Cree En Mi ♡ Laliter ||EN EDICIÓN||

Capítulo 6 "Parte 1"

A la tarde, Eugenia fue a mi casa a visitarme... Pasamos la tarde juntas y ella se quedó a dormir.

—Lali —sentí que ella me decía mientras me golpeaba suavemente el hombro— Lali, despierta.

—¿Que pasó? —le dije aún dormida.

—Nos dormimos... Levántate de una vez que llegamos tarde —me giré para poder ver la hora. Mierda, teníamos tan solo 15 minutos para levantarnos y no llegar tarde.

Me levanté de un salto y me puse el uniforme. Creo que nunca me había vestido tan rápido.

Corrimos y llegamos un poco antes de que tocara el timbre.

(...)

Tercer recreo. Ya solo quedaban 3 clases para poder irme. Este era el recreo "largo", en comparación con los otros, este duraba 15 minutos en total.

Caminamos hacia el patio y nos sentamos bajo un árbol. Luego de unos segundos de silencio Euge pareció haberse percatado de algo, que hizo que saltara y me hiciera señas para que me de vuelta.

Me di vuelta lentamente, para notar algo que me heló la sangre.

Al instante me arrepentí de haberlo echo.

Peter estaba mirándome fijamente, nuestras miradas se cruzaron por unos interminables segundos, y cuando sentí que mis mejillas estaban empezando a tomar un color rojizo, me di vuelta de golpe. Note que mi respiración se volvió como agitada y mi pulso aceleró, aparte de que me había sonrojado. ¿Por qué me estaba sucediendo esto? ¿Por qué me sentía así? Alcé la vista y vi a Eugenia con una enorme sonrisa, y cuando se dio cuenta de que estaba sonrojada, dio un pequeño grito ahogado de emoción.

—¡Te estaba mirando! Maldita sea, ¿entiendes? ¡Peter Lanzani te estaba mirando fijamente! —me dijo Euge con los ojos brillosos, emocionada.

—No es para tanto —le dije tocando mis mejillas, que ardían.

—Demonios... —me dijo y se estiró, disimuladamente, para poder verlo— Te sigue mirando! Creo que voy a morir. 

—¿Q-Que? —contesté asombrada. Esta vez, tomé fuerza de voluntad y no volteé. No quería que nuestras miradas se encontraran nuevamente, no quería que me viera sonrojarme. 

Voy a admitirlo, me dio un poco de miedo... no él, si no el echo de volver a sentir algo por alguien, de volver a enamorarme... sentí miedo de volver a repetir la misma historia, algo así como la que pasé con Benjamín.