CAP. 18 - Despues hablaremos de eso

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Un impulso abrumador recorrió mis ojos, tenia unas intensas ganas de abrirlos pero estos parecían pesar demasiado, no lograba ver con claridad con mis ojos entrecerrados, una luz blanca alumbraba por completo mi cara. ¿Donde estaba? ¿Que hacia? No tenia la suficiente conciencia como para recordar, apenas podía pensar, la voz en mi cabeza recorría sin fin de veces a todos los lados y cada neurona de mi cerebro haciendo preguntas. Sabia que no era un amanecer cualquiera, que no estaba en mi cuarto despertando en mi cama... ¿Donde estaba?

-Su hijo había perdido demasiada sangre a causa de la herida...-

¿De quien coño era esa voz?, no provenía de mi mente, la estaba escuchando, era una voz madura y tosca, algo gruesa. Lo único que se me vino a la mente es que era de un señor mayor.

-El arma no alcanzo ningún órgano de suma importancia para su vitalidad, pero la perdida de sangre fue muy drástica y momentánea...-

Y el hombre siguió hablando, con mis ojos entrecerrados apenas pude visualizar la sombra, la sombra del señor y de alguien mas que lo acompañaba.

-Pero Ethan se encontrará bien con unos cuantos días de reposo-

Después de esas palabras pude escuchar un fuerte suspiro mas un "gracias" de una voz muy familiar. No pude aguantar mas los ojos, pensaban demasiado como para aguantar y volví a caer en un profundo sueño.

...

Volví en mí de nuevo, mas confundido de que nunca, poco a poco comenzaba a recordar pero no abría mis ojos, no podía aunque quisiese, movía lateralmente mi cabeza y unas cuantas veces, no me sentía cómodo, hacia demasiado frío y mi cuerpo temblaba. Mis ojos por fin cedieron, logre abrirlo inmediatamente, la luz de la lampara de la habitación logro escandilarme un poco, con ambos de mis puños frotaba mis ojos fuertemente, todo se volvió borroso por unos segundos hasta que pude enfocar bien la habitación.

Era un cuarto completamente blanco, con una cerámica de porcelana blanca y un techo blanco. Mi cabeza seguía dando vueltas, estaba mas inconsciente que nunca pues aun no lograba ubicarse, mi cuerpo se sentía cansado, agotado apenas y podía moverlo y... ¡AGGH! ese terrible dolor en la espalda, apenas podía sentir sus punzadas y me causaban leves dolores. Mis gestos de dolor eran evidentes cuando intente sentarme en mi cama.

En eso note la precensia de alguien, no me había dado cuenta antes pues aun estaba algo aturdido, pero a uno de mis costados se encontraba Adam completamente dormido, sentado en una silla mientras reposaba su cabeza en la cama cerca de mi pierna. Lo observe un momento, detenidamente, como un tierno puchero brotaba de su labio, como levemente respiraba, note unas grandes bolsas negras debajo de sus ojos, parece haberse desvelado. Intente estirar mi brazo para alcanzar su mejilla, flexione solamente un poco la espalda cuando de esta comenzó a invadir otra punzada de dolor. Volví hacia atrás formando una gran mueca de dolor.

Pude observar mi mano, dandome cuenta del suero que entraba por mis venas mediante una aguja. ¿Estaba en un hospital? Traia puesta una bata, la cama totalmente mecánica y a mi otro lado una mesita de noche con un cajón abierto, donde habían pastillas y medicamentos para el dolor, calmantes y relajantes musculares. Lo único que lo confirmo fue cuando una enfermera entro de improviso al cuarto y al verme despierto mostró una radiante sonrisa.

-Que bueno que ya haya despertado Sr. Grake- La voz parece haber despertado a Adam, quien abrió repentinamente los ojos y se levantó. Estiro los brazos y bostezo fuertemente, no se había dado cuenta que estaba despierto y cuando lo hizo me miro a los ojos sorprendido.

-¡Ethan!- Grito exaltado mientras rodeaba sus brazos en mi cuello y me abrazaba fuertemente. -¡Oh dios! Que bueno hayas despertado me preocuparse demasiado, ¡Por dios estúpido castaño!- Decía mientras aun me abrazaba fuertemente.

Solté un quejido de dolor y Adam se separo de mi preocupado de haberme lastimado. Me miro a los ojos ojos nervioso y yo como pude solo le di una sonrisa para que se relajara un poco. Él dejo salir un suspiro y volvió a sentarse.

La enfermera por su parte se acerco al costado de mi, para cambiar la bolsa de suero ya que esta se había agotado. Mientras lo hacia soltaba miradas picaras hacia mi y no dejaba de sonreír. Su cabello era completamente negro, enrollado y peinado perfectamente con un moño en su cabeza que sostenía su cabellera y unos labios que brillaban de un tono rojo fuerte por el labial. Obviamente Adam se dio cuenta y su rostro se puso rojo de los celos.

La chica saco una llave de su bolsillo y quito el seguro que tria un cajón de la mesa de noche. De allí saco un portapapeles y comenzó a anotar, seguro era hora, dosis y tipo de suero que le estaban administrando. La chica paso a ver a Adam y lo señalo con el bolígrafo.

-¿Eres pariente del paciente? ¿Un amigo?-

-Su novio.- Adam dijo directamente. La enfermera paro de anotar por un momento procesando sus palabras, quedo atónita por unos segundos y luego volvió a escribir normalmente en aquellas hojas.

-...Su..¿Que?- Una voz femenina se escucho en el cuarto, todos volteamos a ver en dirección a la puerta. Mi madre se encontraba parada, apoyada a la orilla de la puerta con su mano tapando su boca, estaba totalmente impresionada, se notaba su rostro en shock.

-Yo saldre a atender a otros pacientes. El doctor vendrá en unos momentos para verificar si se te puede dar de alta- La enfermera se sintió de sobra en el lugar y decidió marcharse inmediatamente, con el típico "disculpe" fue lo que dijo antes de salir y cerrar la puerta.

Adam tomo mi mano y la apretó fuerte, estaba totalmente nervioso mientras observaba a mi madre acercarse lentamente. Apoyó ambas manos en la cama logrando quedar de pie después de la atónita noticia.

Mi corazón se hizo un nudo, mi nerviosismo alcanzo cada parte de mi cuerpo haciéndolo estremecer, no podía decir palabra y no quería, debía explicarle pero prefería que hubiera una forma de borrar su memoria, justo ese momento en el que escucho a Adam.

-Mama..- las palabras salían solas, mas fui interrumpido.

-Hijo. ¿Desde hace cuanto están en esto?- ella pasaba su mano por su nariz mostrando su contó uno tic nervioso, en su rostro no podía leer nada, no veía decepción, no veía furia, no veía alegría, ni tristeza, ni desesperación.

-Hace unas cuantas semanas...- Dije en un tono bajo.

-Ok..- no parecía decir mas nada, no se veía en desacuerdo, pero tampoco parecía aceptarlo así como así. Me límite a bajar mi mirada. -Después hablaremos de eso...-

Podía ver a Adam igual de nervioso que yo, varias gotas de sudor parecían recorrer su frente y mordía su labio inferior. El tampoco quería decir palabra, parece haberse arrepentido de ponerse celoso y de decir lo que dijo.

-Mama, quiero que...-

-Ahora no importa hijo, lo que me importa y mucho mas es tu salud- se acerco con una sonrisa forzada a sobar mi mejilla con suavidad y cariño. -Ahora me importa que estés bien- Planto un tierno beso en mi frente mientras seguía sonriendo.

Otros dos cuerpos entraron a la habitación. Uno cargaba puesto una bata medica y inmediatamente supuse que era el doctor que me atendía, pero la otra persona traía puesto un uniforme policial. No podía encontrar razón de lo que hacia acá, ni siquiera recordaba bien lo que hacia allí.

-Muy buenos días, disculpe las molestias señores...- Hablo el doctor. -Ethan, veo que estas mejorando eso es bueno- Dijo con una sonrisa en el rostro y yo le devolví el gesto. -Este oficial quiere hablar contigo y con tu joven amigo a solas- Explico el medico.

-¿Hablar? ¿Sobre que?- Dijo mi madre en tono de preocupación.

-Tranquila señora, solo serán unas cuantas preguntas, sabemos muy bien que lo que paso con su hijo fue un intento de homicidio y queremos hallar al culpable- Esbozo el oficial.

-No, mi hijo se encuentra aun ma...-

-Esta bien...- Dije en tono seguro, el oficial estaba aquí para tomar declaraciones y buscar una denuncia por parte mía. No estaba seguro de lo que iba a decir, no estaba seguro en que problemas me metería. -Contestaremos cualquier pregunta- Mire a Adam y me Sonreí para darle confianza, estaba nervioso al igual que yo. Él solo asintió.

-Es momento en que los dejemos a solas- Indicó el doctor a mi madre para que saliera de la habitación y el oficial comenzara el interrogatorio.

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