Capítulo 49

32 4 0
                                    

-Estos son los medicamentos que debe tomar para las alergias y éstos para su embarazo. Debe de recuperar el peso y las vitaminas que perdió y estar en absoluto reposo sin hacer algún tipo de fuerza-nos indicaba el doctor mientras yo estaba ayudando a vestir a mi Vanessa.

-Así será doctor, yo especialmente me encargaré de que pase-lo miré agradecido.

-Eso espero joven Pine (aquellas personas que no saben como se pronuncia el apellido es pein)- y se retiró sin antes darle la hoja de los medicamentos a mi madre.

Duramos 2 semanas en el hospital. Tenían que hacerles otros exámenes por el asunto del embarazo y de la alergia, todavía no se recuperaba del todo pero con mis cuidados y lo de mi madre se curará rápido. Por ahora mi suegra esta trabajando, ella estuvo aquí pero se fue. Tuvo una emergencia y no quería dejar a su hija pero prometió que estaría en el desayuno. Son las 7 AM, tomé las cosas y con la ayuda de mi mamá, agarro a mi novia de la cintura ya que no podía caminar por si sola. Estuvo mas o menos como 5 semanas aproximadamente en el hospital, todo su cuerpo estaba débil como para soportar todo su peso. Subí las cosas y ayude a mi mama con Vanessa. Dejé primero a mi madre en la casa y me fui con mi novia.

1 hora después

-Fue una mala idea-me habla Vanessa, la mire con confusión.

-¿A que te refieres?-despegué mi vista de la carretera para mirarla con su cabeza hacia la ventana.

-Sabes a lo que me refiero-me dijo obvia aún sin mirarme. Me tomé un corto tiempo comprendiendo a lo que se refería.

-Tratemos de olvidar. Solo piensa en tu embarazo, en tu salud y en nada más-dije seguro y tratando de relajarla, la tensión se proclamó en el aire.

-¿Olvidar? Tu no sufriste golpes ni apuñaladas. ¿Y me pides que lo olvide?-me dijo incrédula y algo enojada mientras se giraba y me clavaba sus ojos en mí. Estacione el auto a un lado de la carretera y la miré.

-No te pedí que olvidaras lo ocurrido como si te pidiera que borraras todo con solo apretar un botón y me alegraría tanto de que ese botón existiera pero no es el caso. Solo te pedi que trataras de olvidar Vanessa y el hecho de que no recibiera algún golpe no quiere decir que no sufría por ti. Cada día era peor que el anterior, no comía, no salía de mi cuarto y mi mamá trataba de hablar conmigo pero no sabia que decir, estaba apagado Vanessa como si estuviera muerto en vida. Tu presencia era, es y será lo único que me importa, con solo verte me das vida. Y tu ausencia sería mi muerte. Pensaba que te perdería-le dije sin titubear y el nudo en mi garganta se forma de a poco. Su mirada era profunda y de un momento a otro se cristalizaron, la abracé fuerte y ella me lo correspondió.

-Llévame a casa Jacob y quédate conmigo-dijo en un susurro en el hueco de mi cuello, sentía sus lágrimas correr por mi pecho y mojaba mi camiseta.

Arranqué de nuevo el auto tomando la mano de mi novia descansando en su regazo. Ella acaricia mi mano con delicadeza. Después de unos 4 minutos llegamos a su casa. Primero la ayude cargandola hasta el mueble de la sala, salí y bajé las cosas dejándolas a un lado de la puerta.

-¿Quieres comer algo?-le pregunto mientras dejaba las llaves colgando en los llaveros y también dejando mi chaqueta en una silla que estaba cerca.

-No gracias, solo quiero descan...-no terminó de completar la oración porque salió disparada al baño. La seguí preocupado y ella se derrumbó al frente del inodoro vomitando todo lo que comió en el hospital. Agarré su cabello y acariciaba su espalda.

-Mis costillas... duelen-dijo con dificultad mientras la ayudaba a lavarse la boca. Subimos las escaleras, cruzamos a su cuarto y la arrecoste, su rostro estaba pálido, sus labios blancos y resecos.

-Te traeré agua-baje con rapidez las escaleras llendo a la cocina, tomé un vaso y la jarra de agua y luego subí

-Ten-se lo di y bebió de el con rapidez dejándolo a la vez en la mesa-Tienes que comer algo, tu salud no esta nada bien y más para el estado en el que te encuentras-miré sus ojos que de a poco se apagaban.

-Aún no puedo creer que estoy embarazada-dice mientras acariciaba su vientre con una sonrisa y que por los momentos su vientre se encuentra algo abultado, solo un poco.

-Pues ya hazte la idea de que me volverás papá-le dije con una sonrisa y acariciaba su vientre y lo besaba.

-¿Crees que lo lograré?-dice algo preocupante. La tomé de su barbilla y que me mirara a los ojos.

-¿Que si lo lograrás? ¿Sabes lo que me dijo el doctor de ti? Que eres fuerte y luchadora, se sorprendió al ver que tenias una vida dentro de ti cuando te encontró inconsciente y casi muriendo. Él pensaba que no sobrevivirias y demostrastes lo contrario. Él me halago por tener a una mujer bella y fuerte a mi lado, de la suerte que tengo al tenerte. Así que, si pudiste vencer a la muerte. Nada te impedirá traer a éste mundo una nueva vida-sus lágrimas no tardaron en salir. Tomé su barbilla y me acerqué para besarla. El beso era lento, quería disfrutar del momento, su lengua tenía una guerra con la mía y eso que no fui yo quien la inicio, con una media sonrisa me separé de ella mientras la sostenía de su cuello, sus manos estaban en mi nuca acariciando mi cabello y de un tirón juntó nuestros labios. No pude contener una risita pero eso no me detuvo seguir con el beso. Pasó sus piernas a cada lado de mi cintura y yo las tomé por los muslos mientras me levantaba para sentarme en la cama. Y así nos pasamos el resto de lo que quedaba de la mañana.

Caminos Cruzados [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora