Capítulo XV "Papel Rasgado"

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Alguien me movió levemente. Me volvió a mover con algo más de fuerza. Recibí un golpe en el costado y me di de bruces contra el suelo.

-¡¿Pero a ti que te pasa?! -grité a quién me hubiese tirado antes de darme cuenta de quién era en realidad- ¡Adri!

Corrí hacia el chico y me lancé sobre él para abrazarle. Era un idiota, por irse, por no responderme. Me había tenido preocupado pero aquí estaba.

-¿Por qué no me respondías? -dije golpeándole el brazo.

-Dejé el móvil aquí -soltó Adri encogiéndose de hombros.

-Pero ponía que lo habías leido -dije intrigado.

-Debió leerlo Teresa -soltó el chico instantáneamente- ¿quién es el chico que está durmiendo en la habitación de invitados?

-Es el hermano de Alicia -dije sentándome en la cama- quizá hay algunas cosas que deberías saber...

Adri se sentó a mi lado a escuchar todo lo que tenía que contar. La alocada aventura que emprendimos, no obvié ningún detalle, a fin de cuentas Adri no le diría a mis padres nada sobre robar coches ni conducir hasta otro país, o colarnos en internados. Le pareció alucinante, divertido, y la parte de Carter y P le pareció tierna, y es que de hecho, fue muy tierna. En contra de lo que muchos idiotas puedan pensar, un beso entre dos chicos es muy bonito, y digo, si un amor es tan fuerte como para plantarle cara a la sociedad, creo que merece durar como mínimo para toda la vida. Después de esto, le hable al chico de Aria, conociendo a Adri debería haber supuesto que haría bromas sobre esto, pero bueno, no dejaba de ser parte de mi vida y me gustaba hablar sobre ello. Y después vino la parte de Town. Adri se quedó alucinando ante la propuesta de Álvaro, quiero decir, me ofreció ayudarme a mejorar como cantante y compositor, y supongo que era una gran propuesta.

-Lucas -dijo Adri calmadamente con la mirada perdida- tengo miedo.

-¿Miedo? ¿A qué? -pregunté extrañado.

-A perderte -dijo clavando sus ojos en los mios- antes me necesitabas para tantas cosas y ahora cruzas el país sin mi...

-Idiota, para mi siempre serás como mi hermano -solté sonriendo.

-Bueno, ¿desayunamos? -preguntó Adri sonriendo.

-Lo había olvidado, he quedado con Natalia -solté mientras me cambiaba de ropa- voy a llegar tarde. De hecho ya estoy llegando tarde. ¡Me va a matar!

-Relajate, seguro que no es para tanto.

-Se nota que no conoces a Natalia... -solté saliendo disparado de la habitación.

Salí del edificio lo más rápido que pude y seguí corriendo, habíamos quedado en Madrid, por lo que quiza tardaría en llegar. Vi como el autobús se comenzaba a ir y aceleré mi marcha hasta hacer que se detuviera y me dejara subir, le agradecí al conductor que se hubiera detenido y mucha otra gente que llegaba tarde se quejó. Envidiosos. Envidiosos porque yo había detenido un autobús y quizá eso me hacía ganar un tiempo, que ellos ya no tenían. Llegué a Madrid y seguí corriendo hasta aquella cafetería en la que había quedado con Natalia. En el suelo de la puerta había una tarjeta rasgada, se alcanzaba a leer Wicked. Al entrar vi a la chica sentada con otro chico. Pelo negro, ojos turquesas, de la altura de Natalia.

-Hola -le dije a la chica.

-Hola -dijo sonriente- Ah si, él es Dani. Llegó cuando estaba terminando el curso.

-Hola -dijo el chico, si, los tres habiamos dicho hola, era una conversacion algo extraña, mejor dicho, una presentación. El chico nuevo... ¿mi sustituto? Espero que no- Natalia me ha hablado mucho de ti, tiene suerte de tener a alguien como tú.

-Gracias supongo -dije riendo.

-Bueno, yo me tengo que ir -dijo el chico despidiendose.

-Te gusta -dije cuando el chico ya se había ido.

-No lo digas tan alto -soltó la chica poniéndose roja.

-Madre mía, de verdad te gusta -dije alucinando un poquito.

-Calla maldito idiota.

-No me va a oír -dije dándole un sorbo al café que me acaban de traer- quema.

-Eso es el Karma.

-No me hagas reír.

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