CAPITULO 31

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-Que se van a casar -acabó diciendo Nash. Mi mirada se fijó rápidamente en la de mi madre quién sonreía.

-¡¿Qué!? -dije en un pequeño grito.

-¿Cómo que os vais a casar? -preguntó Hayes.

-Sabemos que es una notícia fuerte y muy repentina pero queremos ser una família -intentó explicar Chad.

-Queréis ser una família... -soltó Nash.

-Yo no pienso cambiarme el apellido ni en broma -dije mirando a mi madre. Ella al casarse con Chad heredaria el apellido Grier pero yo, ni en un millón de años, me apellidare así.

-No tenía pensado cambiarte el apellido Hayden -dijo con coz serena mi madre.

Esta notícia es demasiado fuerte. Se van a casar... Cualquiera lo diría. Es que no me lo puedo creer. A veces pienso que estoy viviendo en un sueño y que todo esto es parte de mi imaginación pero cuándo despierto, la realidad me choca la cara haciéndome ver que nada es imaginación.

Ojalá todo fuese un sueño...

[...]

Ahora mismo me encuentro en mi habitación, tumbada en la cama dándole vueltas a todo. Miles de cosas rondaban mi cabeza, miles de preguntas volaban sin ninguna respuesta... Estoy echa un lío.

Para intentar despejarme, aunque sea un poco, decido coger el móvil y mirar las redes sociales. Finalmente, un mensaje de Grayson interrumpe mis pensamientos o lo que estuviese haciendo, porque ni yo misma lo sabia así que decidí contestarle.

-¿Que tu madre y Chad qué? -contestó Grayson después de haberle contado todo lo ocurrido.

-Lo que has leído -contesté sin más. La verdad es que esto está sorprendiendo a todo el mundo.

-Bueno, tiene sus pros y sus contras...

-Diras contras porque yo no le saco ningún pro a esta noticia -mi cara parecía un poema.

-Pues yo si que le saco un pro 

-¿Cuál? -no se que pro le sacará Grayson a la noticia de que mi madre se va a casar con Chad. La verdad es que no sé que se le está pasando por la cabeza ahora mismo.

-Que no te volverás a ir y te tendré a mi lado siempre -al leer el mensaje una sonrisa se formó en mi rostro. No me esperaba para nada esto.

Este chico me provoca algo que no sé explicar. Sinceramente, no sé que pensar sobre la relación que tengo con él. Hoy delante de su hermano me ha dado un beso y ha sido algo raro... El chico no me gusta pero tampoco me molesta que haga y me diga estas cosas, es algo extraño, no se si me entendéis.

-Que bonito eso que me dices -sonreí aunque él no me pudiese ver- ¿Te ha dicho algo tu hermano sobre lo de esta mañana?

-No, bueno me ha obligado a contarle lo que estaba pasando pero bueno, es mi hermano

-Cierto, bueno te dejo que me aclaman en el salón

-¿Me dejas sin apenas haber comenzado a salir? -este mensaje me provocó una sonrisa, otra.

-Idiota -contesté y seguidamente bajé al salón con los demás.

Eran ya las 2 del medio día y supongo que la comida ya está en la mesa. No me equivoco, nada más entrar al salón un olor a comida invade mis fosas nasales. Desvío mi mirada hacia la cocina y estan los mayores preparando la mesa mientras que en el sofá me encuentro con una escena de hermanos encantadora. Nash está jugando con Slylynn y si os soy sincera, me encanta Nash de esta forma.

No me lo pensé dos veces y me uní a ellos, más  bien a Nash ya que le estaba haciendo cosquillas a su hermana.

-No se vale, ahora sois dos -dijo entre carcajadas Skylynn.

Nash y yo nos miramos y ambos sonreimos, no sé si el motivo era la risa de Skylynn u otra cosa. Pero me sentía bien.

-A comer -se escuchó la voz de mi madre a lo que rápidamente me levanté del sofá y me dirigí hacia la cocina.

Nos sentamos todos en la mesa y nos pusimos a comer. La mesa estaba en completo silencio y todo se devia a la gran notícia que nos han proporcionado en el día de hoy.

-¿Y cuando será la boda? -rompí el silencio. No de la mejor forma pero ya que se iban a casar, me gustaria saber los detalles.

-Pues teníamos pensado en unos días... -me contestó mi madre.

-¿Qué? -dije soltando el tenedor en el plato repentinamente.

-¿No os estais adelantando mucho? -habló Hayes.

-Si os somos sinceros, ya lo teníamos planeado desde hace tiempo -añadió Chad haciendo que Nash se levantase de la mesa y se fuese.

-Ya voy yo -me levanté de la mesa y fui tras él.

Subí las escaleras y entré en su habitación sin importarme lo que quisiese él.

-No quiero hablar con nadie y menos contigo -su voz sonaba grave, enfadada.

-Nash... -entré en la habitación y me senté en una esquina de la cama, junto a él.

-Ni Nash ni nada, vete -ni siquiera me miró a los ojos pero yo aun así me quedé en la habitación.

-Sé que esta notícia ha sido muy dura tanto para ti como para mi...

-Mentira, para ti al parecer te ha parecido una gran idea -me interrumpió y esta vez si que me miró a los ojos.

-Mira, yo no quiero que mi madre se case con tu padre -le miré- Pero quiero lo mejor para ella, es mi madre y la quiero ver feliz. No la había visto sonreír de esa manera desde que nos abandonó mi padre y ya es hora de que rehaga su vida ¿no? -le miré fijamente a los ojos.

-Tienes parte de razón pero no sé  como actuar en estas ocasiones, apenas conozco a tu madre y se va a convertir en mi madrastra... -bajó la mirada.

-Lo mismo digo de tu padre y mira, da igual que no les conozcamos. Hagamos que ese día sea el más especial para ella y ya está -le sonreí y él me devolvió la sonrisa.

-Me gusta hablar contigo sin tener que gritarte o decirte cosas malas -soltó una pequeña carcajada.

Le abracé. Necesitaba el abrazado tanto él como yo y no iba desperdiciar el momento.

Nuestras miradas quedaron fijas y nuestras caras a escasos centímetros. Vi como la mirada de Nash se desviaba hacia mis labios y como poco a poco se iba acercando a mi.  Mi corazón latía cada vez más rápido y no sabía como actuar, estoy a punto de besar a Nash y ni siquiera me he inmutado en hacer nada. 

-Perdón...

¿HERMANASTROS?   [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora