My Hope | JORTINI |

Capítulo 16. "Buenos Amigos"

—Esto no se trata de mí —dijo Jorge, evitando ese tema.

—Si, se trata de mí y parte de mí eres tú Jorge —dijo Sasha—. ¿Te gusta?

—Sasha, mejor dime qué harás con el embarazo —evadió Jorge.

—Le diré a la tía Cecilia —le dice Sasha—. Mi tío fue el primero en saber, sobre mi... embarazo.

Jorge la miró unos segundos, estaba impresionado de la noticia. Eso no significaba que él no la apoyaría, porque se negaba a dejarla sola en esa etapa. Atrajo a Sasha a sus brazos, estrechándola fuertemente.

—No estás sola en esto—le susurró Jorge acariciando su cabello.

—Gracias —dijo Sasha respirando hondo—, pero sé que te has enamorado.

Jorge tensó todos sus músculos, no le gustaba creer en el amor. Además la castaña y él apenas se conocían ¿Se había enamorado? Se río en silencio de sólo pensar en eso, podía existir cierta atracción, pero jamás, iba a enamorarse.

—Sé que no crees en el amor —dijo Sasha interrumpiendo sus pensamientos—. Pero esperaré hasta que admitas que te has enamorado de la chica.

Jorge suspiro alejándola —: Ella y yo sólo nos conocemos hace unos días, es imposible ‘‘enamorarse'' en tan poco tiempo, Sasha.

—Sé que te sucede algo con ella...

—Quizá sólo es atracción, Sasha —la interrumpió—. Además ella y yo no congeniamos, quizá llegamos a ser buenos amigos.

—Pero...

—Pero, nada...—suspiró Jorge—. Mi madre no tarda en venir hecha un manojo de nervios.

—Creo... creo que querrá matarme —dijo Sasha, su voz quebrándose a mitad de la frase—. No quiero que se decepcione de mí, por ser tan estúpida.

Sasha dejó escapar algunos sollozos, haciendo que a Jorge se le estrujara el corazón. La abrazó de nuevo alentándola, contradiciendo cualquier insulto que ella misma se hacía.

Horas después Sasha se encontraba dormida, su cabeza descansaba en el regazo de Jorge. El sólo miraba su nariz enrojecida y sus labios hinchados por sus lágrimas y sollozos, odiaba tener que ver esa imagen, ella era como su hermanita a la que hirieron. Jorge quería moler a golpes a quién, siquiera se digno a darle la idea del aborto.

Jorge acomodó a Sasha en su cama dejándola descansar, mientras el salia en silencio de la habitación. Escuchó a sus padres hablar en la sala, pero no quiso entrometerse, les daría su espacio para saber como reaccionar con Sasha.

Entró a su habitación llegando directamente hasta su ventana, el cielo estaba oscuro. Había anochecido y ni siquiera lo había notado, él y Sasha estuvieron varias horas juntos sin siquiera pensarlo.

»Te has enamorado« _recordó las palabras de Sasha.

Para Jorge seguían sonando estúpidas, él no estaba enamora, podría llamarse solo una simple atracción. Caminó hasta su cama, sentándose en ella pensando en la castaña, ella era muy hermosa, le gustaba fastidiarla, sin embargo ella guardaba cosas que no le permitían acercarse a ella. Entonces...

¿Por qué se supone que iba a “enamorarme”?_pensó Jorge.

Ella tenía su temperamento bipolar que a veces le preocupaba a Jorge, pero trataba de no hacerlo visible ya que él prometió que no se preocuparía. Era casi imposible, pero se abstenía de preguntarle lo necesario para saber si está bien. Pensar en la castaña le causaba un pequeño dolor de cabeza, ella era la persona más complicada que había conocido.

Su teléfono vibro en su bolsillo, rápidamente tomó su teléfono, queriendo ver su nombre. Miró el identificador, decepcionándose.

»Beth.«

[...]

—Tini, despierta.

—No...—se quejó la castaña.

—Se hizo de noche —le dijo Marie.

Tini rápidamente se puso de pie, frotándose los ojos. Miró a Marie con preocupación, enojo y muchas emociones más al saber que había anochecido.

—Odio el anochecer —murmuró Tini.

—Tranquila, todo estará bien —mintió Marie.

—Gracias por mentir, Marie —ironizó la castaña.

—Es que no sé que sucederá, pequeña —los ojos de Marie se llenaron de lágrimas, sentándose en la pequeña cama.

Tini se acercó a ella, flexionando sus piernas. Tomó las manos de Marie, sintiendo un poco de preocupación por ella también.

—Marie, no te preocupes, te hará mal —le dijo con preocupación—. Además, la vida no es justa conmigo —añadió la castaña, rechazando las ganas de llorar.

—No, pequeña —dijo Marie acariciando el cabello de Tini—. La vida si es justa, sólo...

Tini se puso de pie dejando de escuchar a Marie—: ¡La vida no es justa conmigo! ¡No sé ni porqué estoy viviendo!

—Tini...

—¿Qué, Marie? —los ojos de la castaña estaban cristalizados—. ¿Me dirás que la vida es buena? ¡¿Por qué conmigo no lo es?!

Salió de la pequeña casta de Marie, cerrando sus manos en puños. Estaba evitando las ganas de llorar, miró la hora en ese teléfono que únicamente servía para llamadas. Miró la hora y  sentir las nauseas, su rostro se torno pálido.

»Es tarde...« _fue su primer pensamiento.

La única esperanza de Tini era correr y que el lugar estuviese vacío. Pero, la suerte nunca estaba de su lado.