Capítulo XX "Canción del tiempo"

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Guardamos nuestras cosas en la maleta acompañadas de algunos regalos de los fans. No sabia que los fans eran tan majos, me habían hecho muchos regalos, algunos de esos regalos tendrían que mandarmelos desde el hotel a mi casa, y las cartas las leería nada mas llegar. Me habían regalado un peluche de un conejo, enserio que cosita mas tierna, fue precioso cuando vino aquella chica, de unos 8 años, me abrazó con los ojos llenos de lágrimas, yo le di un beso en la mejilla, estuvimos hablando y dijo que era una fan mía, en menos de un año ya tenia fans, alucino... La chica me dio una carta dentro de un sobre rosa y me regaló un pequeño conejo de peluche. Me costó aceptar el regalo, ya que me contó que se lo había regalado su abuelo, el cual falleció unos años atrás. En principio me negué a aceptarlo, las cosas así no se regalan tan a la ligera, pero la chica me miró con una sonrisa y dijo que ella quería que nunca la olvidase, igual que ella nunca se podría olvidar de su abuelo. Mis ojos se llenaron de lágrimas y la chica me las limpió, diciendo que lo mas perfecto que había en mi, era mi sonrisa, una sonrisa sincera. No pude evitar abrazarla de nuevo, quizá no tengo tantos fans, pero los que tengo son increíbles, y los valoro mucho. Muchísimo.

-Hora de irnos -dijo Sara entrando en nuestra habitación.

Coloqué el conejo de peluche en mi maleta, junto a la carta del sobre rosa que ya había leído. Que palabras mas sinceras había escrito la chica, algunas para mi serian incluso impronunciables. Cerré la maleta y le sonreí a mis amigos, salimos del hotel y nos subimos a un autobús que nos llevó al aeropuerto. Nuestra siguiente parada era México, y desde luego tenia algo de miedo, David había dicho que el público seria mucho mayor... Subimos al avión y me volví a sentar junto a David. No nos esperaba un vuelo demasiado largo.

En cuestión de escasas horas llegamos a México. Al bajar del avión recogimos nuestras maletas y allí, en la entrada del aeropuerto estaba él. Salí corriendo en su dirección y le abracé.

-Adri -afirmé lleno de felicidad- ¿qué haces aquí?

-Verte -soltó el chico sin más.

-Me alegra tanto que estes aquí -continué sonriendo.

-Lucas -dijo David colocándome una mano en el hombro- despierta, hemos llegado.

Abrí los ojos sobresaltado y descubrí que solo había sido invento de mi imaginacion. Le pegué un puñetazo al asiento y comencé a llorar, David me abrazó.

-Tranquilo Lucas -dijo el chico sin soltarme- yo estoy aquí.

Me separé de David y me sequé las lágrimas, seguí caminando hasta salir del avión y cogimos las maletas. En la entrada del aeropuerto había un chico, pelo negro, ojos oscuros, mirada imponente pero dulce. Sostenía en sus manos un cartel en el que aparecía escrito "Youtubers Españoles" desde luego si quisiéramos disimular no podríamos contar con este chico. Me acerqué a él y enseguida lo reconocí.

-Alberto Villareal -solté sin pensarlo dos veces.

-Ya sabemos quien es el sagaz Lucas -dijo el chico sonriendo- Ruescas me ha hablado de ti.

-¿Enserio? -pregunté riendo.

-Pues claro, ya sabes como es Javi -continuó Alberto- se que el tiempo no está a tu favor hoy, así que tengo todo preparado para grabar en una sala del aeropuerto.

-Alto -dije sorprendido- ¿grabar?

-¿No te lo ha dicho Javi? -negué con la cabeza- ahora lo entenderás. Por cierto, Fa siente no haber podido venir.

-Está bien, vamos a grabar -dije tranquilamente.

-Pero antes que nada, ¡Bienvenido al D.F! -soltó Alberto extendiendo los brazos, a lo que me limité a reír.

Acompañé a Alberto hasta la sala en la cual ya estaba el trípode con la cámara lista y el chico me explicó en que consistía el vídeo. Fue algo muy divertido de grabar, desde luego risas no faltaron. De repente vi la hora y salí corriendo de allí, por suerte David había llevado mi maleta al hotel. Cogí un taxi hasta el lugar, era enorme. Ya había empezado, así que tuve una loca idea. Me dirigí a la puerta principal y entré. Zarcort y Town comenzaron a cantar, pero la gente no les prestó atención y se quedaron mirándome, había muchísima más gente que en Argentina, Lana me tendió un micrófono y empecé a cantar junto a Zarcort y Town según me dirigía al escenario. El público se había apartado dejándome un pasillo hasta el escenario, subí a este y seguí cantando, mientras la gente se quedaba alucinada, sobretodo Zarcort y Town. Terminamos la actuación y fui con el resto de youtubers, todos comenzaron a aplaudirme y he de reconocer que sonreí a más no poder, ¿quién no lo haría? Había tenido suerte de llegar con el tiempo tan justo, y ahora, a disfrutar del resto de actuaciones.

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