Capítulo 28

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Sábado.

Me desperté con un dolor de cabeza infernal. Y no termine de abrir los ojos cuando la imagen de Peter y Mery reapareció en mi cabeza.

- ¿Como te encuentras? - preguntó Euge, que recién se despertaba al igual que yo.

- Bien... creo - dije levantando lo hombros. No sabia ni como me encontraba.

- Esta bien, vamos a desayunar - propuso Euge. Me tomó de la mano para ayudarme a que me levante y caminamos hacia la cocina.

- ¿Tienes idea que hora es? - le pregunté y me dirigí al espejo. Mierda, estaba echa un desastre. tenía el maquillaje corrido y la cara completamente arruinada. Euge vio mi expresión al ver mi reflejo y se rió.

- No.

- Esta bien, voy a buscar mi celular - caminé hacia mi cuarto. Lo desconecté y lo encendí. Y creo que me bajo la presión.

Tenía un mensaje de Peter. ¿Debo abrirlo? ¿O tal vez no?. No sabia que hacer. Y sin dar más vueltas lo desbloqueé y leí el mensaje.

Buenos días lindura, ¿como has estado? Te quiero. P.

Sentí una necesidad muy grande de tirar el celular al piso y que este se rompiera en cientos de pedazos. Lo leí unas 80 veces, hasta que apareció Euge.

- Demonios Lali, pensé que te había pasado algo. ¿Por que has demorado tanto? - y al ver que yo no apartaba la mirada del celular se acercó y me lo sacó de las manos. Lo miró y arrojó el celular a la cama.

- ¡Juro que cuando lo vea lo voy a matar! Vamos Lali, no le hagas caso - y me arrasró fuera de la habitación.

Desayunamos y la ayudé a a vestirse.

- ¿Crees que esto esta bien? - se miró al espejo. Le había prestado unos shorts, una camisa blanca de manga corta y una campera gris y negra. Estaba realmente hermosa.

- ¡Claro que si! ¿O no confías en mi? - se rió y se volvió a mirar al espejo - Ahora, vamos que llegas tarde - la empujé y volvió a reír.

Caminamos hasta llegar a una heladería. Se notaba que estaba nerviosa porque mirar a los costados, de morderse las uñas y de jugar con sus dedos.

- ¡Nico! - gritó de golpe, y me asustó. Volteé y allí estaba Nicolás, mejor amigo del bastardo de Peter. ¡Peter!. Me acerqué a Euge enseguida.

- Por favor no le cuentes a Nico lo de Peter, por favor - le susurré al oído y me alejé de su cara. Ella asintió y sonrió. Le guiñé un ojo y me di media vuelta para irme. Pero antes de salir volví a mirar a Euge. ¡Suerte! Articulé con los labios. Ella sonrió y me fui.



Domingo.

Euge me despertó nuevamente. Ayer había llegado a las 23:12 a mi casa y había empezado a gritar como una loca porque era la novia oficial de Nicolás Riera.

- ¡Eugenia! ¡Es domingo! Déjame dormir... - me di media vuelta y me tapé hasta la cabeza.

- ¡Claro que no señorita! - me tomó del brazo y me obligó a levantarme. Tomé mi celular y lo revisé. Tenía otro mensaje de él.

Buen día hermosa! Ayer no me contestaste... o tal vez no te llegó mi mensaje. ¿Como has estado? Te quiero. P.

Apreté el celular con tanta fuerza que pensé que iba a romperlo, pero no fue así. Euge me lo sacó de las manos, nuevamente, y lo metió en el cajón que tenía mi mesa de luz.

Cree En Mi ♡ Laliter ||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora