CAPITULO 14

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-No puede ser... -dejé de hacer todo lo que estaba haciendo y me dirigí corriendo hacia la puerta.

Las lágrimas salían de mis ojos sin descontrol. No me podía creer lo que estaba pasando en estos mismos momentos.

-Te he echado mucho de menos enana -me dijo después de abrazarme con una bonita sonrisa en sus labios.

-Y yo a ti cariño -dije limpiándome las lágrimas mientras le miraba. Esta tan guapo y... Era increíble.

-¿No me vas a presentar o que? -su mirada se desvió hacia Hayes y Nash quienes se encontraban boquiabiertos mirando la escena que acababa de montar en estos mismos momentos.

-Ah sí -miré a los chicos- Ellos son Hayes y Nash, él es Adam -dije mirándole y con una muy bonita sonrisa.

Seguía sin entender absolutamente nada. Mi mejor amigo estaba en la casa donde ahora estoy viviendo. Mi madre está feliz viendo la escena y Chad extrañado. No sé si ellos sabían que venía Adam o que mi madre ha sido maja y me lo ha traído. Aunque, ¿Él no estaba en Mallorca con los chicos?

-Mamá, Adam ¿Alguien me puede explicar que está pasando? -desvié la mirada hacia mi madre quien estaba en la entrada de casa mirándome.

-Todo ha sido idea de Adam así que será mejor que hables con él -me dijo ella y le miré a él sonriente.

No me lo puedo creer. Sigo sin creérmelo. Espero que no sea ningún sueño.

Cogí a Adam de la mano y me lo llevé hacia la planta de arriba. Hacia mi habitación.

-¿Que haces aquí? -dije mientras me sentaba en la cama

-Sinceramente, tenía ganas de viajar y ¿que mejor sitio que aquí contigo? -dijo mirándome a los ojos

-No enserio Adam, ¿Qué ha pasado? Por que se supone que ahora tendríais que estar todos en Mallorca -le miré decidida. Sabía que algo había ocurrido en Madrid y que no me quería contar, pero debe hacerlo.

-Vale, me has pillado -me miró- A ver, si que es verdad que he venido porque tenía ganas de verte pero también porque por Madrid las cosas no van muy bien -su cara cambió de expresión. Se acababa de poner triste.

No quise interrumpirle así que dejé que acabase de explicarse.

-Desde que te fuiste, las cosas no eran las mismas. Sí que a los primeros días comenzamos a quedar todos juntos pero al cabo de una semana, nos distanciamos. Los chicos comenzaron a irse por su parte, Lydia se fue de vacaciones con su familia... Por ese mismo motivo no estamos en Mallorca -me miró. Sabía que aquí no terminaba porque no entendía absolutamente nada.

-¿Y Marta? -me preocupaba mucho que no me dijese nada de ella.

-Marta... Sí, bueno... Ella fue quien comenzó todo esto -me miró triste. Él sabía que estas cosas me hacían daño. Marta era y es mi mejor amiga desde que éramos bien pequeñitas y no me puedo creer lo que me estaba diciendo.

-¿Que fue lo que pasó? -le miré queriendo una explicación, todo al detalle.

-Como ya te he dicho antes, las cosas han cambiado y Marta, desde que te fuiste dejó de quedar con nosotros... Primero nos daba excusas después simplemente nos decía que no tenía ganas de estar con todos nosotros. Comenzó a comportarse de una manera muy rara y por eso decidimos no molestarla más y desde entonces, ya no estamos todos juntos -mis ojos estaban llenos de lágrimas pero no quería derramarlas.

-¿Y que cosas comenzó a hacer Marta? -le pregunté con miedo. Sabía que esas cosas que me iba a contar no me iban a gustar para nada.

-Pues primero fue el brutal cambio de estilo, ya sabes provocando, después los amigos que se echaba y finalmente, toda ella. Comenzó a tirarse los días de fiesta, con personas no muy agradables a la vista y... Sinceramente no quiero seguir contándote esto -dijo al ver que mi cara estaba repleta de lágrimas.

Nunca me esperaba que Marta, la chica que mas quería en el mundo, se había ido de mi lado para siempre. Sé que en mucho tiempo no volverá y menos aun si yo sigo aquí.

-Así que tu eres el único que ha querido venir verme, ¿no? -le sonreí falsamente. No me salía la alegría ahora mismo.

-No, yo he sido el único que he podido. Nos hemos distanciado pero seguimos hablando todos -me sonrió- Esto en teoría era una sorpresa pero Lydia, como te he dicho antes, se ha ido con la familia y a los chicos no les han dejado así que llamé a tu madre y le conté lo ocurrido y como me dijo que ellos también llegaban hoy, me esperaron en el aeropuerto -esta vez si que sonreí alegremente. Esto ya era otra cosa, pensaba que él era el único que quería volver a verme pero estaba equivocada.

-Bueno, ya que estás aquí, ¿Quieres que te enseñe la casa? -pregunté a lo que él asintió con la cabeza.

Recorrimos toda la casa, de principio a fin. Mientras hablábamos y le contaba todo lo que ha pasado durante estos días por aquí. La verdad es que le echaba mucho de menos.

Finalmente fuimos a cenar con los demás. Hicieron más pizzas, ya que la que estaba haciendo yo era poco y nos pusimos a cenar todos juntos.

-¿Y con quien te vas a quedar durante estos días? -preguntó mi madre

-Con unos amigos de mis padres -sonrió

-Pero ya es muy tarde para que se vaya él solo y encima sin conocer el lugar ¿Por qué no te quedas esta noche aquí? -miré a Adam quien me veía sonriente y después a mi madre.

-¿Y donde dormiría? No tenemos habitaciones de invitados Hayden -me dijo esta vez Chad.

-Conmigo -le miré- Nos conocemos hace mucho tiempo y te digo yo que no sería la primera vez -le sonreí y miré a mi madre. Quería una respuesta suya, la de los demás me daba igual.

-Puede quedarse -dijo mi madre asintiendo con la cabeza- No es la primera vez y se conocen desde que eran pequeños -le dijo a Chad quien la miraba con una cara poco agradable.

No le gusta la idea de que un chico duerma conmigo.

Terminamos de cenar y nos fuimos hacia mi habitación. Ambos teníamos muchas cosas de las que hablar.

Después de una hora o así metidos en la habitación decidimos bajar al salón a ver un rato la tele. Eran las 12 de la noche pero no teníamos a penas sueño.

-Hola -dije entrando al salón y sentándome en uno de los sofás, exactamente el que estaba vacío. En el otro se encontraban Hayes y Nash.

No quisimos interrumpir lo que ellos estaban haciendo así que nos sentamos y nos pusimos a mirar la tele, fuese lo que fuese que estuviesen viendo.

-Ahora que podemos, ¿Qué tal si me presentas mejor a tu amigo? -escuché a Hayes quien desviaba la mirada hacia nosotros.

-Que se presente él

¿HERMANASTROS?   [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora