Los rayos de sol que entraban por la ventana de mi habitación hizo que mis ojos comenzaran a abrirse muy lenta y perezosamente. Di unas cuantas vueltas por la cama intentando volver a dormirme pero no lo conseguía así que salí de ella y bajé hacia la cocina a desayunar.
Que gracioso, he soñado que mi madre me decía que nos mudábamos y tenía que vivir en una casa con dos chicos uno muy amable y otro muy estúpido. Me sorprende mucho lo que mi imaginación puede conseguir.
-Buenos días hermanita -escuché una voz que interrumpió mis pensamientos haciéndome dar cuenta que nada de eso había sido un maldito sueño, si no que era todo real.
-Gracias por no dejarme en el sofá durmiendo -le di un beso en la mejilla a Hayes y le sonreí ricamente mientras pasaba completamente de Nash.
Sinceramente no sabía si había sido él exactamente pero no cabe la duda de que sí. Estoy en lo cierto, porque Nash seguro que no me tocaría ni con un palo.
-Yo no... -mi mente no procesaba bien las palabras, escuché que Hayes estaba como algo nervioso pero, son las nueve de la mañana. ¿Cómo se supone que iba a estar? Bueno, cogí la leche y un vaso y me senté junto a ellos en la mesa. Bueno, junto a Hayes y lejos de Nash.
-¿Decías algo? -le miré a esos bonitos ojos que tenía.
-Ah sí, que no tienes porque darme las gracias -me devolvió la sonrisa y seguimos desayunando tranquilamente. Me parece a mí que lo mejor de vivir aquí van a ser las mañanas, todos estamos medio dormidos así que no van a haber ni peleas, ni gritos, ni nada de eso.
Perfecto.
Terminé de desayunar y subí hacia mi habitación. No me puedo creer que haya aguantado un día rodeada de tanto chico, es algo que no sé como ha ocurrido. He pasado de estar sola a tener tres personas más junto a mí en una casa.
[...]
-¿Podéis bajar un momento? -escuché la voz de Chad. Dejé de hacer lo que estaba haciendo y bajé hacia el salón y me senté en el sofá con los demás.
-¿Que pasa? -reconocí la voz de Hayes entrando al salón y sentándose a mi lado.
-Os quedareis este fin de semana en casa solos, los tres -dijo Chad no muy convencido de sus palabras.
-¿Por qué? -interrumpí. No me gustaba la idea de quedarme en esta casa con ellos. Sinceramente era una mala idea.
-Tenemos que hacer un viaje de trabajo, nos podemos llevar a Skylynn pero a nadie más así que os tendréis que quedar aquí -esta vez habló mi madre. Ella si que estaba convencida de sus palabras. Que raro.
-Nash, tú eres el mayor así que cuidarás de la casa. Sé que los demás también sois responsables pero será mejor que Nash controle un poco todo -Dijo su padre haciendo que Nash sonriera.
-¿Soy el mayor? -preguntó extrañado, como si no se lo esperase- ¿Cuántos años tienes? -me miró.
-17 -dije sin apenas mirarle a la cara. Esa cara de idiota que tenía.
-Pues pareces más mayor -dijo soltando una pequeña carcajada.
-Y tu más pequeño -dije algo enfadada- Fíjate si pensaba que eras más pequeño, que incluso pensé que Hayes era mayor que tú -le miré esta vez fijamente a los ojos.
Todo lo que había pasado en tan solo unos minutos era simple. Mi madre, Chad y Skylynn se iban durante todo un fin de semana y yo me tenía que quedar en casa mientras que Nash se portaba como el mayor que su padre dice ser.
Vamos, que en pocas palabras, este fin de semana se me va a hacer más largo de lo que me imagino.
Después de todo esto, decidí bajarme al sótano donde teníamos la sala de cine. Sí, la casa tiene cine, otra de las cosas buenas de la casa. Vi que había otra puerta más así que no tuve más remedio que sacar mi vena chafardera y entrar dentro.
No me lo podía imaginar.
Me acabo de dar cuenta que mi madre en todo esto, pensó en mí. Lo que ahora mismo mis ojos veían era una gran sala, con un espejo enorme, barras en la pared de atrás y unos grandes altavoces a cada esquina de la sala. Sinceramente, amaba a mi madre por hacerme una sala de ensayos en la casa.
Me encanta.
No me lo pensé dos veces, cogí mi móvil, lo conecté a los altavoces y comencé a bailar al ritmo de la música. Lo necesitaba. Es una de las cosas que hago y me relajan completamente.
Puse una de las canciones que más me motivan para bailar y me puse a ello. Al cabo de unos diez minutos, unos aplausos hicieron que mi mirada se desviase hacia la puerta de la sala.
-Me has asustado, pensé que sería Nash. Ya iba directa a cerrarte la puerta en las narices -dije sonriente y le hice un pequeño gesto para que entrase dentro.
-Bailas muy bien -¿de verdad? Me halaga saber que alguien disfruta con mis bailes.
-Gracias, son muchos años de práctica y es algo que me encanta -solté una pequeña sonrisa.
-Yo hace unos años estuve en un programa de la televisión, no sé si en España se transmitía, se llamaba Dancing with the stars -dijo él acercándose a mí con una bonita sonrisa en su cara.
-Sé que programa es pero nunca pude llegar a verlo -cogí las cosas y salí de la sala junto a Hayes. Ambos nos dirigimos hacia el salón ya que nuestros padres se iban para el aeropuerto y queríamos despedirnos de ellos.
Nos despedimos tranquilamente, intentando hacer que no se fuesen nunca, aunque no lo conseguí. Acabaron saliendo por la puerta sonrientes mientras yo me quedaba en la casa, con Nash siendo el responsable.
Como estaba medio sudada decidí avisar a los chicos de que me iba a duchar y para que no entraran al baño.
-¿Quién acaba de entrar en el baño? -dije nada más escuchar la puerta abrirse y seguidamente cerrarse.- Os he dicho que no entraráis.
-Si no quieres ver a un Nash meando, más vale que no asomes la cabeza -escuché su estúpida voz. Este niño no sé si es que no entiende las cosas o es que es retrasado de verdad.
-Eres un grosero y un vulgar. Más vale que te des prisa y salgas lo antes posible del baño porque si no te sacaré yo a patadas -soné muy borde pero es que me daba igual como sonaba delante de él.
-Si quieres me puedes echar tú eh -dijo gracioso. Noté como acababa de sonreír la cual cosa hizo que saliese mágicamente un chorro de agua fuera de la ducha mojando a Nash.
-¿Que haces? -escuché su voz enfadada, seca, borde. Vamos, de todo menos bonita.
-Por idiota
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¿HERMANASTROS? [PAUSADA]
Fanfiction¿Qué pasaría si un día la famosa estrella de vine se convierte en un familiar tuyo? ¿Será una buena noticia para ti? ¿Te llevarás bien con él o seréis insoportables para ambos? Una historia entre Hayden Steel, el famoso viner y sus amigos. ¿Qué oc...