CAPITULO 37

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Son las 8 de la mañana y me acabo de despertar. Sí, por una vez en mi vida he madrugado. Creo que me merezco una fiesta. Bueno, no, porque tengo un motivo.

Hoy se casa mi madre.

No es algo que me haga mucha ilusión pero tengo que comenzar a asumirlo porque el día ha llegado y todo se hará realidad, me guste o no.

La boda comienza a las 10:30 de la mañana pero para las 10 ya tenemos que empezar a salir así que he madrugado porque tengo que arreglarme.

Cojo las cosas necesarias y me dirijo hacia el baño que se encuentra vacío en estos momentos. Mejor para mí.

-¡Mamá sabes de sobras que no me gusta que entres al baño cuando me estoy duchando! -dije al escuchar la puerta cerrarse.

-No soy tu madre -una pequeña sonrisa sonó en el baño.

-Nash, ¿Que haces aquí? -dije asomando la cabeza y viendo como el chico me miraba sonriente. Vi que tenía la toalla en las manos y eso no era buena señal- ¿Me puedes pasar la toalla?

-No hasta que hablemos -vi su cara de alegría.

-Si no me pasas la toalla, no vamos a hablar -solté una pequeña sonrisa haciendo que me pase la tolla.

Me enrollo en ella y salgo de la ducha. No es la primera vez que me pasa esto así que no me siento tan incómoda como me tendría que sentir.

-Tenemos una conversación pendiente -dijo Nash poniéndose en frente de mí.

-Si -dije apartándole la mirada. Para ser sinceros, sí que me siento incómoda y mucho.

-Hayden yo... -la puerta se abrió haciendo que Nash quedase interrumpido.

-Perdón -volvió a cerrar la puerta Hayes, quien se había quedado con la cara echa un poema. Siempre nos pilla en estas situaciones, pobre...

-Lo siento -me aparte de Nash, cogí mis cosas y salí de ahí dentro. Me sentía mal dejar a Nash de nuevo con la palabra en la boca pero todo esto es muy incómodo y además hoy es un día muy ajetreado como para ponerse a charlar.

Entro en mi habitación, abro el armario y cojo la caja con el bonito vestido que me regaló mi madre dentro. Busco unos zapatos que hagan juego con el vestido y una vez que ya lo tengo todo, me comienzo a vestir.

[Outfit en multimedia]

-¡Hay que salir ya de casa! -la voz de Hayes resonaba por toda la casa haciendo que, aunque no me viera, asintiese con la cabeza.

Me acabé de maquillar y bajé al salón donde se encontraban los demás. Bueno, solo Hayes y Nash, ya que mi madre estaba en casa de la madre de Chad y mi padre ya se había ido para la iglesia.

-Estás... preciosa -dijo nada más verme bajar por las escaleras Hayes.

-Tú no te quedas atrás eh -le sonreí y ambos nos dirigimos hacia la puerta de la casa, para salir hacia el coche.

[Outfit Hayes en multimedia]

Coloqué mi mano en el pomo de la puerta y la giré para abrirla. Una vez que nos encontrábamos fuera de casa, mi vista se desvió rápidamente hacia Nash, quien estaba apoyado en el coche con la mirada puesta en mí.

Ambos nos quedamos mirándonos fijamente, como si no existiese nadie más en el mundo.

Nash estaba muy elegante. Nunca lo había visto de esta forma. Llevaba un traje negro que le sentaba de maravilla en su cuerpo, en vez de corbata, llevaba una pajarita como su hermano, cosa que le sentaba genial. Su mirada era muy penetrante y lo único que provocaba en mí es que me pusiese más nerviosa de lo que estaba.

[Outfit de Nash en multimedia]

-Te sienta genial ese color -me miró de arriba a abajo en un abrir y cerrar de ojos.

-Gracias, a ti te sienta bien el negro -me abrió la puerta del coche como tal caballero y me subí a él.

El trayecto hacia la iglesia fue en silencio. Bueno, hasta que a Nash le dio por romper el hielo.

-¿Como que no ha venido Grayson a la boda? -su voz sonaba algo burlona.

-Esta de viaje con su familia -lo miré por el retrovisor.

-Pues que raro, esta mañana me ha parecido verle con una chica -dijo con el mismo tono de voz.

-Mira Nash, hoy es un día especial para todos. No lo arruines -esas fueron las últimas palabras que se escucharon dentro del coche.

Al cabo de uno 10 o 15 minutos aproximadamente, llegamos a la iglesia. Salimos del coche y nos acercamos a la puerta, dónde se encontraban todos los invitados esperando para entrar. Quedaba como una media hora para que comenzase y las puertas de la iglesia, si no es que vayan con atraso, se abren en un cuarto de hora. No estoy feliz, pero tampoco triste. Ser parte de esta familia lo tengo más que asumido después de pasarme todo este tiempo viviendo con ellos. Sí que es verdad que han pasado muchas cosas durante todo este tiempo, unas buenas, otras malas y otras algo incómodas, pero bueno, no podemos volver al pasado y cambiarlo todo. Hoy es un día especial y sinceramente lo único que quiero es ver feliz a mi madre.

Si ella es feliz, yo también. Hemos pasado por muchos malos momentos durante todos estos años y ahora, estamos en el mejor de ellos.

-¡Hayden! -alguien que no logré reconocer gritó mi nombre cosa que hizo que me girase rápidamente para ver quien era.

-¿Maddie? Has venido -una sonrisa se formó en mi rostro al momento de ver a mi prima- Pensaba que no ibas a venir, te he echado muchísimo de menos -le dije mientras le abrazaba.

Maddie era mi prima, su madre es la hermana de la mía. Maddie y yo siempre hemos estado unidas, desde que éramos bien pequeñas. En España, ella y yo éramos inseparables hasta el momento que a su padre le trasladaron a Nueva York. Ella y yo éramos primas pero también mejores amigas, el problemas era la distancia que poco a poco nos fue distanciando. Ella empezó a hacer amistades, yo seguía con mis amigos, hasta que finalmente nos dejamos de hablar.

Después de 5 años sin verla, volvemos a estar juntas, aunque sea solo por un día.

-Has cambiado un montón -dijo observándome enterita- Estás muy sexy -ambas soltamos una pequeña carcajada. Está claro que ella no ha cambiado, sigue siendo la misma chica.

-Tú como siempre... -le sonreí.

-Sí bueno, un poco más alocada que antes -se rió- ¿Quién es ese chico de cabello moreno y sonrisa deslumbrante? -su mirada se había quedado clavada en él.

-Es el idiota de mi hermanastro -dije dejando ir un pequeño bufido.

-¿Idiota? ¿No os lleváis bien? -desvió su mirada hacia la mía.

-No, bueno, es difícil de explicar -le miré y justo en ese mismo momento, él desvió su mirada hacia la mía.

-Te quiere -soltó Maddie sin más.

-¿Qué? ¿Estas loca? -abrí los ojos como platos al escuchar eso salir de su boca.

-Y tú le quieres -volvió a decir obvia.

-Si, le quiero, pero fuera de mi vista -solté una pequeña risa.

-Cuando te des cuenta, quiero que me llames y me digas "Tenías razón prima Maddie, tenías razón" -me miró y se desvió hacia la iglesia ya que habían abierto las puertas.

Mi prima está loca. ¿Cómo voy a querer yo a Nash? Ni en sueños. Nash es totalmente diferente a mí, tiene otros gustos, otro carácter y además, no nos soportamos. Somos como el perro y el gato.

Los polos opuestos se atraen

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Siento mucho la tardanza. Tenía esperado haberlo subido el fin de semana pasado pero como no lo tenía terminado se me paso... Aunque bueno, aquí lo tenéis.

Espero que os guste y como siempre digo, no os olvidéis de votar para más capítulos.

Pd: Intentaré ser puntual y subir uno cada fin de semana, supongo que serán los domingos.

¿HERMANASTROS?   [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora