"Te sorprendería todas las cosas que he ocultado."
- Jongsuk, deja de caminar en círculos.
- No puedo, acabas de dejar a la chica que te ha gustado desde tercer año, cuando ella te estaba confesando lo que sentía por ti.
- Sé que estuve mal.
- No estuviste solo "mal". ¡Saliste corriendo, Amber!
- ¿Y qué debía hacer? Están pasando muchas cosas, y no puedo con todo.
- Escúchame. - él se arrodilló frente a mí como un padre a punto de dar un gran consejo lo haría - Sé que la muerte de los chicos no ha sido hace mucho, pero sabes que ellos deseaban que lo que tienes con ella se concrete. Nunca me he enamorado, pero sé de chicas. Y puedo decirte, que si te quiere de verdad, escuchará todo lo que tengas que decir.
- ¿Entonces voy a su casa?
- ¿Tú que crees?
Tomé mi bicicleta y salí de la residencia, ahora estábamos viviendo en la casa del señor Mike, así que la casa de Krystal no estaba tan lejos. Solo estaba a unas cuadras para arriba, cuando llegué, tiré la bicicleta al pasto y caminé hacia la entrada. No me sentía lista para hablar con ella, pero si no lo hacia ahora, quizá no podría hacerlo nunca. Toqué el timbre, y escuché unos pasos llegar hacia la puerta.
- ¿Qué haces aquí, Liu? Pensé que si me graduaba dejaría de ver tu odioso rostro. - Jessica me regaló una sonrisa, o una mueca, no losé.
- Vine a ver a Krystal.
- ¿Así que al fin te lo dijo?
- ¿Qué?
- ¿Eres la razón por la que mi hermana lleva llorando dos horas?
- Eso.. podría ser.
- Entonces te lo dijo. Amber, no quiero que lastimen a mi hermana. Tengo dos preguntas, si las respondes correctamente te dejaré verla. - suspiré.
- Bien, hazlas.
- ¿La quieres?
- Mucho.
- ¿Estás aquí para rechazarla?
- No, Jessica. - ella me volvió a sonreír y se hizo a un lado para dejarme pasar.
- Sube las escaleras, la última habitación de la derecha, cuñis.
Hice lo me ordenó ignorando el hecho de que me llamara "cuñis". ¿Qué significaba? ¿acaso tenía que pedirle a Krystal Jung que sea mi novia? Llegues hasta donde Jessica me había indicado, respiré hondo y toqué la puerta.
- No quiero ver a nadie, bajaré luego.
- Krystal.. - unos pasos se aproximaron y en un segundo la tenía la mirándome.
- ¿Qué haces aquí?
- Quería hablar contigo, ¿puedes dejarme pasar? - ella asintió, y pasé.
- Siéntate.
- Gracias..
- Escucha, lo que dije fue muy precipitado, no sé en lo que pensaba, no quiero que te alejes.
- Si-siento lo mismo que tú. - cerré los ojos y agaché la cabeza.
- ¿Sientes lo mismo?
- Si, yo.. salí corriendo porque tenía miedo de decir algo equivocado por mis nervios. Perdón por hacerte sentir mal, no quería que lloraras. - sentí unos brazos rodearme el torso.
- Esperé tanto para hacer esto.
- Yo sé que no es un buen momento, todo es tan reciente, pero me preguntaba si querías ir conmigo a cenar ésta noche.
- ¿Cómo en una cita?
Ten el valor, Amber.
- En definitiva, sería una cita.
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