My Hope | JORTINI |

Capítulo 1. "El nuevo chisme''

Odiaba el hecho de tener que ir al instituto continuamente, pues prefería quedarse en su cama durmiendo. Siempre sucede así, holgazanea y luego reflexiona. Se pone de pie dispuesto a empezar su día, aunque la rutina era siempre igual.

—¡Jorge llegarás tarde si no te apresuras! —el gritó de su madre lo hizo resoplar. Odiaba escuchar eso todos los días.

Se dio una ducha rápida y prosiguió a vestirse. Bajo corriendo hacía la cocina en donde su madre y su padre se encontraban. Su madre terminaba de hacer el desayuno, y su padre leía el periódico.

—Buenos días —murmuró sentándose.

—Hoy no podrás usar el auto, Jorge —informó su padre sin mirarlo.

—¿Qué? —Ahora había empeorado la mañana.

—Me llegaron noticias, me comentaron que estuviste te escapaste en el coche a una fiesta con uno de tus amigos —su padre no le dirigió la mirada, pero su tono de voz indicaba que estaba molesto.

—¿Es cierto, Jorge?—su madre lo miro con sus labios apretados.

Suspiró cansado, sí lo había hecho pero había una buena razón: Quería divertirse. Estaba aburrido de la vida cotidiana y quería ir a beber y pasar la noche con Beth.

—Me tengo que ir —contestó, tomando sus cosas dejando a su madre molesta.

Salió de ahí y revisó la hora en su teléfono, sabía que llegaría tarde. Murmuró una maldición y se echo a correr, el instituto quedaba lejos como para llegar corriendo. No dejó de correr hasta que se llevo a una chica con él.

—Lo siento —dijo él ofreciendo su mano para ayudarla a levantarse, pero la chica no la aceptó.

—Ten más cuidado—le respondió con voz apagada, parecía algo ¿triste? Bueno a él no le importaba.

—¿Estas bien?—Bueno, quizá un poco.

—Si —respondió la castaña, sin mirarlo y comenzó a alejarse.

Jorge por un momento pensó que ahora estaba en una película de terror, en él que una chica hermosa se presentaba y se alejaba a la nada. Sin embargo, la vio limpiarse las mejillas. Estaba llorando y no había sido por el hecho en el cayó al suelo por su culpa.

Se encogió de hombro y comenzó a correr de nuevo, por suerte llegaría temprano. Al llegar se encontró con sus amigos charlando sin preocupación alguna, y también localizó a Beth.

—Jorge—ella se acercó colocando sus brazos en su cuello— ¿Vendrás a mi casa está noche?

No estaba de buen humor para hechar un buen polvo, se lo iba a pensar. Se acercó a sus labios y ella esperaba a que la besará, pero solo sonrío.

—Lo voy a pensar —se alejó de ella acercándose a sus amigos— ¿Algo nuevo?

—Lo normal, aunque parece que tendremos a alguien nuevo aquí —Su amigo sonrío con malicia—vamos a molestarlo.

—¿Esta por aquí? —preguntó curioso, seria divertido. Su amigo negó con la cabeza.

—Tom y yo supimos que vendrá mañana —le explicó, señalando al chico al lado.

—¿Y a ti que te sucede? —lo miró con la cabeza ladeada.

—Nada—dio un largo suspiró, eso puso en alerta a los dos chicos.

—Dinos que no te has enamorado —el chico se encogió de hombros sin decir palabra alguna — Lo perdimos Will.

—Eso parece —respondió Will, mirando a Tom como si fuera un bicho raro.

Iba a decir algo más pero la campana sonó avisando a todos que tenían que ingresar a clases, verdaderamente a Jorge no le importaba el instituto ahora. Su amigo se había enamorado, lo había perdido. Enamorarse era irse directo a la auto-destrucción y quedarse ahí durante mucho tiempo. Según su punto de vista.

—No te preocupes —dijo Tom, palmeando su hombro. Su amigo sonrío con diversión —¿O caso sientes algo por mí?

—A veces eres un imbécil —respondió Jorge con una risa incluida.

—Sabes esté amor no es correspondido —siguió Tom, fastidiándolo.

—Si sigues hablando enserio romperé tu nariz —contestó Jorge sonando amenazador, pero Tom sabía que bromeaba.

[...]

Estar en el salón parecía una tortura, así que decidió escuchar mejor a las dos chismosas que hablaban sin importarle el profesor al frente.

—Supongo que vendrá mañana—murmuró la pelirroja.

—Dicen que la han expulsado de dos institutos—le respondió la pelinegra.

—Espero que se mantenga alejada —fingió preocupación.

—Que bueno que corrimos el chisme de que es un chico —las dos rieron—. Imaginas el día que llegué, recuerda como es aquí...

El profesor llamo a la pelirroja preguntándole sobre el tema, le provocó diversión ver la escena de la chica hablando de cosas sin sentido. Sin embargo, su cabeza regreso al... nuevo chisme.

‘¿En verdad es será una chica?’