En la noche
Vanessa
Todo mi cuerpo lo sentía pesado he hinchado. Pero sin duda pasé mis tardes geniales. Jacob estuvo conmigo todo el día sin despegarse de mi y se lo agradezco, porque lo que necesitaba era su cercanía, su presencia que me hace sentir segura. Acariciaba mi vientre mientras tenía una sonrisa de lado, imaginaba a una niña de tal vez de ojos claros, grises o oscuros y su cabello castaño u oscuro. A Jacob jugando con ella, presiento que será una niña. No me doy cuenta cuando mi mamá entra.
-¿Como te encuentras hija?-traía su uniforme del hospital, una bandeja con comida en sus manos, su rostro estaba pálido, bajo sus ojos se encontraban bolsas negras. Mi sonrisa desapareció.
-Lo sé mamá-le dije de manera que mi voz saliera firme pero me era imposible. Ella me vio confundida mientras dejaba la bandeja en la mesa.
-¿De qué me hablas?-se sienta en la orilla de la cama. A Jacob le había pedido que se fuera y a regañadientes se fue a su casa porque quería estar con mi mamá a solas, no quería que estuviera presente cuando explotará la tercera guerra mundial en esta casa.
-Sabes muy bien de lo que hablo-la mire duramente haciendo que no notara mi nerviosismo.
-No se a lo que te refieres Vane-me dice dulcemente, pero la conozco y se que quiere evitar el tema.
-Déjame ser más específica. Cáncer-le dije bruscamente yendo al grano. Su rostro se desfiguró de la sorpresa e intentó agarrarme las manos pero no se lo permití. La mire desafiante.
-Yo... pensaba decirte pero...-intentó excusarse. Yo esperaba una respuesta coherente.-¿Pensabas decirme? Te escuche hablarle a Jacob sobre tu problema, diciéndole que no me dijera nada. ¿Acaso querías que me enterara el día de tu muerte?-al principio mi voz era dura pero se quebró al final. La mirada de mi madre era de tristeza y dolor.
-No quería preocuparte más de lo que ya estabas hija-un par de lágrimas rebeldes se le escapan.
-¿Desde cuándo lo sabes?-aparte mi vista, no quería verla de esa manera.
-Desde que.... te fuiste-su voz era débil, sentí sus manos sobre las mías, me gire y todo su rostro estaba rojo y húmedo. No aguanté más y la abracé, ella me lo correspondió al instante. La idea de perder a mi mamá, a mi mami que me dio la vida, que entregó y sacrificó todo por mi bien estar, me da rabia, tristeza, me dan pensamientos negativos para ser exactos. La veré morir lentamente mientras yo sólo me le quedo mirando buscando que hacer para salvarla, sintiéndome inútil. La perderé de una manera abrupta.
Perdí a mi hermano y ahora a mi madre. La vida no puede ser más injusta.
-Lo siento hija-mis sollozos son fuertes y la abracé con más fuerza.
Mi madre se quedó todo el día conmigo mientras veíamos la televisión, debes en cuando me daba besos en la coronilla, mis ojos los sentía pesados a causa de llorar tanto. Paso mi brazo por su cintura arrecostando mi cabeza en su pecho y ella pasa su brazo izquierdo por mi espalda y el otro por debajo de mi hombro hasta quedar dormidas
A la mañana siguiente
La penetrante luz que se filtraba desde mi ventana daba justo en mis ojos dejándome ciega, agarré una almohada tapandome la cara. Aún seguía con sueño y a duras penas me obligué a levantarme. Fui al baño, hice mis necesidades y me arreglé un poco el cabello, los tenía como el propio nido de pájaros que acabaron de fornicar en él. Me puse unos cómodos shorts deportivos y una camisa holgada, busque con la mirada mis sandalias y éstas se hallaban a un lado de la cama, me las puse y baje las escaleras con cuidado, me sentía mareada. Un ruido proveniente de la cocina me aturde, seguía dormida. Al llegar me encontré con una escena muy cómica. Estaba Jacob con mi mamá, él tenía todo su cuerpo lleno de chocolate y harina de trigo, de pies a cabeza y mi madre tenía una mirada acusadora hacia mi novio y éste la miraba inocentemente.
-Eh... amor, ¿me ayudas aquí por favor?-su voz era algo asustadizo y lo comprendo, cuando a mi mama le molesta algo, en serio que hay que correr lejos de ella.
-I'm sorry baby-le dije burlona mientras pasaba por su lado y con mi dedo agarraba un poco de chocolate de su camiseta y me lo saboreaba.
-I love you, but I need help-me mira aterrorizado, los tres ya no aguantamos la seriedad y nos reíamos hasta que nuestras barrigas dolieran. Limpiamos el desorden que causó mi novio, descansamos un rato mientras comíamos y veíamos la televisión, el resto de la tarde la pasamos limpiando, bueno ellos haciendo el trabajo duro y yo pues con lo que podía, aunque recibí regaños por parte de mi novio y de mi madre pero al final gané yo. Llega la noche y estamos rendidos, ya todos están bañados y frescos. Nos sentamos a ver televisión pero no préstamos atención, estábamos entretenidos charlando de cosas sin importancia, Jacob no dejaba de contar chistes malos, y por muy buena educación nos reímos y mi madre y yo lo hacíamos enojar. Así pasamos la noche, tranquila y divertida.
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Caminos Cruzados [En Edición]
RomansVanessa una chica de 17 años, está en 4º año, era de Mississippi y se mudó con su madre a New York City, una chica de carácter fuerte, cerrada con las personas y sentimientos, no confía ni en su propia sombra ya que tiene un pasado no muy satisfacto...