¿HERMANASTROS? [PAUSADA]

CAPITULO 20

NASH POV

-Yo me voy a dormir, si necesitas algo solo llámame -la voz de mi hermano sonaba en un susurro por la segunda planta. Yo solo asentí con la cabeza.

Acabamos de llegar a casa, son las cinco de la madrugada y la noche no ha ido de lo mejor posible. Ahora mismo tengo en brazos a una Hayden borracha, medio muerta. La que parecía ser la más tranquila del grupo se ha puesto buena...

Según Aaron quien ha estado hablando con ella antes de que se emborrachara, ha dicho que ella le dijo que se sentía mal y por eso esta noche la iba a disfrutar al máximo y por ese mismo motivo iba a beber para quitarse las penas. Nadie le creyó cien por cien pero yo la verdad es que sí. Hayden que digamos aún no llega a estar lo más cómoda viviendo con nosotros y extraña mucho a sus amigos y creo que por ese mismo motivo a hecho todo lo que ha echo esta noche.

Voy a intentar meterla en su cama despacio intentando que no se despierte. No quiero que empiece a hacer idioteces y despierte a toda la casa, eso sería un grave problema.

-Nash... No quiero estar sola... -su voz sonaba entre cortada. Como se nota que la Hayden verdadera esta escondida tras miles y miles de litros de alcohol.

-¿Y eso por qué? -le pregunté muy tranquilamente. Tal vez me guste más hablar con ella ahora que cuando está normal.

-Por que alguien me persigue y me quiere hacer daño -la miré y tenía los ojos aguados. Madre mía, esta niña no está bien y hoy se ha pasado bebiendo. Si ya te digo yo que se ha peleado con una chica porque estaba hablando con Hayes- Quédate conmigo... -soltó sin más. Se enrolló en mi cuello y pude notar como volvía a dormirse.

En estos momentos, no sé que hacer. La tumbé en la cama, le quité los zapatos de tacón y... ¿La voy a dejar dormir con eso puesto? Debe de ser muy incómodo.

Como ella esta medio dormida decidí ponerle algo cómodo, estoy seguro de que lo agradecerá. Me dirigí hacia mi habitación, me cambié de ropa y cogí una camiseta mía para Hayden.

Volví a la habitación y ella seguía en la cama tumbada, durmiendo. Poco a poco le quité la ropa y le puse la camiseta que le hacía de vestido. Estoy seguro que cuando se entere de que la he desvestido se va a poner histérica. Después de esto no tuve otro remedio que tumbarme junto a ella en la cama ya que no paraba de repetírmelo.

Eso hice. El caso es que se enrolló de una forma más rara Hayden a mí que era imposible salir de ahí hasta que me quedé dormido.

[...]

-¿Que hiciste que? -la voz de Hayden retumbó toda la casa. Suerte que nuestros padres habían salido y así no preguntarían nada.

-Escucha Hayden... -intenté explicarle todo pero no conseguí nada.

-¿Pero que quieres que escuche? Me desnudaste estando yo borracha. ¡Que clase de persona eres! -siguió gritando.

-¿Qué que clase de persona creo que soy? Pues una persona que quiere que una pobre borracha duerma cómoda, ¿te parece poco? -alcé la voz. Ya me estaba poniendo de los nervios y al final los perderé.

-Pues que sea la última vez Nash, tienes suerte que mi borrachera fuese más fuerte de lo que yo me imaginaba si no te juro que ahora mismo estarías muerto -me dijo mirándome fijamente a los ojos. Esta chica imponía mucho.

-Si claro, la siguiente vez que te emborraches te dejaré tirada en cualquier sitio y me dará igual si duermes con tacones, con ropa o desnuda -le dije algo enfadado.

Encima de que hago algo bueno por ella cuando está en estado "No sé en que mundo vivo" me lo agradece con gritos. La siguiente vez no sé, la tiraré a la cama y a lo mejor me lo agradece con un gracias.

-¿Y me puedes explicar porque motivo has dormido conmigo? -esta vez si que me gritó y bien fuerte, que hizo que Hayes saliese de su cuarto y bajase al salón para ver lo que estaba pasando.

-Por que tu me lo pediste lista -la miré- Estabas tan pedo que pensabas que alguien te perseguía y te quería hacer daño idiota -me di media vuelta y comencé a subir las escaleras.

-Nash -escuché su voz que tanto resonaba en mi cabeza y me giré para mirarla- Gracias -dijo ella y asentí con la cabeza para seguir subiendo por la escaleras hasta llegar a mi habitación.

Una vez en ella, decidí coger las cosas necesarias y darme una ducha relajante. Lo necesitaba.

Al cabo de diez minutos o así ya me encontraba fuera del baño. Me arreglé y bajé al salón.

-¿A dónde vas? -miré a Hayes quien me acababa de hacer la pregunta.

-Voy a comprar algunas cosas que me hacen falta y después iré a buscar a Matt -le contesté. Él asintió con la cabeza y siguió haciendo lo que estuviese haciendo. Cogí las llaves y el móvil y salí de casa.

Llegué a una tienda donde me encontré con Shawn y ambos decidimos salir a tomar algo después de comprar lo que teníamos que comprar. Nos sentamos en una de las terrazas y pedimos algo.

-¿Que tal está Hayden? -me preguntó. La verdad es que todos ellos se quedaron muy preocupados al ver a Hayden de esa manera. Hizo muchas cosas de las que supongo que no se puede arrepentir porque no lo recuerda pero te digo yo que si lo llega a recordar... Se estaría arrepintiendo toda su vida.

-Se ha despertado de mal humor -le miré y solté una pequeña sonrisa.

-¿No se acuerda de nada, verdad? -tomó un sorbo de su Coca-Cola.

-De nada, solo sabe lo que yo le conté. No le he dicho nada de que se peleo ni que tuvo una escenita romántica con Sammy.

De verdad que si le cuento que mientras ella bebía y bebía en uno de esos intentos de bailar con chicos, se le lanzó a Sammy y se acabaron liando, seguro que hace sus maletas y se larga de aquí sin pensárselo dos veces.

-Cierto, como se entere de eso estamos todos perdidos -comentó Shawn. El chico parece el más tímido del grupo pero cuando se suelta... se soltó.

Nos terminamos lo que nos habíamos pedido y ya cada uno se fue por su parte. Yo volví a donde había dejado aparcado el coche y me subí a él poniendo rumbo hacia la casa de Matt.

Iba tranquilamente por la carretera, escuchando música en la radio cuando en una de las travesías, un coche chocó con el mío haciendo un gran impacto tanto en mí como con el otro coche. Noté como poco a poco mis ojos comenzaban a cerrarse lentamente.

Hasta que todo se volvió color negro.