CAP. 16 - Proteger

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Vuelve la narrativa con Ethan

-Y así fue como perdió a su padre... fue muy traumante para ella y yo he tratado de ser como un hermano y siento que aveces no le valgo- Mencione en tono entristecido.

-Que fuerte...- Menciono Adam con los ojos bien abiertos. -Por eso te ha sostenido tan bien, y por eso comenzó a llorar cuando te vio metido en un problema-

-Si... se preocupa mucho por mi, y yo no quiero que ella vuelva a sufrir... ella siempre se ve tan feliz, tan infantil, tan alegre que no quisiera que esa sonrisa se borrase nunca- Dije con una leve sonrisa en el rostro. Era verdad, Antonella siempre me hacia sentir bien, siempre me apoyaba, era una razón por la cual sentirme feliz y orgulloso de estar vivo... orgulloso de ser su amigo.

Adam se acomodo en su cama y me observaba hablar de Antonella. -¿Y quien se encargo de ella?-

-Su abuela... es una señora muy bondadosa, seguro te agradaría- Señale con una sonrisa mientras yo me acurrucaba en mi cama y apagaba la lampara de noche que tenia a mi lado. Adam aun no apagaba la suya y solo me miraba, en el momento en que cruzaba miradas con él este las desviaba sonrojado.

-...¿Y el conejo?... digo, ¿Que significa para ella?- Pregunto Adam después de arroparse con la cobija e inclinar la cabeza en la almohada.

-¿Austin?, lo gane yo hace un par de años en una feria y se lo regale a ella ese día por sus problemas para dormir-

-Amm- Adam estaba muy curioso acerca de Antonella, eso o solo quería hablar conmigo, es verdad lo que dicen, que en la noche es que a uno le provoca conversar. Deberíamos de estar durmiendo para levantarnos temprano, nos propusimos a que cada quien conseguiría un pudin en la cafetería. -¿Como esta tu nariz?- Aun se encontraba un poco hinchada por el golpe.

-Supongo que bien, ya no me duele- No podía consiliario el sueño ni dormir, no podía, ahora mi mente estaba despierta y dando vueltas por todos lados, al parecer necesitaba distrarme. -¿Que ocurre con esos chicos?- Pregunte para encontrarle respuesta a los problemas de Adam.

-No lo se... supongo que me vieron como una presa, no te preocupes, me pasa muy seguido...- Su voz se fue apagando a medida que hablaba. Me preocupe mucho la verdad, seguramente era molestado a todo lugar al que asistía.

Encendí lampara de noche y me senté en la cama mirando a Adam. -Ya no mas, mientras estés a mi lado no te molestaran, porque yo me interpondremos y te defenderé- dije con seriedad y una sonrisa en el rostro.

-¿Pero... quien soy yo para que hagas eso?- Seguía con tono apagado.

-Soy tu amigo por su puesto- Dije sonriendo y extendiendo mi mano hacia el. -Y los amigos se protegen... si tu tuviste la valentía de parartele frente a ellos tres, yo seré valiente para que no te lastimen mas... lo prometo-


Lo prometo...

Prometer...

Que palabra tan fuerte... Que palabra tan significativa.

Prometer algo que no podrás cumplir...

Estaría prometiendo en vano...

No podrás protegerlo siempre...

"Me tomo de la barbilla y volvió a fijar mi mirada en su ojos, luego en su cuerpo. -Mirame- Dijo con total seguridad.

Prometer...

"-¿Es su manera de castigarme por lo que he hecho?"- Pensaba.

Proteger...

"-Toma... usalo- No decía mas nada, simplemente dejo el pañuelo en mis manos..."

A alguien....

"-Quiero que te mantengas firme... podrás herirme, si... podrás lastimarme, también, y aunque diga que te vayas quedate, quedate y sana mis heridas, con el tiempo cicatrizarán...-"

Le queda grande a muchos...

"-...Quedate y saname, yo solo no puedo-"

Como a mi.


-Esta bien- Dijo Adam con con una sonrisa de entusiasmo y estrechando su mano a la mía, culminen con una sonrisa y me acosté. Ambos apagamos nuestras lámparas de noche y decidimos dormir. -Buenas noches Ethan-

-Buenas noches Adam- Cerré los ojos esperando dormir. Dormir tranquilamente. Hasta mañana que la luz del sol me escandile, me despierte y me anime...



-Toma la vía endovenosa e inyecta solución 09- Escuche la voz de un desconocido, a acompañado de un estruendoso sonido de ambulancia.

- De acuerdo señor- Exclamo la voz de una joven. No podía ver sus rostros, solo sombras, me costaba abrir los ojos, y concentrarme pero estaba apunto de quedarme dormido.

Volví a caer rendido en la camilla, todo volvió a ser negro... ¿Porque no podría ser blanco?...

Blanco...

Ahora lo prefiero negro. Un mundo negro.

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