¿Francia Por Amor O Amor Por Francia? [Terminada]

Interés

Era una noche tranquila donde yacía una chica enmascarada de cabellera azul azabache en la cima de la torre eifel observando el panorama junto a su fiel compañero felino que hacía lo mismo que ella. Una fresca ventisca rozaba las mejillas de los héroes haciendo de la cima un lugar agradable.

-Chat, ya es tarde, es suficiente vigilancia por hoy- Decía la chica agotada.

-Tienes razón, my lady, tienes razón- El viento hacía que el cabello de Chat se alborotara y lo hacía ver bastante atractivo.
Ladybug tenía un largo tiempo pensando en Chat Noir, pero para ella, Adrien era su prioridad.

-Buenas noches- Ladybug le regaló una sonrisa y salió de ese lugar con el poder que el yo-yo le brindaba

-Buenas noches, my lady- Susurró el gatito para después saltar por los tejados hasta llegar a la mansión Agreste.

La heroína de Francia ya había llegado a casa. Una vez dentro de su habitación, una luz roja pasó por todo su cuerpo transformando a la catarina en una chica normal, torpe y tímida. También dio lugar a una pequeña criatura roja de ojos azules. Una linda kwami estaba junto a Marinette.

-¡Estoy exhausta! Mi cama dice "ven" por todos lados- Decía la chica mientras se ponía su pijama

-Ánimo Marinette, no es fácil pero eres la única en Francia que brinda un bien a los ciudadanos, claro, aparte de "tu" gatito- La Kwami reía

-Oh Tikki- Marinette le regresó aquella risa pero algo en su interior le decía que un sentimiento nuevo estaba por nacer, solo que no sabía cuál. Cerró los ojos y lo primero que vio fue una imagen de Adrien Agreste, el hijo famoso del mejor diseñador en todo París. Era su amor platónico, su sueño hecho realidad, el modelo más joven del país estaba presente en el corazón de la chica. Después estaba el fiel acompañante de ladybug, que por alguna extraña razón apareció en la mente de la chica antes de ser derrotada por un sueño profundo.
Por otro lado, en una mansión, el gran héroe de Francia se hacía presente. Una luz verde pasaba por su cuerpo para dejar al descubierto a un chico rubio de ojos color aceituna, el modelo de París. Cuando la luz lo dejó, una criatura pequeña apareció y con una sonrisa en el rostro, reclamaba a su amo su bien merecida recompensa. Queso.

-Buen trabajo, amigo, lo hemos hecho de maravilla- Decía el tímido y amigable chico.

-Si, como sea... Esto es delicioso-

-¿Alguna vez te has preguntado quién se esconde bajo la mascara roja de puntos negros?

-¿Alguna vez has dejado a los gatos disfrutar su alimento?

El chico le lanzó una mirada irritada pero después sonrió, pues no podía enojarse con el Kwami más tierno por una bromilla. El chico lanzó su ropa al sofá y se dejó caer en la cama, su cansancio era excesivo pero habría valido cada segundo que pasó junto a su querida ladybug, a quien de verdad deseaba conocer en la vida cotidiana. Pensando en ella, cerró sus ojos y se hundió en el maravilloso mundo de los sueños.

Al día siguiente, como siempre, Marinette iba corriendo a toda velocidad para llegar a tiempo a clases pero como siempre, nunca faltaba su torpeza e hizo que se tropezara y cayera al piso derrapando con la rodilla.
-No voy a llegar a este paso- Dijo mientras observaba la sangre de su rodilla derecha recorrer la tela rosada de su pantalón pesquero.
-¡Y aparte de todo lo rompí!- La pobre chica estaba irritada pero no se rindió, se levantó y caminó malherida, tal vez no llegaría a la primera hora, pero tendría 6 para estudiar.
-Marinette, no te rindas- Decía la pequeña Tikki.
Unos minutos después, una limusina pasaba a un lado de la ojiazul cuando un chico rubio observando el panorama, cruzó la mirada con ella.