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Capítulo X "Haría lo que fuera por ti"

Ya hacia algo más de una semana desde la fiesta. Si, esa extraña fiesta en la que la mayor parte del tiempo estuve hablando con ese extraño chico, Zed si no recuerdo mal. Tengo que reconocer que cuando el chico evitó que me cayera me pareció majo, pero aquella noche, no tengo mucho que decir, no sabría describirlo. Es idiota a mas no poder, pero aún así no podía dejar de hablar con él, como si algo me empujara u obligara a hacerlo, lo cuál no tenía sentido...

Por otra parte, David, Ro y JP estaban en Los Ángeles ¿quién diría que nuestro patito llegaría hasta Los Ángeles o Hollywood? Desde luego estaba todo documentado en su canal, pero aún asi yo cada noche hablaba con David por Skype, me contaba lo que había hecho ese día, se había comprado uno de esos malditos monopatines pequeñitos. Dios, yo quería uno...
Cristian... nuestro querido Zeus estaba en Gran Youtuber, enserio, Cristian allí la debe de estar liando a lo bestia, y no me imagino lo que pasaría si algún día acabase en Gran Hermano, la que se podría liar...

Y el maldito Adri me había dejado solo, estaba en un evento en quien sabe donde... podríamos decir que me han dejado sólo, ¿cómo se les ocurre irse a todos a la vez? Esto es decepcionante. Claro, podría decir que Rush sigue aquí, ¡pero también se ha ido a saber dónde! Me empiezo a dar cuenta de que sólo se el paradero exacto de David, Ro y JP...

Me levanté de la cama y fui al baño, si, a tomar una ducha como siempre, me gusta estar limpio. Ya casi habia gastado las cosas que me trajo Adri, debería preguntarle dónde las compró, así al menos tendría algo que hacer, comprar malditas cosas para el baño. Al salir fui a mi cuarto y encendí la televisión, estaban emitiendo de nuevo el primer capítulo de SuperGirl, tengo que decir que por los tráilers me esperaba mucho más de la serie, pero no estaba mal. Apagué el televisor, me vestí y salí a la calle, a dar un paseo. Pasear era lo único que hacía últimamente, dicen que eso sólo lo hace la gente que se siente sola, sinceramente, no estoy solo, pero me gusta estarlo a veces, a fin de cuentas así puedo pensar, aunque ya no tenía nada en lo que pensar...

Sinceramente, mis paseos siempre me llevaban a casa de Alicia, aunque nunca entraba, esta vez me asomé al jardín ya que oí la voz del padre de la chica. Estaban Alicia y él, por lo que parecía estaban discutiendo. En un instante vi como Alicia derramó una lágrima y salió corriendo hacia la salida. Fui a encontrarme con ella y la abracé, ella velozmente se apartó de mi, me tomó de la mano y empezó a correr, le seguí el ritmo hasta que llegamos a un sitio lejos de alli.

-¿Qué pasa? -le dije a la chica limpiándole una lágrima.

-No podíamos quedarnos allí -respondió apartándose el pelo de la cara- ¿podemos ir a tu casa? Por favor...

Accedí y fuimos paseando hasta mi casa. Alicia me contó que desde que encontré aquel álbum de fotos había estado pensando en su hermano, y hoy, habia discutido con su padre sobre eso mismo. Me estaba dando cuenta de que yo había provocado esto, y quizá debería enmendar mi error, de momento intentando hacer sentir mejor a Alicia, y después ya veríamos que hacer. Llegamos a mi casa y Alicia se puso a buscar en mi armario, movió una tabla que parecía suelta y sacó una gran maleta de un hueco que yo desconocía que existía.

-¿Para que guardas tu ropa en mi armario? -pregunté mostrando cierta sorpresa.

-Correción: guardo mi ropa y maquillaje para emergencias -dijo la chica abriendo la maleta- pero lo importante es esto.

Cogí las dos tarjetas que tenía en su mano y me quedé alucinando con lo que eran, desde luego esto tenía pinta de locura.

-Alicia, estos son unos carnets falsos... -dije mientras me temblaba la voz.

-Lucas, tenemos que ir a por mi hermano.

-¿¡Qué!? -grité impresionado por lo que acababa de decir la chica- no pienso hacer nada ilegal, me niego.

-No es ilegal si no nos pillan... -objetó la chica.

-Está bien -dije mientras me arrepentía de haber accedido- ¿dónde está tu hermano?

-En Roma -soltó la chica, y tras ver mi asombro sacó un mapa y comenzó a dibujar en él- primero conduciríamos hasta Barcelona, después...

-Espera -dije procesando la información- ¡¿conducir?!

-Es la forma más rápida y tenemos que llegar cuanto antes -dijo Alicia con bastante iniciativa- Lucas, esto es importante para mí, entiendelo...

-Lo entiendo -solté besando su frente.

-Desde Barcelona iríamos hasta Montecarlo, y de allí a Roma -dijo finalmente la chica.

-Y bien, ¿cuando nos vamos? -pregunté dubitativo.

-Esta noche.