Comportamiento inquietante.

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Al despertarse sus párpados le pesaban del cansancio, no quería abrirlos, había podido conciliar el sueño. Sin pesadillas, sin interrupciones.

Recordó cuando comenzó con sus pesadillas. Cuando tenía seis años, a esa edad, la pócima para dormí que le daba Severus funcionaba pero cada vez hacía menos efecto en ella por culpa de su maldición. No valía la pena. Rápidamente abrió los ojos. Con esfuerzo se levantó de la cama, eran las 8:46 de la mañana, a esta hora ya estarían abiertas todas las tiendas para comprar, aunque Hope optó en darse una buena ducha. Instantes después, suspiró al sentir como caía el agua por su piel, le hacía sentir tan a gusto. Al salir, se vistió con ropa que le había prestado a noche Bathilda y se dirigí al espejo que había en el baño. Al mirar vio su reflejo, la ropa le iba demasiado grande, su cabello largo húmedo se encrespaba cada rato que pasaba sin secarlo. Vio que debajo de sus ojos tenía ojeras. Nunca se había preocupado por su aspecto y tampoco se iba a preocupar ahora. Bajó las escaleras y se topó otra vez con ese glorioso silencio de ayer, se dirigió hacia la cocina y encontró a Malfoy desayunando junto a Bathilda.

—Buenos días —saludó alegremente Bathilda mientras que Malfoy solo hizo un gesto con la cabeza—. ¿Quieres desayunar?

Hope asintió y se sentó en la mesa, cogió un trocito de pastel de calabaza y se lo llevó a la boca mientras que Malfoy solo se levantaba y se marchaba afuera por la puerta trasera. ¿Qué le ocurría? ¿Qué mosca le había picado? Se preguntó.

Dirigió su mirada hacia Bathilda y ella tan solo le respondió encogiéndose los hombros, se levantó y se fue dejándola sola y pensativa. Esta vez se levantó ella bruscamente de la silla y se fue por donde se había ido Malfoy hace cinco minutos. Una vez afuera el viento chocó contra su cara, era tan helado que se puse rígida y tensa al momento haciendo que su piel poco a poco se erizará, vio que Malfoy estaba sentado en un banco de madera, se dirigió hacia él y se sentó a su lado.

—¿Pasa algo? —le preguntó logrando articular después de unos largos segundos.

—¿Que te pasó la noche anterior? —le preguntó sin mirarle y esquivando su anterior pregunta.

Esa pregunta siempre había tenido que evitarla cuando se la preguntaban y aunque por más que quisiera hacerlo, no podía decirle que él loco de su tío no sólo le había hecho inmortal sino que también le había maldecido para toda la vida y no estaba preparada para decírselo, no estaba preparada para confiar en alguien, era tan complicado y difícil para ella:

—Es complicado —comenzó a decir—. Te agradezco lo que hiciste pero...

—Lo entiendo —soltó interrumpiendo sus últimas palabras. Ahora la miraba fijamente a los ojos, transmitiéndole que lo entendía, que le entendía de verdad.

—Tenemos cosas que hacer —dijo levantándose y cambiando de conversación—. Hay que ir al Callejón Diagon, vamos.

Dicho eso Malfoy se levantó y entraron en la casa. Irían al callejón Diagon con polvos flu, una vez ya dentro Hope le dijo a Malfoy que le esperará en la chimenea mientras que ella iría arriba a coger su bolsa y la llave de Gringotts. Una vez cogidas las cosas, bajo rápidamente las escaleras, se despidió de Bathilda, y ambos entraron en la chimenea, cogieron cada uno un poco de polvos y dijeron al unísono "Callejón Diagon"

                           🐍🐍🐍

Cuando llegaron estaba lleno de gente, Hope miró a Malfoy y se dio cuenta que para nada aparentaba tener quince años, tenía que a verse fijado antes.

—Oh, dios mío Malfoy —le susurró cogiéndole del brazo, arrastrándole hacia el callejón Knockturn.

—¿Qué pasa? —preguntó frunciendo el ceño mientras que Hope buscaba fiebre de zorro dentro de su bolso.

—Mírate... —le arrastró hacia una calle para que nadie los viera y acorralándolo, Malfoy le miraba alarmado—. Tranquilo, solo voy hacer un hechizo de rejuvenecimiento. Tómate esto.

—¿Qué es? —preguntó curioso.

—Fiebre de zorro, tómatelo —le ordenó, al principio puso cara de asco pero se lo tomó—. Vale, ahora dame tus manos. Malfoy... Prepárate porqué esto te va a doler.

Malfoy se puso de rodillas por el dolor mientras que Hope recitaba un hechizo que invento con Severus. Consistía en tomarse la fiebre de zorro, él quien lo conjuraba debía de coger las manos de aquel quien quería ser joven mientras que se recitaban unas palabras " Iuventus quia in tempus" varias veces, la duración era depende de la persona en cuanto tardará en expulsar del cuerpo la fiebre, mientras que el hechizo tan solo hace de barrera para no expulsarlo, tampoco hacía falta utilizar varita si sabias utilizar bien la magia sin ella. Costó mucho tiempo en acabarla pero lo consiguieron.

Al fin al cabo a ella no le hacía falta.

—Ya está —dijo soltándole las manos. Malfoy seguía en el suelo—. Oye... ¿Estás bien?

Él asintió, Hope le ayudó a levantarse y le observó detenidamente y si, ahora sí que Malfoy aparentaba tener quince años.

—¿Cómo estoy? ¿Sigo siendo guapo? —preguntó en tono churlesco. Hope rodó los ojos.

—Sigues siendo el mismo engreído de siempre —le contestó sonriéndole.

—No finjas que no te gusto Hope —le dijo riéndose y burlándose.

—Sigue soñando Malfoy —dijo al mismo tiempo que salían de la calle.

Cuando salieron del callejón Knockturn, se dirigieron a Gringotts.

Una vez conseguido tres bolsitas llenas de galeones se dirigieron a Madam Malkin para comprarse las túnicas, llegaron a la tienda, la dependienta después de saludarlos con un "Buenos días" se dirigió primero hacia Malfoy ya que las mediciones de las tres túnicas para varones era más fácil y sencilla. Después de 6 minutos le toco el turno a Hope mientras que Malfoy esperaba en el mismo sitio donde anteriormente le esperaba. Una vez comprado todo el uniforme Malfoy quiso ir a Ollivanders.

—¿Para qué quieres ir si ya tienes una varita? —le dijo adelantando el paso para ponerse delante de él y caminar de al revés.

—Quiero mi primera varita, desde que la rompí nunca había tenido una si no era desarmando a alguien. Y si ahora tengo la oportunidad, pues la provecho —le contestó de brazos cruzados—. Y caminando así me pones de los nervios.

Hope quiso darse la vuelta pero se chocó con un chico que no pudo ver muy bien ya que venía del callejón Knockturn, que estaba oscuro por el mal día que hacía. La bruja se frotó la nariz, dirigió su mirada hacia el chico que había chocado, era alto y llevaba puesto una capa ocultando todo su rostro.

¿Por qué ese muchacho se ocultaba? Se preguntó. La bruja frunció el ceño. ¿Qué acababa de pasar? Se preguntó de nuevo, miró a Malfoy que miraba con curiosidad al chico que cada vez se alejaba más de su campo de visión.

—Creo que voy aceptar acompañarte a comprar una varita —dijo Hope entrecerrando sus ojos al mismo tiempo que se giraba hacia la tienda Ollivanders.

I M P E R I O |Draco Malfoy |Tom Riddle| (Editando) (Book 1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora