CAP. 25 - David

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Narra Antonella

No lo podía creer. Estaba tan enojada, tan furica y alterada que no creía que me estuviera dirigiendo hacia aquel chico de cabellera negra y hermosos ojos cafés. Esta no es la Nella que conozco. Pero así era, me dirigía hacia él, sin apartar el paso y verlo de frente. Él tan cínico se encontraba con un grupo de chicos riendo a carcajadas, ¡sabía que era una podrida actuación lo de antes!, primero parecía lamentarse de lo que ocurrió, intenta parecer preocupado y pregunta por Ethan y ahora solo ríe a carcajadas seguro pensando en lo que ocurrió con mi hermano no de sangre.

En eso comencé a pensar, que tal vez la universidad no es la mejor manera de hacer un encuentro y hablar de eso. Y sin embargo eso no me detuvo.

Cuanto estuve frente a los chicos carraspeo para tomar su completa atención. Los chicos voltearon y fruncieron el ceño, menos ojos de caramelo, quien su cara paso a estar un poco mostrando su alteración.

-Tenemos que hablar- Dije en tono molesto. Apoye todo mi peso en una pierna y cruce los brazos, para que vieran que estaba enojada obviamente. Mis ojos no paraban de fulminar a aquel chico.

-¿Quién demoni...?- Intento hablar otro chico más fue interrumpido por el pelinegro.

-Está bien- Se dirigió hacia mi tomando del brazo con algo de brusquedad y llevándome a una parte más apartada en los jardines. En cuanto llegamos me solté de el con la misma brusquedad.

No tardo en ponerle los ojos en blanco pues tenía que parecer enojada para que no se diera cuenta de lo derretida que estaba por él. Solo nos quedamos mirando unos minutos mientras el chico fruncía el ceño, estaba esperando que yo dijera algo y yo intentaba encontrar las palabras que le iba a decir... ¿Qué carajos pensaba decirle?

-¿Y entonces?-

-Eres tan molesto- No hago más que intentar expresarme correctamente para decirle que es un maldito que casi mata a mi amigo. -¿Cuál es tu nombre?-... Creo que me desvio de tema.

-¿Solo querías saber mi nombre?-

-¿Vas a responder?- Cada palabra que salía de su boca, con aquella voz gruesa me hostigaba.

-David- Adentró sus manos en sus bolsillos. -¿Ahora me invitaras a salir?, estoy libre solo martes y jueves, mas fines de semana-

-No vine aquí para pedirte una cita- Pero eso no decía que no la quisiese... Dios, cuando por fin me gusta alguien resulta ser la persona que al mismo tiempo odio. -Vine porque quiero que me expliques algo, por cierto soy Antonella-

-¿Y que es ese algo?- Parecía que intentara actuar indiferente pero en realidad pude notar lo mucho que se fijaba en mi boca, en mis ojos detrás de esas gafas sin aumento y mis movimientos.

-No creo que un maleante como tú, pudiera sentir arrepentimiento...- comencé diciendo. -¿Por qué te preocupa tanto Ethan?-

Pude escuchar como el soltó un resoplido y sacaba sus manos de sus bolsillos para cruzar los brazos de la misma manera que lo hacía yo.

-¿Así es como me ves? ¿Solo como un maleante?- Su tono parecía más bajo y menos firme con esa pregunta y la verdad no pude dudar de que ese chico si tenía humanidad.

-¿Cómo se supone que vea al chico que con sus amigos golpeo a uno de mis mejores amigos y luego apuñalase a mi casi hermano?...- Levante la ceja buscando respuesta de lo que yo creía era su incredulidad.

-No es como lo crees- Rápidamente su expresión preocupada como la de aquella noche se asomó en su rostro. -No fue como paso... bueno en algo sí, pero por favor ¿Serias capaz de escucharme?- Junto sus manos rogando porque lo escuchase.

Apreté los labios y asentía varias veces de una manera lenta. Luego lo mire a los ojos y me le acerque lo suficiente como para poder sentir su respiración en mi rostro.

-¿Tu acaso escuchaste a Adam cuando tú y tus amigos lo golpearon hasta casi desmayarse?- El solo mantenía el silencio ante mi proximidad. -¿Escuchaste a Ethan cuando los maltrataron esa noche?- Mi odio por él había salido de un momento a otro, como si tuviera el cinismo de pedir juicio cuando sabe perfectamente lo que paso. Estaba a punto de golpear su hermoso rostro y con fuerza apretaba mis puños hasta poner mis nudillos blancos. Estaba a punto de separarme de él en cuanto sentí sus manos tomar mis brazos y juntarme a él a la fuerza... nuestros labios por fin se tocaron.

El intentaba hacer que yo cediera besándome lentamente, mas yo quería ser fuerte, siempre he sido la fuerte y no me dejaría dominar por un solo hombre. Estaba loca, lo suficiente como para seguirle el beso... que labios tan dulces y suaves, jure escuchar una melodía en mi cabeza... Ambos nos separamos del beso y simplemente volví a ver esos ojos cafés que me encantaban. Tuve que tomar unos pequeños minutos para conciencia de lo que hice.

-¡¿Qué hiciste?!- Por un momento me sentí indignada.

-N-no lo sé, fue un impulso perdóname-

-¡No!- Me aleje unos pasos de él más quería seguir besándolo aunque no pareciera. Tuve que mirar con detenimiento su rostro para ver lo sonrojado y avergonzado que se encontraba. -¿Por qué diablos me besarías?-

-Te lo juro que no lo sé- como su pecho se inflaba demostrando sus alterados nervios y la agitada respiración.

-¿Así es como consigues besar a todas las chicas? Eres un asqueroso- Intento alejarme de él lo más rápido que podía, pero sentí su tacto tomar mi brazo y volverme a voltear.

-Te lo juro que no, es solo que... estabas tan cerca que simplemente no pude evitarlo- Su mirada se encontró con el suelo por un momento. Tomo un gran bocado de aire y continúo. -Y por lo de tu amigo... lo siento, lo siento tanto enserio, soy un estúpido y la he cagado bastante pero eso no debió pasar, nunca debió pasar-

-No puedo creerte- No pude evitar estar boquiabierta, la verdad me tomo tan de sorpresa que simplemente no sabía que debía sentir, si rabia o felicidad, en mi cabeza se presentaba todo tipo de sentimientos y chocaban entre sí como en una guerra en donde nadie todos ganaban menos yo.

-Pero al menos cree una cosa... me gustas Antonella-

Esas palabras chocaron con mi cabeza como un auto a toda velocidad se estrella con una pared. Estaba que me derretía en sus brazos, que lo abraza y lo volvía a besar y olvidar esa Antonella que fui, la fuerte y decidida que no se dejaba llevar por enamoramientos ni cosas de esas, la que siempre defendería a su hermano y a su familia de todo, pero este chico me volcaba todo pensamiento de individualidad haciéndome creer que no soy una simplemente... si no dos con él.

-No... n-no puedo creerte...- Obviamente me puse más nerviosa de lo común y me aleje, prácticamente salí corriendo con algunas lágrimas en mis ojos, ni siquiera sabía porque estaba llorando pero lo hacía. Me quería alejar de él, porque fue el que golpeo a Adam, el que maltrato a Ethan... el chico que realmente me gustaba pero sabía que él era un mentiroso y no podía sentir lo mismo y dolía... dolía porque pensaba que mi primer amor debía ser correspondido por una persona correcta y yo a él lo veía como a alguien incorrecto, a alguien que simplemente no encajaba en mi vida.

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