Capítulo 35

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Cada paso que daba cada ves me arrepentida de mi decisión. Cuando me enteré lo de mi madre decidí que haría esto mas fácil a pesar de sus consecuencias, salí de casa en la madrugada, antes de irme vi a Jacob en el sillón. Me quedé un segundo admirandolo, si iba a morir, moriría por salvar la vida de mis seres queridos, así como no lo hice por... Ana. Ellos me quieren a mí a mas nadie. ¿La razón? No lo se, pero es lo que voy averiguar aunque me cueste la vida. Me dirigí hacia la dirección como me lo indicaba el GPS. Era un barrio, pero sus casas eran bonitas, no como esas casas que se ven deterioradas y sin pintura, era algo asi como un Barrio Decente. Unos hombres se me acercaron, mirándome y sin decir una palabra, giraron haciéndome entender que los siguiera. Los hombres llegan a una casa y abren la puerta dejándome pasar primero. La casa por dentro era moderno, no daré detalles ya que los hombres me toman del brazo y me guían hacia las escaleras, giramos hacia una puerta, era una oficina y un hombre con cabello era castaño y estaba sentado en la silla dandome la espalda detrás de la mesa y frente a ella habían dos sillas mas. Los otros cerraron la puerta detras de mi, mi corazón ya lo sentía en mi garganta.

-Al fin llegas... Vanessa-no puede ser, esa voz ya la había escuchado antes. El tipo se da media vuelta despacio y cuando le pude ver la cara, mis ojos se cristalizaban llevándome mis manos a mi boca.

-Tu... pero... ¿Cómo es posible?-lo tengo frente a mi y no lo creo. Mi familia lo creía un miembro más de la familia. Pero es un boble cara

-Verás, todo fue un engaño. Necesitaba de alguna forma hallarte y saber más sobre ti, y que mejor forma que utilizar al idiota de tu primo. Claro que me llevó varios años pero lo logré-sus manos estaban sobre el escritorio sonriendome de manera siniestra.

-Eres un maldito Kay. ¿Qué demonios quieres de mi? ¿Por qué me quieres lastimar? ¿Qué fue lo que te hice?-sentía que me faltaba el aire. Fue una muy mala idea venir sola a éste lugar.

-Es que ¿ya lo olvidaste? ¿Ya olvidaste a tu amiguita... Ana?-trataba de articular alguna frase coherente pero no podía. Mi estómago se contrajo y en mi garganta se estaba formando un nudo.

-¿Qué tiene que ver ella en todo ésto?-le dije de manera brusca y haciendo que no notara mi nerviosismo.

-Te contaré una historia-esquivó mi pregunta y se levantó de su silla para acercarse a otra que estaba apartada del escritorio-Siéntate Vanessa-su semblante se tornó frío y sin protestar me senté, él seguía de pie y caminó por toda la oficina y se giró.

-Hace 4 años, Adam Brook, osea mi hermano, hizo una de las mejores fiestas que nadie pudo imaginar, todos iban a divertirse sin importarles de quién fuera la casa. Solo ir, drogarse y tomar como si no hubiera un mañana. Adam vio a una chica hermosa de cabello oscuro y de rostro angelical, osea a ti, pero no sabia como acercarse, porque eras difícil y trató de buscar alguna excusa que le ayudara. Tu amiga que estaba junto a ti trataba de controlarte ya que tomabas sin control hasta emborrarte y ya no poder soportar tu peso. Adam vio la oportunidad y se acercó rápidamente hacia ustedes. Las llevó al garaje y tu amiga estaba sospechando del por qué mi hermano las llevó hasta allí, así que tú, que apenas podías caminar, tomaste unas llaves de cualquiera de algunos de los autos que estaban. El plan de Adam era llevarlas hasta allí y poder apartar a tu amiga para estar contigo y llevarte a la cama. Él dejó que manejaras porque pensaba que después de eso, tu amiga se iría sin importarle mucho dejarte pero no resultó como esperaba. Tal ves la historia suene algo ridícula pero es lo que veo desde mi punto de vista. Tal vez es asi como me hizo ver las cosas y sólo él quiera narrarte la verdadera historia. Mi hermano casi muere solo por haberte conocido en esa puta fiesta Vanessa y créeme que no es el único quien quiere vengarse de ti-esto no es para nada bueno. No debí venir. ¿Qué estupidez acabo de a hacer? .

-Kay, por favor, me equivoque, acepto mi error y me arrepiento de lo que hice pero estaba en un momento de dolor y solo pensaba en mi y cuando desperté desorientada en el hospital, lo único que hacía era llorar por haberme enterado de lo que hice-no puedo creer que le este suplicando a éste maldito traidor. Solo quería salir.

-No me interesan tus plegarias Vanessa, yo solo quiero verte sufrir y ya-su mano estaba en mi pierna acariciandola, me estaban entrando ganas de vomitar.

-Quiero irme-le dije en un susurro y aguantando mis náuseas. Kay se rió bajo y me miró con "lástima".

-Ya es muy tarde para lamentarse-su sonrisa siniestra es lo único que vi antes de recibir un golpe en la cabeza haciendo que perdiera el conocimiento y caiga en la oscuridad.

Caminos Cruzados [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora