Pequeños cortos makoharu

Razón.

—Oye Rei-chan— Habló Nagisa mientras daba un sorbo a su jugo de manzana–¿No crees que Haru-chan y Mako-chan han estado actuando extraños?—

Rei llevó una mano a su barbilla en un gesto pensativo para después mirar al cielo, analizando la pregunta—No... creo que no— Después miró a Nagisa

—Yo sí— Nagisa dejó el envase de jugo en el suelo— Normalmente el ambiente entre ellos es tranquila pero ahora la siento... ¿acaramelada? Tal vez un poco rosa—.

—Tal vez sean alucinaciones suyas Nagisa-kun.

Nagisa hizo un puchero.

—No Rei-chan. Yo sé lo que digo... creo... creo que ellos están— Se acercó a Rei para susurrar– creo que ellos están saliendo—

Rei frunció el ceño, un tanto confundido por las sospechas de Nagisa.

—No debería decir tonterías—

—¡Yo nunca me equivoco en estas cosas Rei-chan! Y para demostrártelo, hoy después de clases los seguiremos—Nagisa dio una gran mordida a su pan de Iwatobi, molesto porque Rei no le creía.

Y es que él, Nagiza Hazuki jamás se equivocaba en ese tipo de cosas.

—Esto será una mala idea...—Rei suspiró mientras veía su plato de comida.

[...]

Cuando las clases terminaron, como siempre Nagisa y Rei se despidieron de Makoto y Haruka en el portón y cada par tomó su camino. Sin embargo, Rei y Nagisa avanzaron un poco y después se escondieron detrás de una barda, tratando lo mejor posible que de no se notaran.

—Muy bien Rei-chan, ahora damos inicio a la operación: vigilar a Mako-chan y Haru-chan para demostrar que son pareja y yo tengo la razón.

Rei lo miró alzando una ceja.

—¿No cree que es un poco largo el nombre Nagisa-kun?

—Para nada Rei, ahora apúrate que se marchan.

Poco a poco, a tan sólo unos metros de distancia Rei y Nagisa siguieron a Haru y Makoto hasta llegar a una tienda.

—¡Mira!– Dijo Nagisa– Se metieron a esa tienda. ¿Crees que vayan a comprar condones?

Rei sintió su rostro arder de vergüenza.

—No diga ese tipo de casas Nagisa-kun... por favor.

—¡Silencio Rei-chan!— Nagisa lo ignoró completamente– Ya salieron.

Observaron a Makoto y Haruka con bolsas en ambas manos, sin embargo con las bolsas de Makoto se distinguían unas latas y en las de Haru era comida... para gato. Nagisa frunció el ceño molesto, de que su idea fuera completamente bateada pero aquello no le quitó las esperanzas. Haruka y Makoto bajarían sus defensas y en ese momento los vería besarse para así poder demostrarle a Rei que tenía la razón.

Unas calles más adelante, se detuvieron y observaron a Makoto abrir las bolsas donde dejó un puñito de comida para gato, de esta forma varios gatos callejeron se acercaron para calmar su hambre y se dejaron acariciar y mimar mientras comían.

Con ello sólo habían terminado de confirmar la enorme bondad en el corazón de Makoto.

Después de ese pequeño y tierno espectáculo, la siguiente hora Rei y Nagisa siguieron a Haru y Makoto en sus recados por el centro y las tiendas, en una ocasión hicieron su típica costumbre de compartir un helado y comerlo juntos, sentados en una banca que estaba cerca.

Nada fuera de lo normar en la rutina.

—Ugh... vamos... hagan algo. Tan siquiera un besito...

Nagisa estaba al borde de la desesperación.

—Creo que ya fue suficiente Nagisa-kun—

Rei puso una mano en el hombro de Nagisa y le sonrió.

—¡No, no, no!— Nagisa se cruzó los brazos, negándose a ceder.

—Por favor... ya es tarde. Sus padres y hermanas deben estar preocupados por usted... y los míos igual.

Nagisa bajo un poco la mirada y sintió sus ojos llorosos por la frustración que le provocaba no tener la razón, porque él siempre la tenía

—Está bien— Dijo resignado y Rei le sonrió para después darle un pequeño besito en sus cabellos.

Nagisa se sonrojó y tomó la mano de Rei, para después pensar:

"Quizá... si estaba equivocado"

Al fin y al cabo siempre hay una primera vez para todo.

[...]

—¿Ya se fueron?— murmuró Makoto mientras botaba a la basura el palito de madera de la paleta.

—Sí— respondió Haruka.

—Será mejor que nos vayamos también—dijo para después extender su mano y tomar la de Haruka para entrelazar sus dedos.

Haruka sintió sus mejillas arder porque Makoto le había besado el dorso de la mano. Seguido lo miró a los ojos y dijo.

—Te quiero mucho Haru-chan.

Haru resopló y giró los ojos.

—Deja el "chan"–Haruka sintió sus orejas arder también. Sin embargo, volvió a hablar– Yo también te quiero—

Después de todo... Nagisa siempre tenía razón.

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YA ESTÁ LA PARTE TRES DE MIÉNTEME. VAYAN.

Hola(? me sorprende que tengo el valor de dar la cara después de dos meses sin subir nada serio :'0 y esto es viejísimo. Lo tenía abandonado en una libreta  ;-; lamento no tenerles nada fresco QuQ pero como sabrán, este año me retiro como escritora y las prisas por acabar otras historias me consumen (?  —mentira lo de las prisas pero en verdad sí me retiro—así que les dejo esto como ofrenda (¿?)

Los amo, bye :'3