Capítulo 32

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-¿Que? -fue lo único que alcancé a decir. Tomé las cosas. Era una caja de bombones y un ramo de 4 rosas. Sentí que me desmayaría ahí mismo. Euge sonrió al ver mi expresión y la miré fijo.

- Abre el paquete, quiero ver que tiene- pidió Euge. Yo seguía totalmente embobada, y apuesto a que tenía una sonrisa de inútil plantada en mi rostro.

- No lo puedo creer...- susurré.

-¡Vamos, mujer! Abre el maldito paquete - insistió. Y con torpeza le di el ramo a Euge, para que lo sostuviera. Mientras intentaba abrirlo, me di cuenta de que me temblaban las manos más de lo normal.

Rompí el envoltorio, que era bastante bonito por cierto, y una caja de bombones apareció. La saqué completamente y una nota salió disparada. Me agaché y la tomé; y obviamente, seguía sonriendo.

Lali,

Esto es una pequeña anticipación, y espero que te guste. Te veo mañana; y te quiero muchisisisisismo. Peter.

Sonreí aún más. ¿Por qué tenía que ser tan hermoso?

-¿Podemos irnos ya? Si llego más tarde van a matarme -Eugenia siempre rompiendo los momentos más lindos. Asentí y comenzamos a caminar; yo sin dejar de mirar las cosas. Ella me paso el ramo luego de que guardé la caja en mi mochila.

Caminamos un par de cuadras en absoluto silencio, hasta que ella tubo que despedirse. Seguí mi camino hasta mi casa y para mi no sorpresa, mis padres  no se encontraban en casa. Por suerte...

Me dirigí a la cocina; revisé la heladera pero no había nada para almorzar. Al diablo, no voy a cocinar. Me hice un sándwich de jamón y queso y salí a caminar. Tampoco tenía ganas de quedarme en mi casa. Antes de salir, tomé un poco de plata; me compraría algo más en el camino.

Me dirigí a una plaza, que no sabía su nombre. Estaba empezando a ubicarme, ya que nunca había estado aquí, pero tenía una idea de como volver a casa. Me senté en un banco, frente a una estatua de una señora con un niño pequeño, y terminé de comer mi gran almuerzo. Miré a mi alrededor, en busca de algún almacén para compara más comida. Tenía mucha hambre.

Al otro lado de la plaza, había un supermercado. Perfecto. Nunca me había alegrado tanto de ver un maldito almacén. Crucé por el medio de la plaza y entre. Caminé entre las gondolas en busca de algo salado. Agarré un gran paquete de papas y otro de Doritos; y ya de paso, un paquete de galletas para la merienda.

Y para mi no sorpresa; justo, justo me encontré con él.

Iba en busca de un refresco cuando una mano se apoyó en mi hombro, haciendo que pegara un salto. Me di vuelta y esos ojos verdes que tanto me encantaban me encontraron y me capturaron, con la intención de no dejarme ir.

Estaba ahí, justo en frente mio. Y no sabía que hacer.

-Hola...- susurró con una sonrisa.

-Hola -no podía dejar de mirarlo.

-Hola - dijo ahora en voz alta.

-Hola...-respondí con una sonrisa.

- Hola... digo, eh ¿Que tal estas? -se despeinó el pelo. Totalmente sexy. Parecía nervioso.

-Con hambre - reí y le mostré la comida que llevaba- ¿y tu? ¿que haces por acá?

- Vine a comprar un par de cosas... - y me guiñó un ojo. ¿Que estaba tramando este chico?. Y el recuerdo de el ramo de rosas y los bombones aparecieron en mi mente.

- Eh.. yo... gracias - tartamudeé, y el sonrió, pero levantó una ceja.- ya sabes... por las cosas.

- ¿Que cosas? - volvió a sonreír. Sabía perfectamente de lo que hablaba.

- Las cosas Peter, tu sabes, el ramo y... - no terminé la frase.

- Hum... ¿te gustaron? - se acercó un poco más a mi.

- no tenías que hacerlo Peter... de veras, te lo agradezco pero no era nece...

- ¿Te gustó el regalo si o no? - me interrumpió.

- me encantó... - susurré.

Y no me pude contener. Avancé otro paso y lo abracé. A pesar de que aún seguía un poco enojada con él, lo extrañaba, y mucho. Sentí un escalofrió recorrerme el cuerpo cuando sus manos se posaron en mi cintura.

- ¿Aún sigues enojada? - me preguntó y sentí su alieno en mi cuello.

- No lo se - le contesté y lo abracé con más fuerza - ¿Que es eso de mañana?

- No puedo decírtelo - la respuesta que esperaba. Me separé un poco de él y lo iré a los ojos.

- ¿Vamos? Yo pago tus cosas - me dijo. Negué inmediatamente con la cabeza.

- No, lo pago yo. ¿Quieres venir conmigo? - comencé a caminar en dirección a la caja.

- Voy a ir contigo, y voy a pagar.

Discutimos hasta llegar, y cuando llegamos pareció haberse rendido. Pero me equivoqué. antes de que pudiera entregarle la plata a la señora el se adelantó y la entregó entes que yo. Lo miré fijo y suspiré; mientras él me miraba con una sonrisa, y me sacaba la lengua.


Salimos del supermercado y fuimos a la plaza, a exactamente el mismo banco donde yo me había sentado antes.

- Te quiero - dijo tan bajo que apenas lo escuché. Ignoré ese comentario, haciendo de cuenta de que no escuché nada.

-¿Por que no fuiste al colegio? - le pregunté por fin, cuando nos sentamos.

- Tenía cosas que hacer - no me miró.

- ¿Que cosas? - era obvio que no iba a decírmelo.

- Cosas...- ¡Ugh! ¡Por que no me decía y ya!.

- ¿Quieres? - le ofrecí papas.

- No, gracias.

Bueno, esto se estaba volviendo un poco incómodo.

- Eh, tengo que irme - inventé.

- Bueno... ¿quieres que te acompañe? - preguntó. ¡No!.

- Eh... hum... no, gracias-  me levanté y el me imitó.

- Bueno, hasta mañana - se acercó a mi, para despedirse con un beso.

Lo siguiente fue realmente incómodo: él me miró fijo antes de acercarse. Creo que me iba a besar (en los labios) pero le corrí la cara disimuladamente. Se puso incómodo y se sonrojó. Y me sonrojé yo también. Cuando yo le iba a dar un beso (en la mejilla) él también, y casi nos chocamos. Finalmente, y por suerte, me quedé quieta y el plantó sus labios en mi mejilla. Volví a sonrojarme y me di media vuelta. Y casi me tropiezo.

Lo saludé con la mano, caminando en reversa; luego me di vuelta y aceleré el paso. Iba tan rápido que si aceleraba un poco más, me iría corriendo.

Si, la peor despedida.


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Bueno, simplemente: perdón por la super demora (estaba de viaje, y no tenía internet)...  y gracias, muchaaas graciaass por los votos y por seguir leyendo, por todo ❤

'perdón si tiene faltas de ortografía, lo escribí en el celular'

ls quieroooooop ❤




Cree En Mi ♡ Laliter ||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora