CAP. 2 - Mi Propiedad

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Abroche el botón de mi pantalón ajustándolo a mi cintura, la camisa que tenia puesta actualmente desarreglada y mi cabello despeinado. Todo esto fue el resultado de aquella oportunidad que se dio en aquel mismo sofá.

El no apartaba la mirada de mi y yo tampoco de el, observando como me vestía y arreglaba, cosa que me gustaba, que solo me estuviera mirando a mi, que yo fuera su centro para el.

-¿No te vas a vestir tu también?- solté una pequeña sonrisa al aire.

-Debería... Pero verte así fijamente es mejor- Dijo Adam aun tumbado en aquel sofá. Ya varias veces mordía su labio con ansia y soltaba sonrisas picaras momentáneas.

-Dejate de juegos, dentro de poco me vienen a buscar y necesito estar vestido- Dije ligeramente sonrojado por aquella mirada fija, "¿así era como se sentía en aquel entonces?, se siente demasiado bien"- pensaba.
Termine de abotonar mi camisa y tome el teléfono que había dejado tirado en el sofá. Ojee varios de los mensajes que me habían llegado, cosa que me distrajo de los ojos Adam, este se levanto del sofá completamente desnudó y con calma quito el teléfono de mis manos, volvió a rodearme el cuello entre sus brazos y pego sus labios a los mios. Yo abrace fuertemente al chico mientras lo besaba, sentía su espalda desnuda, acariciaba cada centímetro de este.
Volví a sentir esas inmensas ganas recorrer mi cuerpo, así que me aparte del beso con una ligera sonrisa.

-No falta mucho para que me recojan- Le aclare.

-Solo sera un momento de diversión- sonrío pícaramente mientras desabotonó los dos primeros botones de mi camisa y volvía a acercarse a mi buscando besarme el cuello.
De afuera se escucho un auto estacionarse en la calle, "llegarían a buscarme"- pensé.

Asome ligeramente mi cabeza por la ventana y me di cuenta que no era exactamente la persona que pensé.
-¡Es tu hermana!- Dije en un tono de voz bajo para que solo Adam pudiera escuchar.

No pude evitar ponerme nervioso, y de mis nervios era imposible no reírme, Adam completamente desnudo en la sala y los cojines del sofá totalmente mal arreglados. El chico levantó rápidamente sus prendas y corrió hacia la barandilla de las escaleras, momentáneamente regreso y para mi sorpresa se lanzo a mi para darme con corto beso.

-¿Que estas haciendo? Corre...- Dije sin poder evitar reírme del momento. Adam volvió a partir rápidamente a subir las escaleras, con las prendas en la mano esperando llegar a su cuarto.
Ligeramente se escucho el sonido de la llave siendo introducida por la cerradura de la puerta principal de la casa. La puerta fue abierta permitiendo la entrada a una joven de cabello largo y negro, piel bronceada y cuerpo de modelo.

Entró a la casa y la primera habitación que esta conectada a esta es aquella sala, en donde me encontraba yo, parado con dos botones de mi desbotonados y sin zapatos. Ella me miro de pies a cabeza y por un momento no tuvo reacción.

-¡Por Dios! Cuanto has crecido- Dijo algo emocionada y alegre. Se acerco a mi para darme un fuerte abrazo y estrechar mi pecho contra sus abultados senos.

-Tiempo sin verte Monic- Ligeramente sonreía, puesto a que la conozco de hace años mas llevaba tiempo sin verme.

-Te has vuelto todo un hombre, y muy apuesto- su sonrisa ligera se hizo cada vez mas inusual de lo esperado y aun después de separarme de su abrazo rodeaba mi cuello con sus brazos.
-Gracias, a ti veo que también te ha ido bien, eso es bueno- Intentaba disimular la incomodidad con una sonrisa, pero no significaba el hecho de que no estuviera disfrutando el sentir sus senos.

-¡Ay! Que lindo.... ¿Estas aquí para visitar a mi hermano?, claro, es obvio, fueron muy amigos en la infancia- Desvío la mirada hacia aquel desastre en el sofá. -Y veo que hicieron una guerra con los cojines, parecen unos niños-

-Sii...- una gota de sudor caía por mi frente en ese entonces.

-¿Y donde esta Adam?- Preguntó algo desconcertada mirando a su alrededor.

-¡Aquí estoy!- Había llegado Adam ya vestido en ese preciso instante, bajando las escaleras algo apresurado. -Estaba buscando unas cosas-

El chico se quedo mirando detalladamente el como Mónic me abrazaba con tal cariño, sus mejillas se volvieron rojas y su sonrisa parecía algo falsa.

-Hola Adam, no me dijiste esta mañana que tendríamos visitas- Me miro fijamente a los ojos. Yo buscaba mirar a los de Adam, pero este la desviaba sin permitirme hacerlo.
-Fue de imprevisto, por eso no te comente nada- Dijo con un tono algo seco. -¿No tienes que ir con algún pretendiente?- frunció Adam levemente el ceño.

-Ninguno es de mi interés, a menos que no me atraiga no me interesa- Dijo con un tono suave y seductor hacia mi, sus intenciones eran claras y los celos de Adam eran evidentes. Frotaba levemente sus senos en mi pecho provocando un sonrojeo en mis mejillas.

Hubo un minuto de silencio en el ambiente, ninguno de los dos varones de la sala sabíamos que decir, la verdad era incomodo para ambos.
-¿Y no has tenido novias?, con ese rostro de galán debes tener a muchas de tus compañeras de clases a tus pies- Monic ligeramente acaricio mi mejilla.

-He tenido unas cuantas y tampoco es para tanto- Mis mejillas hervían de lo avergonzado que me sentía y sonreía por educación.

-¿Y no te has interesado en mujeres mayores?, así como yo- Pregunto sadicamemte, cosa que inmediatamente hizo estallar los celos de Adam.

El chico me tomo de la mano y me halo hacia él separándome a la fuerza de su hermana. Tomo mi barbilla y elevó su cuerpo hasta que mis labios se juntaran con los de él. Su hermana no pudo evitar quedar completamente desconcertada al ver tal acto de su hermano.

Nos separamos del beso y baje levemente mi mirada al suelo mientras Adam observaba a su hermana detenidamente. Había marcado territorio solo que no parecía momento de hacerlo.

-Él es de mi propiedad hermana, lo siento- Se notaba que el chico sentía satisfacción al demostrar su completo dominio ante la situación y en su rostro se marcaba una sonrisa retadora. Mire a los ojos de Monic, quien seguía boquiabierta y acenté con la cabeza demostrando que lo que decía era cierto.

-No me esperaba que fuese así, pero esta bien, lástima con tu rostro fueras hecho milagros con cualquier mujer- Dijo aceptando su perdida y marchándose a su habitacion. Mire a los ojos a Adam y algo molesto le reclame.

-No debiste hacer eso, no me parecía el momento-

-A mi me parecía el momento justo- Me respondió.

Sonreí ligeramente y acaricie su cabello. -Te veías tan lindo celoso...- No pude evitar darle un beso en la frente, mientras el me rodeaba entre sus brazos y me daba un fuerte abrazo.

-...Mi propiedad-

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