Chat Noir

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-¡Chloe!- Gritaba el ojiverde que había entrado a casa de la rubia y tocaba su puerta un poco fuerte.

La chica abrió la puerta de golpe -¡Adrien! ❤ ¿Has venido a visitarme?- Preguntó y se lanzó a sus brazos

El rubio la alejó al instante y retrocedió. Ella se indignó y levantó la barbilla manteniéndose firme y serena pero notó en la mirada del rubio una exigencia... Una explicación.

-¿Me podrías explicar por favor de qué restricción hablaba Marinette?- El chico tenía los brazos cruzados y la mirada fija en ella provocando cierto temor en ella por primera vez en la vida de la pobre engreída.

-¿Porqué no le preguntas a ella?-

-Vine a preguntarte a ti, Chloe-

-No puede acercarte a ti, si me hirió a mí que soy la hija del increíble presidente de Francia, a ti como modelo te irá peor. Esa cosa es una amenaza a la humanidad- Contestó finalmente con un tono de voz pesado. Estaba enojada.

-Eso fue lo que escribiste en la restricción ¿Cuál es la razón verdadera, Chloe?-

La chica se irritó más. No quería aquel chico le hablara de esa manera porque no era justo. Tampoco su restricción, pero para el país ella era justa al igual que su padre.

-Eso ya no importa, Agreste. Largo de aquí- La rubia estaba cerrando la puerta en la cara de Adrien cuando éste la detuvo y entró en la habitación. No era propio de él, pero estaba molesto.

-Dime, Chloe ¿Porqué me prohíbes hablar con mis amigos? Especialmente con ella-.

-Vete o llamaré a mi papi para que te saque de aquí-.

-Llama a quien quieras. Contesta mi pregunta, Chloe-.

Chloe tomó su celular y cuando estuvo a punto de marcar a su genial padre, un temblor la interrumpió. Siempre que pasaba algo importante temblaba y este era uno de esos momentos. Chat Noir debía hacer su aparición antes que Ladybug, como siempre... Pero Adrien no quería irse sin sacar la verdad de la boca de la rubia. -Perdón, Ladybug. Hoy llegaré después de ti- Pensó pero recordó que Chat Noir formaba parte de la promesa que Ladybug le había hecho a todo Francia. Darían lo mejor para protegerlos a todos y Francia siempre estaría a salvo, después de todo era el hogar de mucha gente.

-¿Qué ha sido eso?- Improvisó la chica problemática que intentaba evadir el tema. No aceptaría jamás lo celosa que estaba de Marinette ni lo divertido que era hacerle la vida imposible a la peliazul desde la primaria.

-Quédate aquí- Contestó el rubio y salió corriendo. Lo que él no sabía, era que la rubia no seguía órdenes de nadie. Ella era su propia jefa.

Adrien se escondió tras las escaleras que daban a la entrada antes de salir del lugar.

-Plagg ¡Transfórmame!-

Al otro lado de París, se encontraba una heroína enmascarada rodeando a un enemigo akumatizado que controlaba el hielo. Frío como el corazón de la chica que provocó el akuma.

-¡Lucky Charm!

Ladybug buscaba cómo detener al enemigo usando un espejo cuando Chat llegó a su ayuda.

-¡Cataclism!

Destruyendo un par de cosas consecutivas logró acorralar al enemigo y Ladybug lo cegó con el espejo reflejando el sol. Chat rompió un botón bastante llamativo del enemigo y el akuma salió del lugar siendo purificado por la poderosa defensora de Francia.

-Buen trabajo- Dijeron ambos al mismo tiempo.

-Ahora tu te tardaste, gatito-.

-Tenía unos asuntos pendientes por ahí... My lady- Contestó y le lanzó una mirada coqueta.

Ella se sonrojó y sonrió. Los dos se miraban de una manera ya muy conocida. El ambiente era perfecto para éste momento y ambos tenían en mente los besos que se habían dado. Ladybug pensaba en el que "nunca pasó" y Chat pensaba en el que aquella heroína le había robado aquella noche. Se acercaron un poco cuando un sonido interrumpió el momento.

-Debemos irnos o nos vamos a destransformar- Dijo finalmente la chica.

-No me importaría ver quién se esconde bajo la mascara de my lady-

-Es una pena- Dijo lanzando el yo-yo y dejó a Chat solo.

En casa, una chica torpe aparecía nuevamente.

-¿Debería decirle quién soy, Tikki?- Preguntó Marinette.

-No sería mala idea, Marinette. Los héroes deberían conocerse en persona para planear cosas más adelante... Además ya lo has besado, deberías saber quién es tu nuevo amor- Dijo la pequeña kwami soltando una risita tierna.

-¡Tikki! Mi único amor es el increíble Adrien Agreste... El cual no puedo conquistar con la maldita restricción de Chloe- Se entristeció.

-No te preocupes, Marinette. Todo cambiará, uno nunca sabe

Mientras tanto, un rubio saltaba de tejado en tejado hasta llegar a la casa de la rubia y destransformarse en la azotea para entrar por ahí mismo e intentar sacarle la información a la presumida.

Bajó por las escaleras y se encontró con ella a mitad de camino hacia la habitación de la misma.

-Hola, Adrien- La rubia sonreía. Su rostro revelaba que la chica tenía cómo alejar al rubio o chantajearlo para que se retirara sin pelear más sobre aquella restricción permanente. Él advirtió sus intenciones pero no mostraría la sorpresa que sentía en aquel momento.

-No fue nada grave, Ladybug y Chat Noir se encargaron, como siempre... Tu sabes, temblores, enemigos... bla, bla, bla-

-Yo te aseguro que no has visto la batalla, Agreste-

-¿Qué quieres decir, Chloe?

-Lo que quiero decir, es que no pudiste ver la batalla porque tu participaste en ella-
Chloe levantó su celular carísimo y le mostró una foto con zoom de alta definición. En la foto estaban las escaleras, la alfombra roja estaba impecable y el barandal brillaba de limpio, pero a un lado, yacía un chico a media transformación. El antifaz y las orejas, el traje a la mitad y la otra mitad revelaba la vestimenta del modelo más famoso de Francia.
-Chat Noir- Soltó una carcajada.

Continuará...❤

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Gracias por leer, personitas.

¿Francia Por Amor O Amor Por Francia? [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora