Capítulo 24."¿Un Diario?" PARTE ll.

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—¿Qué hago? —se pregunta ella misma.

—Desconocida, me está doliendo el brazo. No es momento de que te vuelvas loca —se queja de nuevo Jorge.

—Cállate, estoy pensando —dijo ella, caminando de un lado a otro.

—Desconocida... —dijo Jorge, tratando de llamar la atención de Tini.

—No puedo dejarlo entrar, es muy probable que mis problemas aumenten...

—Desconocida...

—... sabía que no era buena idea ¿Por qué lo invité? ¿Debo llevarlo al hospital? Sabia que él me aumentaría mis problemas.

—¡Tini! ¡Basta! —gritó Jorge, tomando los hombros de la castaña—. ¡Estoy bien! ¡Solo era una broma!

La castaña se quedó en silencio por unos segundos, acto seguido le dio una bofetada a Jorge.

—¡Estúpido! ¡¿Sabes cuánto me asuste?! —gritó empujando el pecho de Jorge, tratando de hacerlo caer—. Eso no es un juego —otro empujón—, pensé que por mi culpa te habías roto el brazo.

Jorge tomó las muñecas de Tini, mirándola fijamente. La respiración de la castaña era agitada, ella estaba esperando que Jorge hiciera algo.

—¿Te preocupaste por mí? Lindo. Mi amiga, se preocupo por mi. Ahora, escalemos ese árbol.

[...]

—Realmente esto es un desorden —comentó Jorge, riendo.

—Si... digamos que tuve algunos problemas —respondió la castaña, cortante.

La castaña se sentó en su cama mirando a Jorge admirar su reflejo en el pequeño espejo. Las manos de Jorge arreglando su cabello castaño y haciendo poses de chico malo.

—Perfecto, eso es totalmente ridículo —dijo la castaña poniéndose de pie—. Harás que se gaste mi espejo, se supone que las chicas posan al espejo, no los hombres.

—Estoy arreglando mi cabello, que está repleto de tierra —gruñó él—. Además, no eran poses. Estaba estirando mis brazos que se sienten doloridos.

—Si, por supuesto —respondió la castaña, indiferente—. ¿Quieres agua?.

—Si, creo que eso estaría bien.

—No toques nada, mientras no estoy y no salgas de está habitación —advirtió ella saliendo de la habitación.

Jorge miró que la castaña no tenía alguna foto de sus padres en su habitación, y que había poca decoración en esa habitación. Recordó que en la habitación de Sasha había maquillaje de todo tipo y varios perfumes. En la habitación de la castaña solo había de ese tipo de maquillaje que cubre las imperfecciones o eso le había dicho Sasha una vez, cuando el le preguntó de que servía todo eso.

Se giró y vio que el armario estaba abierto, recordó que ahí lo había encerrado la castaña una vez. Después de eso ellos se habían besado y sintió que el mundo no importó en el momento del beso.

Jorge caminó hasta allí y se dio cuenta que estaba más desordenado que la última vez, pero había algo que llamaba su atención. Ahí estaba aquel cuaderno que no quiso leer, sin embargo ahora se encontraba cerca de él. Lo tomó sin siquiera pensarlo, le llamaba la atención verlo.

Miró la primera página que parecía ser un dibujo, pero estaba rayado con una gran “X" y la hoja estaba dañada. Logró leer una línea que se encontraba en la esquina de la página.

“Tengo miedo, Mami.
Carta 1"

Jorge frunció el ceño, y se preguntó: ¿Qué era eso? ¿Un Diario? o ¿Cartas escritas no enviadas? Sabía que estaba invadiendo la privacidad de la castaña. Pero había algo... algo que hacia que no soltará aquel cuaderno.

—¿Qué haces?

My Hope | JORTINI |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora