- Euge, ¿estás ocupada? le pregunté a través del teléfono.
- No, ¿quieres que vaya? -me contestó de inmediato.
- Ven un rato si quieres - le dije. No quería estar sola, mis padres volverían a la 6 de la tarde. Y también, tenía que hablar con ella. Le iba a preguntar sobre Nico y sobre... la fiesta.
- Ya voy -me contestó; y colgó, como de costumbre.
No pasaron 15 minutos cuando ella golpeó la puerta de mi casa. Apenas la sentí. La musica sonaba fuerte en mis parlantes. Corrí y le abrí, invitándola a pasar.
- Te vi - le dije con una sonrisa mientras bajaba la musica de mis parlantes.
- ¿Nos viste? Dios, casi muero - me dijo con los ojos muy abiertos, mientras una manos se dirigía a su pecho.
- Ahora, vas a contarme todo - le dije sentándome en mi cama.
Durante más o menos una hora, ella me contó todo. Me dijo que Nico se le acercó para pedirle unos apuntes de la clase de geografía. Luego empezaron a hablar, y el la acompañó hasta su casa.
-Escucha, hoy Mery vino a conmigo cuando tu te fuiste... - le dije cuando terminó.
- Demonios - susurró - ¿Que quería?
- Me dijo que quería hacer las paces conmigo.... y nos invitó a una fiesta el domingo - le dije bastante insegura.
- ¿Y que vas a hacer? Yo no pienso ir - me dijo negando con la cabeza.
- Yo necesito despejarme de todo un poco, por eso pensé en ir... Pero si tu no vas yo tampoco. ¡Vamos! va estar Peter, lo que significa que Nico va a ir - le dije.
- Espera, ¿tu quieres ir por que va a ir Peter? -me preguntó con los ojos abiertos.
- ¡Claro que no mujer! Ya te lo dije, necesito despejarme un poco.
- Vamos a ir, pero solo un rato ¿si? - me dijo de mala gana.
- Si - le contesté y me levanté para poder abrazarla - Gracias - le susurré.
Pasó la tarde realmente rápido y Euge se tuvo que ir un rato antes de que llegaran mis padres. Con ellos nunca solíamos hablar de nada. Yo siempre estaba encerrada en mi habitación y rara vez me preguntaban como me había ido en el colegio.
Esta fue una de ellas. Pero muy diferente.
- ¿Como te fue Mariana? -preguntó mi madre a través de la puerta.
- Bien - le contesté.
- Sal de ahí, Mariana. Hoy tu madre se olvido de cocinar y vamos a pedir Pizza - gritó. Apostaría a que esta enfadado.
Salí y me senté en el sillón. Estaba con mis audífonos puestos y no escuchaba lo que decían.
- ¡Sácate eso Mariana! - me gritó mi padre. Si, esta enfadado.
Cuando llegó la pizza, nos sentamos en el sillón. Ellos en el grande y yo en el chico.
- ¿Como estuvo tu día? - me preguntó papá.
- Bien - le contesté. No tenía ganas de hablar.
- Pero cuéntanos, ¿Que hiciste hoy en el Colegio? - me preguntó con una sonrisa falsa.
- ¿Para que quieres saber eso? - se me escapó.
- Mariana, sos nuestra hija. Nos preocupamos por ti - me contestó. Mamá nunca dijo una palabra.
- Pues, no parece - le dije, sarcástica. Di un suspiro y tomé un trozo de Pizza. Lo miré a papá de reojo. El me miraba fijamente y algo en expresión había cambiado. Estaba cabreado conmigo.
- Escucha, pequeña maleducada. Nosotros trabajamos todo el día para poder mantenerte, así que no tienes derecho a hablarme así - me dijo elevando su tono de voz.
- Yo nunca te pedí que me mantuvieras, ni que trabajaras todo el día. Y si, claro que puedo hablarte así, mira como lo hago - le contesté. Y supe que esa iba a ser la gota que derramaría el vaso.
- ¡Mariana, a tu habitación! - gritó mi madre y se levantó de golpe.
- ¿Y que si no voy?- le grité, también levantándome.
- ¡Vas a hacerlo! !Por que somos tus padres y tienes que obedecernos! -me gritó papá.
- ¡Ustedes no tienen derecho a decirme que tengo que hacer y que no! ¡Nunca están conmigo! ¡Siempre están trabajando! - les grité, y sentí que mis lágrimas que amenazaban con salir.
- Y gracias a eso comes todos los días. Gracias a eso tienes un techo sobre tu cabeza ¡Desagradecida! - gritó papá.
Y ahí fue cuando mi mundo se cayó y se partió en mil. Papá se acercó y me dio una bofetada. Próximo, me agarró del brazo y me arrastró hasta mi habitación. Una vez me dejó dentro de ella cerró la puerta de un portazo.
Escuché que gritó algo pero no lo entendí. No podía creer lo que había pasado. Más de una ves había peleado con papá, pero él nunca me había pegado.
Miré mi brazo y noté que un moretón empezaba a tomar color. Esta vez había ido demasiado lejos. Y tuve miedo, miedo de que esto le abriera una puerta para empezar a golpearme.
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Sé que ayer dije que iba a subir otro. Pero wattpad me dio muchisisisisisimos problemas y no pude publicarlo.
Les cuento algo........ se acerca el primer beso laliter ! <3 shhh!
Los quiero :*
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Cree En Mi ♡ Laliter ||EN EDICIÓN||
FanfictionMariana Espósito tenía una hermosa vida en Uruguay. Hasta que se vio obligada a mudarse a Buenos Aires, ciudad en la que va a conocer a Peter Lanzani, el chico más popular, galán y mujeriego del colegio.