CAPITULO 11

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Desde que Nash me tiró a la piscina y me subí a mi habitación, no he vuelto a salir de ella. Son las 8:30 de la tarde, y ha llegado el momento de hacer lo que más miedo me da.

Voy a llamar a mis amigos por Skype.

Seguramente ahora estén todos juntos y así no tengo que dar la noticia uno por uno. Cogí el ordenador y me senté en la cama rezando que por favor me cogiesen la llamada de Skype, porque si no me la cogen, no sé cuando volveré a tener las fuerzas de hacerlo.

-¿Hayden? ¿Eres tú? -mi queridísima amiga Marta se sorprendió al verme.

-Tía ¿Qué tal todo por Carolina del Norte? -la voz de Lydia interrumpió a Marta.

-¿Donde estás? ¿Eso es una habitación de hotel? -esta vez habló Adam con la sonrisa de siempre.

-A ver chicos, muchas preguntas a la vez, dejadme hablar -sonreí con algo de tristeza- Tengo muchas cosas que contaros y no todas son buenas

-¿Que pasa? -dijeron las dos chicas a la vez, ¿casualidad?

-¿Por fin te has decidido a llamarles? -la cabeza de Nash asomaba por la puerta de mi habitación.

-¿De quien es esa voz? -preguntaron

-Nadie te ha dado permiso a entrar, fuera -le tiré uno de mis peluches haciendo que él cerrara la puerta. Por suerte el ordenador solo me enfocaba a mí y Marta no ha logrado ver quien era.

-¿Quien era? ¿Y por que me sonaba tanto su voz? -Marta y sus preguntas. Como la echo de menos.

-Chicos es una historia muy larga y si no me dejáis hablar no os voy a poder explicar nada -dije algo histérica. No me dejaban hablar y cada vez se me hacia mas complicado contarles todo lo ocurrido.

-Hermanita tu peluche me ha comunicado que quiere quedarse conmigo -dijo Nash entrando a mi habitación sin ningún permiso con esa sonrisa de siempre en la cara.

-Pues déjalo en el suelo pero sal de mi habitación -me levanté de la cama dejando el ordenador en ella- Fuera idiota -le empujé fuera de la habitación y le cerré la puerta en las narices.

-¿Ese era...? -Mierda, el ordenador lo había dejado en una mala posición y eso quiere decir que lo habían visto todo.

- -asentí con la cabeza mientras veía la cara de desconcierto que tenía Marta.

-¿Que hacía Nash Grier en tu habitación? ¿Y por que razón te ha llamado hermanita? -notaba la voz de Marta. Intentaba no gritar de emoción pero a la misma vez estaba preocupada y desconcertada como todos los demás.

-Pues veréis... -les conté todo lo que había ocurrido. Esta claro que no se tomaron bien la idea de que me quedaba aquí a vivir y que no sabía cuando volvería a verles. Ha sido un momento muy duro para mí y para ellos pero finalmente lo han entendido y ahora nos encontramos hablando tranquilamente sobre lo ocurrido estos días.

-¿Y que tal? ¿A que es guapo? ¿Os lleváis bien? ¿Te gusta? -Marta y su momento fangirl.

-¿Quieres que diga la verdad? -pregunté y todos ellos asintieron con al cabeza- Es el mayor idiota que he conocido en mi vida

-¿Como? Pero si es adorable -dijo ella poniendo una cara adorable.

-No, es un idiota creído con una sonrisa estúpida -dije seria para que vean que no miento.

-Y bueno, ¿Con los amigos y el hermano que? -preguntó esta vez Lydia.

-El hermano me cae muy bien y los amigos... Se podría decir que aún no los conozco del todo -sonreí. Estaban todos ellos atentos como si les estuviese contando un cuento.- ¿Y vosotros que?

-Nada importante, lo único bueno es que en unos días nos vamos a Mallorca a la casa que tiene Adam a pasar unos días -Esa noticia me había sonado como una patada en el culo. Cada año viajábamos a la casa de Adam en Mallorca y era el viaje mas deseado de todos nosotros. Nos lo pasábamos increíble y estábamos todos juntos.

-Pasároslo bien por mi -dije con la mirada triste pero con una bonita sonrisa en los labios.

-Sabes que este viaje sin ti no será lo mismo -habló Adam. No sabéis cuanto echaba de menos a Adam. Era mi pequeño confidente en Madrid y aquí no tengo a nadie.

-La cena esta lista Hayden -un Hayes sonriente asomaba por la puerta de mi habitación haciéndome sonreír.

-¿Es Nash? -preguntó Marta. ¿Pero como se le puede ocurrir preguntar si era Nash? Si hubiese sido él le hubiese cerrado la puerta de un golpe.

-No -me reí- Es Hayes -su mirada era un encanto. Estaba a punto de llorar y gritar, lo notaba.

-¿Puedes venir a saludar a una amiga? -le miré y él asintió dirigiéndose hacia mí y sentándose a mi lado en la cama.

-Te aviso que no se hablar muy bien español eh -se rió y yo asentí con la cabeza.

-Ellos tampoco inglés -solté una pequeña carcajada mientras que Marta soltaba sus primeras lágrimas de emoción.

-Hi -dijo ella saludándole con la mano.

-Hola -dijo él sonriente.

-Bueno cariño, siento decirte que aquí son las 10 de la noche -Sí, me había tirado como dos horas hablando con ellos, eran muchas cosas que contarnos- Y la cena nos está esperando abajo con un muy posible Nash cabreado así que hablamos otro día -Ambos nos despedimos de todos ellos y nos fuimos hacia la cocina.

-¿Por que habéis tardado tanto? -preguntó Nash nada más vernos entrar a la cocina.

-No te importa -me senté en la mesa y me puse a cenar.

La cena transcurrió demasiado tranquila y silenciosa. Me encantaba estar así, aunque sea a veces. Da gusto de estar tranquilo sin escuchar gritos e idioteces. Cuando terminamos recogimos las cosas y nos fuimos al sofá.

-Esta vez escojo yo película -dijo Nash poniendo la tele. No tenía ganas de pelear así que accedí sin importarme los gustos que él podría tener.

-Esa no -dije al ver que le iba a dar al play.

-¿Que tiene de malo la película? -preguntó él mirando a la tele y seguidamente a mí con una sonrisa.- ¿Te da miedo? -me miró.

-No... -dije negando con la cabeza y desviando la mirada para otro lado que no sea él.

Sinceramente, sí que me daba miedo, pero claro, no iba a decirle que sí para que se ría. Tendré que superar la película, nada más y menos que la de paranormal activity. Pero bueno, no pasa nada.

Puso la película y los tres estábamos muy atentos a ella. Yo me encontraba en una esquina del sofá junto a Hayes, estaba claro.

Finalmente la película terminó y yo estaba cagada de miedo. Literalmente.

-Bueno, yo me voy a la cama que estoy cansado -dijo Hayes levantándose del sofá.

-Yo también me iré -me levanté y los dos nos fuimos hacia nuestras habitaciones.

La verdad es que tenía demasiado miedo y estar sola en mi habitación me provocaba aun más miedo. Me metí en la cama y cerré los ojos e intenté dormir cosa que no pude hacer.

Al cabo de unos pocos minutos, escuché un ruido proveniente de mi querida habitación. Cosa que hizo que mi corazón comenzase a latir muy rápidamente. No quise abrir los ojos ni encender la luz así que me quedé tumbada en la cama.

El ruido volvió a aparecer y esta vez si que hizo que me despertara, que abriese los ojos. Miré hacia la puerta y una sombra se hallaba en ella. ¿Pero que...? ¿Qué era eso? Me estaba poniendo muy nerviosa y no quería. Me giré y busqué el interruptor que había de la luz cerca de la mesita y encendí la luz.

-Serás imbécil -dije tirándole un peluche a la cabeza. Era el estúpido de Nash quien estaba en mi habitación, esa sombra que había visto era la suya.

-¿No me habías dicho que no tenias miedo? -Soltó una carcajada.

-Vete a la mierda -dije y le saqué de mi habitación.

Cerré la puerta de un portazo y me volví a meter en la cama. Voy a intentar volver a dormirme.

¿HERMANASTROS?   [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora