D i é c i s e i s

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Raven corre desde la cocina al comedor un par de veces llevando platos, vasos, cubiertos y más. Cuando me acerco me dice que lo tiene todo bajo control, que me quede sentado con su hermana María Isabel. Dice que hoy, solo hoy, seré tratado como invitado de honor.

Ella miraba la televisión mientras yo inspeccionaba el lugar. Su casa era regularmente grande. 

La sala conectaba con el comedor que tenía la puerta hacía la cocina y al otro lado de la sala estaba el cuarto de sus padres (según Isabel), cerca a la entrada estaba la escalera hasta los otros cuartos. Aún no sabía nada de los padres de Raven, su creciente amabilidad y sinceridad hacían que me entrara confianza para preguntar. 

Cuando la pizza llega (10 minutos después de pedirla) Raven la coloca al centro de la mesa y nos llama a comer. 

Hablé con papá unos minutos antes, diciéndole que comería con una amiga de la escuela.

— ¿Una amiga? —conocía ese tono en mi padre— ¿La conozco?

—No, para nada. 

Pues deberías invitarla a comer uno de estos días, seguro a tus hermanos les caerá genial conocer gente nueva —yo dudaba que tener a Raven en casa fuera una buena idea. Y por primera vez, no tenía nada que ver con ella—Diviértete.

Y estaba resultando divertido. Su hermano hablaba de como su trabajo en el periódico local lo vuelve loco y que en realidad odia las aceitunas en las pizzas.

La más pequeña comió lo más rápido que pudo y luego se marchó a jugar en la sala. Rodrigo/Barry se quedó unos minutos más y luego fue a dormir (su turno empezaría pronto)

Al final, Raven y yo terminamos de limpiar todo y dejarlo como antes y charlamos un poco sobre el plan. Todo había quedado listo para ponerlo en marcha ese mismo lunes.

—Ha sido agradable quedarme aquí —admito mientras salgo de su casa— Gracias por tratarme de manera normal por una vez en tu vida.

Yo río pero ella solo me mira, apoyando su cabeza en el marco de la entrada. Abre la boca pero la cierra de golpe.

— ¿Pasa algo? —pregunto rogando porque su repentina amabilidad siga ahí.

—No, nada. Solo quería decir que la he pasado bien —sonríe y se acerca un poco a mi— gracias por quedarte —y besa mi mejilla.

Cuando se aleja, me mira fijamente unos segundos y desaparece de mi vista.

 Paso mi mano por mi mejilla mientras camino hasta la parada del transporte y sacudo la cabeza. Solo estaba siendo amable, algo que debo aprovechar mientras dure.


n/a: ¿Podemos hablar de lo genial que Black Canary es? <3

Raven y sus cómicsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora