Por fin, el sonido del timbre interrumpió todos mis pensamientos haciéndome recapacitar de que ese sonido indicaba el final de las clases y el final de mi historia en los institutos.
Ha sido una gran etapa de mi vida pero nunca te voy a echar de menos.
Recogí todas mis cosas rápidamente y salí de este infierno junto con todos mis amigos, los cuales me acompañaron a casa para así poder despedirnos, ya que ese mismo día salía de viaje.
-Chicos que me voy de vacaciones, es solo un viaje, vuelvo en unos días -dije sonriente al ver a todos ellos con una cara de tristeza.
-Lo sabemos pero te vamos a echar muchísimo de menos durante todos estos días -dijo mi mejor amiga seguidamente de un abrazo.
-Os aseguro que me intentaré comunicar con vosotros durante todos los ratos libres que tenga, de verdad -les miré a todos y cada uno de ellos con una bonita sonrisa.
-Tía, te lo advierto muy bien, si te encuentras por la calle a Nash Grier, mándame foto, acósale, dile que te firme un autógrafo, mándame un audio, lo que sea. Pero hazlo -me dijo otra de mis mejores amigas que por lo que podéis ver amaba a ese chico.
-Marta, apenas sé como es el chico, no sé nada de él. Ni siquiera lo he visto nunca en fotos -me reí sobre lo que me estaba pidiendo.
-Tú acuérdate que tiene unos ojos muy bonitos, demasiado llamativos, color azul, mas o menos como tú. Acuérdate de eso y te acordarás que es él -dijo obvia de que si lo veía me iba a acordar.
Soy muy mala reteniendo cosas en mi pequeña cabecita así que dudo que me acuerde, aunque Carolina del Norte es grande y hay mucha gente, dudo que me lo encuentre por la calle.
Me despedí de todos ellos y entré en casa rápidamente.
-Salimos en diez minutos, come algo antes de salir -dijo mi madre al verme entrar en la cocina.
Hice lo que me dijo, me acerqué al famoso armario, el mejor de toda la cocina, y cogí una bolsa de galletas oreo, se podría decir que mis galletas favoritas. Un dato muy importante.
No tenía que coger nada de la habitación ya que lo tenía todo así que me quedé en el sofá esperando a que mi madre acabase de hacer lo que estuviese haciendo y el taxi llegase.
Al cabo de unos tres o cuatro minutos, mi madre ya estaba lista así que cogimos nuestras cosas y nos fuimos hacia el taxi que justamente acababa de llegar. Mientras mi madre y el taxista metían las maletas al coche, yo entré dentro de él.
-¿Mamá, vienes o te quedas ahí contemplando la casa? -me parecía increíble la manera en que se había quedado mirando la casa, en menos de un mes ya volvíamos a estar aquí, no sé que tanto deliraba.
Ella asintió a lo que le acaba de decir y se montó en el coche. Se sentó junto a mí y ambas nos pusimos dirección al aeropuerto, donde llegamos al cabo de unos 20 minutos o así. Salimos del taxi y entramos dentro del aeropuerto a esperar que llegue nuestro avión, después de haber hecho una cola de un siglo para facturar las maletas.
Ah, seguramente os estaréis preguntando por mi padre, bueno, es una larga historia así que la intentaré resumir un poco.
Mi nombre es Hayden Steel, proveniente de los Estados Unidos, donde nací. Mi madre conoció a mi padre, cuyo nombre es Christian Steel, el cual tenía raíces españolas y por ese motivo y sobre todo por razones de trabajo, decidieron irse a vivir a España, dándoles igual lo que dejaba yo atrás en Estados Unidos, concretamente, California. Tuve que aceptar la realidad y volver a rehacer mi vida de nuevo hasta que la peor noticia de todas llego a mis oídos, "Nos vamos a divorciar". Sí, mis padres se divorciaron cuando yo tan solo tenia 10 años y nada más y nada menos, solo llevábamos un año en España. Finalmente mi madre decidió quedarse ya que la casa era toda nuestra. Después de que se divorciaran no he vuelto a saber nada más sobre mi padre, sinceramente, ni falta que me hace.
Bueno, que finalmente pude volver a rehacer mi vida y estoy muy contenta viviendo en España, concretamente en Madrid.
-Pasajeros con destino Carolina del Norte ya pueden ir pasando, en diez minutos despegamos -se escuchó decir a una mujer por el micrófono lo que hizo que mi madre y yo nos levantáramos y nos dirigiésemos hacia el avión. Nos sentamos en nuestros respectivos sitios y solo nos tocaba esperar hasta llegar a nuestro destino, que para ser exactos, era Estados Unidos. Teníamos ganas de volver a nuestra ciudad natal, aunque, no exactamente a ella, mi madre se ha empeñado en visitar Carolina del Norte así que allí nos dirigimos.
Al cabo de unas 10 horas o así, la verdad es que no sé exactamente cuantas horas hemos estado en el avión ya que la mitad del trayecto lo he pasado durmiendo.
-Bueno, ya hemos llegado -dijo mi madre saliendo del avión.
Asentí con la cabeza y ambas caminamos hacia la salida del aeropuerto y cogimos un taxi hasta donde iba ser nuestra residencia por unos días, supongo que algún hotel de por aquí cerca o del centro, no sé.
-Mamá, ¿Qué te pasa? -la miré- Estás como ausente, como... triste. ¿Te pasa algo?
-No -me sonrió- Es solo que al volver a estar aquí, en Estados Unidos, sitio donde he nacido, me han venido muchos recuerdos a la cabeza, nada más -me sonrió y ambas seguimos en nuestro mundo.
-Aquí es señoritas -dijo el taxista parándose y haciendo que ambas saliéramos de él.
¿Como? ¿Qué hacemos en frente de una casa? ¿Por que no estamos en un hotel?
-¿Que hacemos aquí? ¿Dónde se supone que nos vamos a alojar durante estos días? Por que yo no veo ningún hotel por los alrededores eh -dije mirando la gran casa que tenía frente a mí, mientras mi madre sacaba las maletas del coche y no se dignaba a contestarme.
Ella se dirigió hacia la puerta y yo fui tras ella, picó, como si supiese quien vivía aquí eh. Como si conociese el lugar y esta fuese su casa de vacaciones, así tan ancha. Me quedé demasiado sorprendida al ver que iba con esos aires de saber todo y yo no entendía nada y ella seguía sin decirme nada ni contestar a mis preguntas. Me estaba empezando a enfadar y no quiero.
Un hombre de la edad de mi madre más o menos nos abrió la puerta y al ver a mi madre le salió una gran sonrisa en la cara haciendo que ambas entráramos en esa casa.
¿Pero como? ¿Mi madre conoce a ese hombre? ¿Por qué estoy en casa de unos desconocidos? ¿Por que mi madre mira a ese hombre como si le conociese de toda la vida?
Mi reacción era de película, mi cara igual.
Dejé de mirar a mi alrededor y me digné a mirar a mi madre y a ese hombre, que detrás suyo tenía a sus hijos, creo.
-Mamá, ¿Qué hacemos aquí? ¿Quienes son ellos? -dije mirando a mi madre preocupada y desviando la mirada hacia el hombre que se encontraba a su lado y a sus tres hijos.
-Son nuestra nueva familia
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¿HERMANASTROS? [PAUSADA]
Fanfiction¿Qué pasaría si un día la famosa estrella de vine se convierte en un familiar tuyo? ¿Será una buena noticia para ti? ¿Te llevarás bien con él o seréis insoportables para ambos? Una historia entre Hayden Steel, el famoso viner y sus amigos. ¿Qué oc...