novio sonreí sinceramente y lo abrace con fuerza, aunque el supiera que me doliera no se separó pues paso toda la mañana y tarde fuera y me extrañaba.

-Adam, al fin llegaste- Acaricie su cabello con delicadeza mientras él apoyaba su cabeza cómodamente en mi pecho. Él levanto la cabeza y fruncio el ceño viéndome los ojos llorosos.

-¿Por qué llorabas?-

-No es nada, es solo una alergia-

-¿Estás seguro? ¿No te lastime cuando te salte encima no?- Intento separarse de mi cuerpo pero lo apegue lo más que pude.

-Te dije que no es nada- Incline el rostro para besarlo. Un beso suave y lento, mas poco a poco intensificaba la pasión, lo podía sentir en cada uno de mis dedos que fueron adentrándose dentro de la camisa de Adam.

-¿No necesitas algo?- Tomo distancia del beso para verme a los ojos.

Yo mire fijamente sus labios y solté una sonrisa pícara. Volví a tomar su labio inferior para morderlo sin fuerza.

-Solo te necesito a ti- Susurre en su odio. Pareció estremecerle mi aliento cerca de su oreja pues cerro los ojos y comenzó a profundizar el beso. Mis manos se volvieron locas y empezaron a tomar el borde de su camisa intentando apartarla y separarla aún más de su cuerpo. Las manos de Adam acariciaban mi cuello y mis brazos y con cada rose era como si un choque eléctrico volviera hacia mí.

-No podrás si sigues de reposo- Dijo con ese tono tan seductor y excitante, como si le faltara el aire que no podía evitar tomar nuevamente sus labios y juntarlos a los míos.

-Encontraremos la manera- Despoje su franela de su cuerpo y con ello acariciaba su desnuda espalda. Con ferocidad tome su cuello y deje marcas a mas no poder, mientras cada uno de sus suspiros y jadeos me hacían brillar los ojos... y mi erección era más que notable.

Adam se incorporó sobre mi bulto y entre sus glúteos vestidos masajeaba mi erección a través de la ropa. Sus manos intentaron tomar mi franela y quitármela, pero estaban tan ansiosas que apenas podía levantarla. Tuve que quitármela yo y rodear a Adam entre mis brazos, ahora nuestros pechos rosaban desnudos y algo sudados.

Los besos pasaron a ser absolutamente húmedos, cada uno podía saborear nuestras salivas lo más que quiera. Comencé a jalar con suavidad el pelo de mi novio y en el beso dejaba soltar corto gemidos ahogados.

Ya no aguantaba más el roce de mi erección con el trasero del moreno así que aparte el short y la ropa interior de un solo jalón. Adam se separó del beso y vio ese miembro completamente erecto y conecto sus ojos a los míos para mirarme con picardía. Ahora él tomo mi cuello y paso su lengua por cada centímetro de esta. Poco a poco descendía más hasta besar con lentitud mi pecho.

Fue desabotonando su pantalón y bajando su cierre. Yo al verlo no pude relamer mis labios, mis ojos pasaron a su abdomen, sus pezones, su cuello marcado, sus labios y sus ojos que pedían de una gran manera excitante más y más, que me querían a mí, que querían que saciara aquella necesidad.

-Quítate eso de una buena vez- Dije con desesperación y Adam obedeció inmediatamente. Si piernas rodearon mis caderas y sus glúteos a rosar mi pene. Frente a mi podía ver su erección la cual no dude en tomar entre mis dedos y estimular dándole placer al menor. Adam se inclinó hacia delante posando y sosteniendo sus manos sobre mi pecho mientras se movía incrementando la sensación del roce.

-Ethan...-

-Hazlo de una buena vez-

Levanto su trasero y su entrada se encontró con la punta de mi pene. Poco a poco fue descendiendo y adentrado mi miembro llenando su interior. Adam soltó un grito ahogado en cuanto se adentró por completo, su delicado rostro que mostraba aquel leve dolor me calentaba la aún más, el gesto de mi novio al tener sexo ¡DIOS! Para mí era mi obra de arte favorita.

Su movimiento de cadera ahora paso a ser todo su cuerpo, de arriba hacia abajo dejando que mi pene sienta cada cosquilleo que proporcionaba aquel espacio caliente y húmedo. Y ese instante no pude evitar darme cuenta la razón por la que lo hacía, por querer olvidar mi pelea con Antonella, como si tener sexo con Adam lo resolvería y aun así, parecía que toda frustración desaparecía.

Observe a Adam, con una perfecta mueca mostrando su placer y dolor, y me estremecía cada célula del cuerpo, mas no pude dejar de sentirme mal. En eso vi su rostro, vi sus manos y estaba amoreteadas, mi mente paso a ser un flashback... un recuerdo doloroso que me hacía recordar a ese sujeto y ahora a Antonella, que estaba enrollada con nosotros. Ahora no solo pensaba en el deseo de tener sexo y de saciar el placer con mi novio. Ahora pensaba en cuanto quería dejar pasar esos recuerdos y disfrutar... solo disfrutar.

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