Narra Ethan
-Antonella, quédate detrás de mí.- Me puse delante de Nella sobreprotectoramente. -A ti te prohíbo que te le acerques, que le hables, que la toques... o la pagaras caro.-
Mis palabras no eran juego. En ese mismo momento estaba jurando que si se llegase a acercar le partiría el rostro aunque me reprendan en la universidad. Parecía que dentro de cualquier momento mi mirada iba a disparar rayos de lo fijo y desafiante que lo estaba observando.
-No quiero problemas contigo, en serio- Nunca pensé que esas palabras saldrían de su boca. Un maleante rogando por no meterse en problemas. Y para colmo que me ruegue a mi exactamente que no quiere meterse en nada mas después de todo lo que ha hecho ¿En qué clase de mundo o dimensión esta la razón de este tipo?
-Debiste haberlo pensado después de tantas mierdas que has hecho a nuestras vidas.- Apreté Mis puños con fuerza, la suficiente como para partir una escoba. Me molestaba ese tono fingido de arrepentimiento, esos ojos intentando parecerse a los de un cachorro. Todo era falso, todo lo que él es una mentira que solo destruye y no permitiré que mi Nella esté en su radio de explosión.
-Ethan, por favor contrólate. No quiero que formes un escándalo aquí- Siento la mano de Antonella tomar la mía y apretarla con fuerza.
Doy una mirada sobre mi hombro para observarla. Ella estaba algo nerviosa, mordía su labio con fuerza y no parecía soltarme de su agarre. Respire lo más profundo que pude, tenía que seguir calmado.
- Eso dependerá de el- Digo entredientes.
-No quiero problemas. He querido verte porque en serio, en serio quiero decir que lo lamento demasiado- Bajo la mirada intentando demostrar remordimiento.
-Lamentarlo no nos hace olvidar todas las cosas que has hecho. Delincuente- Dije con algo de asco, con repugnancia, pues odiaba a ese hombre como a ningún otro, ni a mi padre lo he llegado a odiar así.
-Siempre he querido redimirlo de alguna manera-
-Entonces solo entrégate a la policía y lárgate de nuestras vidas. La opción es fácil, demasiado para ti-
-Ethan no- Me interrumpió Antonella esta vez saliendo de mis espaldas y parándose frente a ambos. -En serio yo también estoy molesta por lo que ha hecho. Pero en parte no es su culpa de lo que te ocurrió-
-¡Si y él sus amigos no fueran...!- Pare inmediatamente al notar que estaba alzando la voz. -No fueran empezado una riña entre nosotros estaríamos bien. Pero entraste de la peor manera a nuestras vidas-
-Antonella, no quiero que me defiendas.- Interviene sorpresivamente el chico. -No es por orgullo, es por razón. De ser necesario, si quieres perdonarme podría alejarme de ustedes, pero Antonella es mi amada y no la quiero dejar ir así como así-
-Suenas como caballero de películas. Una del cual sacaste esa frasecita barata-
-Oye, lo que te estoy diciendo es cierto- Se acercó con brusquedad a mí, como si le fuese molestado el hecho de que no crea en sus sentimientos por mi mejor amiga.
-No te podrás acercar mientras yo esté a su lado.-
Antonella me miro sorprendida, parecía tomar raro el hecho de que la quisiera a mi lado después de aquella pelea.
-No quiero la tensión entre ustedes. A ambos los quiero como a nadie-
Quería tomar a Antonella del brazo y jalarla lejos para terminar con esto. No soportaba verla tan cerca de él, es más, estaba aguanto las enormes ganas de golpearlo. Se me hacía un nudo en el estómago, eran mis celos hablando por si pero los controlaba como a nadie.
-¿Qué tal si nos reunimos para pasarla bien en algún sitio? Todos juntos. Adam, ustedes y yo. ¿Les parece intentar llevarse bien?-
Frunci el ceño inmediatamente, la idea que acabo de escuchar salir por sus labios era tan descabellada. Absolutamente no dejaría que eso pasara, no quiero llevarme bien con él ni porque me pagaran.
-No quiero verlo a él jama...-
-Estaría totalmente dispuesto- Me interrumpió el chico. En el momento en que inclino la cabeza frente a mí, no era remordimiento, se estaba incluso avergonzando delante de mí para probar que era capaz.
Lo mire confundido un par de segundos. Volteo a ver a Antonella, con su hermosa cara de cachorro suplicándome que aceptara a su salida. No quería, quería golpearlo en ese momento y decirle que muestre algo de valentía.
-Si no resulta, si das al menos un paso en falso, ¡Te juro que te devolveré la apuñalada aunque no hayas sido tú el que sostuvo la navaja!- Nuestros rostros estuvieron prácticamente cerca. Mi mirada solo expresaba rabia y odio, en algún momento sentía que lo estrangularía. Y acabo de jurar, no será en vano... así me criaron.
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Inside You
Teen FictionEthan, un estudiante de medicina completamente enamorado de su actual novio Adam, un joven pintor con un mutuo sentimiento. Su relación podrá tener muchos altibajos por problemas externos y que los podrá llevar a la completa desesperación. ¿Podrán s...