Capítulo 6. "Tendremos un lindo día"

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-Jorge ¿Estas escuchándome ?- preguntó Beth desde el teléfono.

-Si...-le contestó distraídamente.

Seguía pensando en la castaña, y su gran 'despedida'. Realmente no sabía porqué la castaña era así de fría con él ¿Cual era su problema? No lo sabía, pero tenía que descubrirlo.

-Adiós Beth -dijo colgando, se había aburrido del parloteo. La dejó de escuchar desde el "Te contaré mi día...".

Jorge se acercó a su ventana viendo a la luna, la noche era hermosa. Suspiró con desesperación, el podía estar disfrutando de la noche y dejar de pensar en la castaña. Porqué sí, estaba pensando en ella. Sí, quizá solo haya sido un mínimo de tiempo en el que la conoció. Pero de alguna manera, algo en ella le interesaba. Tal vez era porque no recordaba de dónde la conocía.

¿La vio en alguna fiesta? ¿Bebieron juntos alguna vez? ¿Durmió con ella y por eso su comportamiento frió? ¿Hablaron alguna vez?

Agitó su cabeza, desechando sus pensamientos y dudas. Tenía que dejar de pensar en ella, pero no iba a lograrlo hasta no saber de dónde la conocía.

»Pretextos «_ le susurro su consciencia.

[...]

-Estas muy distraído, Jorge -le dijo Tom, golpeando su hombro.

-No lo estoy -le respondió, girándose para verlo.

-Si, lo estas -le contradijo- Hace pocos segundos te dije que Beth estaba con otro.

-No me importa -se encogió de hombros.

Realmente a Jorge le importaba muy poco con quién estaba Beth, en estos momentos preferiría que ella se alejará. Ciertamente ya se había cansado de Beth, tuvieron grandes momentos sí, pero todo llega a su fin.

-¿Te sucede algo? -Tom volvió a insistir.

-No -dijo rodando sus ojos- ¿Por qué piensas que me sucede algo?

-Te dije que estás distraído y... parece que éstas pensando.

Jorge Le golpeó la cabeza-: ¿Que quieres decir?

-Nunca piensas -Tom rió mientras recibía otro golpe en la cabeza- Vale, vale. Es una broma.

-No sé porqué eres mi amigo -negó con la cabeza- ¿Y Will?

-Dijo que tenía cosas que hacer, más importantes que ir al instituto -le explicó.

-¿Qué cosas? -preguntó Jorge con curiosidad.

-Bueno... su ex regresó hoy y quiere verla -le explicó Tom dudoso.

-¿Su ex? -se rió- ¿Acaso regresará con ella?

-Supongo -dijo, encogiéndose de hombros.

-¿Soy el único que no está enamorado? -preguntó Jorge, con diversión.

-Lo harás -dijo Tom con convicción.

Se rió, pero su risa se fue apagando. Y la miró. La castaña caminaba sin preocupación hacía el instituto, caminado cerca de él ignorándolo. Quiso tomarla del brazo y decirle que tuviera un poco de educación, y saludarlo, pero sólo se limitó a apretar sus labios.

-Tengo que irme -le informó Jorge a Tom, corriendo para alcanzar a la castaña.

Se acercó y caminó junto a ella tomando en cuenta que ella sabía de su presencia y lo estaba ignorando, cosa que divirtió a Jorge. La castaña comenzó a suspirar, con cansancio. Obviamente quería deshacerse de él.

-Tenemos planes -dijo Jorge, sonando como una afirmación.

-¿Tenemos? -rió amargamente- No recuerdo haber hecho planes contigo.

-Pues tenemos -le contestó.

-No.

-¿A qué te refieres?

-No tengo planes contigo -le dijo la castaña-, y no quiero salir contigo.

-Tendremos un gran día -dijo Jorge, ignorando lo mucho que se estaba enojando- Y no puedes salir de está.

-¡Oye, no entiendo! -dijo la castaña exasperada- ¿Por qué quieres salir conmigo? ¡Ni siquiera sabes mi nombre!

-Claro que sé tu nombre -respondió, mientras que la castaña elevaba una ceja- ¿Te llamas, Clark?

-No -dijo ella suspirando.

-Sabes, te llevaré ahora aunque nos perdamos los cursos de hoy -le dijo tomándola sin previo aviso, lanzándola sobre su hombro como un saco de papas.

-¿Qué te sucede? -golpeó su espalda con sus puños.

-Te he dicho que tenemos planes.

Salió del instituto con ella en su hombro, ella golpeando fuertemente su espalda. Caminó hasta su auto, riendo por los grandes insultos que la castaña le decía.

-Compañera te llevaré a un lugar en donde deberías de sonreír.

La castaña congeló sus golpes y sus insultos, como si la hubiese lastimado sin hacerlo a propósito. Pero lo había hecho, y la castaña no dijo nada.

-Sube -le ofreció el con una sonrisa, bajándola de su hombro.

-Nunca me pidas que sonría -le dijo la castaña con una frialdad- porqué eso no existe para mí.

My Hope | JORTINI |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora