Capitulo 22

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- ¿Peter? - pregunté viendo una figura dándome la espalda, parecía el.

- Lali, tengo que decirte algo importante - me dijo, aún dándome la espalda. Y un segundo después se dio la vuela. Estaba llorado; Dios, algo no anda bien.

- ¿Estas bien? - le pregunté mientras me acercaba, pero el comenzó a caminar hacia atrás. ¿Que está pasando?.

- No, no lo estoy. Perdóname, enserio perdóname - dijo el mientras seguía dando marcha atrás. Había parado de llorar.

- ¿Por qué te tengo que perdonar? -le pregunté cuando él paró. Di un paso más, para estar más cerca de él, pero nuevamente retrocedió dos.

- Te engañé Lali, lo siento - me contestó, volviendo a llorar. No, no, no, no, no; esto tiene que ser una mala broma.

- ¿Que? - le pregunté sin aliento. Las lágrimas comenzaban a resbalarse por mis mejillas. No puede estar pasando nuevamente, por favor no.

- Con Eugenia - susurró el. Y sentí como algo en mi se rompió en ese instante. ¿Enserio acababa de confesarme que me metió los cuernos, con mi mejor amiga? Dios, Eugenia y Peter, no.

La comida del mediodía comenzó a subir por mi garganta, provocándome arcadas. No, no, no; era obvio, es igual a Benjamín. ¡Como pude ser tan estúpida de no darme cuenta!.

 - Lo siento Lali, lo siento - susurró él, y al instante se fue corriendo. Me empezaba a costar respirar y mi corazón se aceleró. Me estoy muriendo.

- ¡No! - grité. Y rompí a llorar.

- Demonios Lali, ¿que te sucede? - me preguntó alguien. Me limpié la cara y mire a mi alrededor. Es mi habitación. Estoy con Euge. Todo ha sido un sueño.

- Solo fue un sueño - susurré, y traté de tranquilizarme.

- Dios mujer... ¡Me asustaste!

Me estiré y cogí mi celular, que estaba e la mesita de luz. 6:42. En 13 minutos sonaría la primer alarma; pero me iba a ser imposible volver a dormir. Y para mi sorpresa, tenía un mensaje. Peter.

Buenos días Princesa! Te veo luego. Peter.

Euge me miró fijo mientras yo le sonreía, embobada, al celular. Se levantó y se dirigió al baño. Hoy si tenía que ir al maldito colegio.
Me levanté con las peores ganas y caminé hacia la cocina. Para mi sorpresa, nuevamente, en la mesa había una bolsa de bizcochos y una nota. Era de mamá.

Para que desayunes con tu amiga. Te quiero. Majo.

Ella nunca ponía cosas como "Tu madre" o "mamá" en las notas, siempre prefería poner su nombre, al igual que papá. Y eso me hacía sentir un poco mal. Me hacían pensar que les avergüenza que sea su hija, o que ellos sean mis padres.

Dejé la nota a un lado y me dirigí a la mesada, para aprontar café, de desayuno. Euge se asomó y caminó hasta la mesa. Leyó la nota y la dajó justo donde yo la había puesto.

- ¿Quieres que te ayude? - me preguntó mientras se tocaba el pelo.

- No te preocupes - le dije sirviendo la primera taza de café. Se la arrimé y tomé un plato, para poder poner los bizcochos.

Volví nuevamente hacia la mesada y serví a segunda taza de café. Caminé con ella hasta la mesa y me senté junto a Euge.

(...)

Luego de que desayunáramos, de que nos bañáramos y de que aprontáramos las cosas del colegio, partimos rumbo a él.

En el camino ella se encontró con Nico; y me rogó que la dejara irse con él. Acepté y caminé sola.

 Hasta que él apareció.

- ¡Lali! - gritó alguien a mis espaldas. Faltaba tan solo una cuadra para llegar al colegio. me volteé y el vede de sus ojos encontró los mios.

- Peter.. ¿que tal? - ¿Solo eso vas a decir? ¡Es tu novio Lali!

- Bien ¿y tu?... ¿como has dormido? - me pregunto mientras pasaba una mano por mi hombro, para poder caminar abrazado a mi.

Bueno, soñé que me metías los cuernos, con mi mejor amiga, y me desperté llorando y gritando - De maravilla, ¿tu? - mentí.

- Soné contigo. La verdad, muy bien.

- ¿Y que soñaste? - le pregunté. Debe ser un chamullo.

- Que estábamos en una fuente, tu y yo, era como un picnic; no recuerdo bien - me contestó el, y justo llegamos a la puerta del colegio.- ¿Que te toca?

- Matemáticas - suspiré, la peor materia.

- Historia - me dijo él.

- Bueno, nos vemos luego - le sonreí, y me di media vuelta, dispuesta a irme. Pero su mano me tomó la muñeca suavemente, impidiendo que me fuera.

Me volteó rápidamente, y antes de que pudiera reaccionar, me besó.

- Eres mi novia lindura, puedo besarte cuando quiera. - susurró contra mis labios. Y volvió a besarme.

Ya no me importaba nada. Ni que los demás miraran, ni que susurraran cosas a nuestros alrededores. Solo estábamos él y yo. Y nadie más.


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Mil perdones por no subir capitulo! Me quedé sin internet...

Gracias por seguir leyendo y por los votos, a pesar de que subo una vez cada mil!

Los quiero ❤


Cree En Mi ♡ Laliter ||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora