Color rojo como la sangre.

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Cuando entraron una campanilla sonó por toda la tienda. Para Hope era extraño, nunca había entrado, pero sin embargo, sí que había conocido al señor Ollivanders. Era un lugar muy pequeño, vacío y silencioso. La bruja miró toda la tienda, estaba repleta de estantes con cajitas estrechas cubriéndoles una capa fina de polvo.

—Buenos días —dijo una voz amable pero lejana.

Un joven Ollivanders se acercaba a nosotros. Mirándolos y sonriéndolos.

—Vamos a ver...¿Quién va ser el primero? —dijo mirándole a Malfoy—. Tu mismo, acércate.

Malfoy se acercó mientras que Ollivanders cogía una cinta métrica al mismo tiempo que le decía con cuál "Brazo utilizaba la varita".

Después del primer intentó y a la segunda fue la vencida, Malfoy ya tenía su varita.

—Tu turno. Vamos acércate no seas tímida —añadió—. ¿Cómo te llamas?

Nunca había tenido oportunidad de comprarse una varita por su propia cuenta como hacían todas las demás brujas cuando comenzaban su primer año en Hogwarts, ella ya tenía una varita que le había guardado lealtad, que era y es la varita de Saúco.

—Mi nombre es Hope Blair Bagshot señor... —dijo recordando el apellido puesto en la carta de Hogwarts.

—Oh, vosotros soy los hijos adoptivos de Bathilda —contestó sorprendido—. Muchas personas hablan de vosotros.

Hope no se dio cuenta de Ollivanders ya le había medido el brazo izquierdo y ya estaba buscando la varita adecuada.

—Ya está —dijo—. Pruebe esta, veintisiete centímetros de largo, madera de sauce y núcleo de pelo de unicornio, elástica. Perfecta para hacer magia no verbal.

Cogió la varita, la agitó y un rayo de luz roja salió de la varita rompiendo el cristal del aparador.

—No. Sin embargo esta no —contestó serio y quitándole la varita—. No importa. No te preocupes. Daremos con la suya.

Ollivanders cogió la última cajita que había cogido.

—Tome —dijo dándome la varita.

Cogió de nuevo la varita y hizo lo mismo que antes, pero esta vez rompiendo la lampara del mostrador.

—No. Creo que la madera de Nogal no es tu compañero ideal —murmuró quitándosela y yendo a buscar otra.

La bruja intento colocar la lampara bien, menos la bombilla que estaba hecha añicos.

—Mmm... Puede ser —susurró Ollivanders mirándome de lejos.

Ollivanders volvió con la cajita y la varita en mano y situándose otra vez delante de Hope.

—Acebo y pluma de fénix. Veintiocho centímetros de largo. Flexible.

"Esa era la varita de Harry" recordó la bruja.

Toco la varita y sintió un escalofrío por toda la mano hasta por su cuerpo, era extraño y a la vez tan acogedor, no había sido nada comparado como en la primera vez con la varita de Saúco, sino que había sido mucho más intenso para ella.

—Fantástico, aunque extraño.

—¿Por qué extraño? —preguntó frunciendo el ceño.

—Es extraño porque las anteriores varitas que te dado a probar, son totalmente iguales a ti, sin embargo esta varita, no lo es. Supongo que ya sabrá que la varita escoge siempre al mago... No se sabe exactamente el por qué —dijo mirándola fijamente.

—Una pregunta... ¿Esta varita tiene una hermana? —dijo dubitativa.

Ollivanders miró fijamente a la joven que tenía delante y recordó hace tres años cuando había vendido la hermana de aquella varita, cuando se la vendió aquel extraño joven.

—La pluma que contiene tu varita —comenzó a decir—. Dio otra pluma, solo una más. Eso quiere decir que si, tuvo una hermana.

Hope sabía perfectamente que la hermana de su nueva varita en este tiempo, la tenía Voldemort.

—Gracias —agradeció pagándole las dos varitas.

Hope le hizo un gesto a Malfoy para que ambos salieran de la tienda. Afuera se dirigieron hacia la tienda de animales mágicos ya que daba cerca. Entraron en la tienda y Malfoy se dirigió directamente hacia los Búhos, había de todas las clases de animales, la curiosidad de Hope se marchó más hacia los gatos, había de todas las razas y ninguna le llamaba la atención hasta que en el final del pasillo donde finalizaba la sección de los felinos pequeños y en donde acababa la tienda, se encontraba una gran jaula apartada de las demás con un gato negro. La castaña se acercó más y observó que además de ser grande y negro tenía los ojos de color rojo como la sangre. ¿Un gato con ojos rojos? pensó, la joven deseo tocarlo pero el animal se giró directamente observándole con sus profundos ojos, se atrevió y metió un dedo dentro de las rendijas que lo retenía de salir de la jaula y se lo acercó a su hocico, el animal dudó un poco ante su acción pero se acercó a olerle el dedo mientras que ella acariciaba suavemente el hocico. El enorme gato cogió confianza y en menos de dos segundos empezó a lamerle. Abrió la jaula y lo cogió con cuidado, el animal pesaba demasiado y dudo si podía llevarlo hasta la dependienta pero finalmente lo consiguió.

—¡Cuidado niña! —gritó la anciana.

La anciana que era la dependienta hizo un ademán de coger al gato pero se arrepiento ya que el animal le gruño mientras que a Hope le seguía dando lengüetazos.

—Quiero este gato —pidió la bruja.

La anciana se puso unos largos guantes de cuero, cogió una jaula del tamaño del animal, lo metió dentro y con aquello se llevó un gruñido y un arañazo.

—Me lo llevo —dijo con desgana a la anciana ya que le había mirado de mala manera.

—Ese endemoniado animal... No es un gato —contestó negando con la cabeza.

—¿No es un gato? —dijo Hope mirando al animal.

—No. Es un lince negro de ojos rojos —respondió la anciana colocando sus manos en la cintura—. Es único en su especie. Ese lince me tiene hasta el mismísimo infierno.

¿Un lince?

En Hogwarts no lo permitían, aunque a Hope aquello le daba igual, nadie le haría cambiar de opinión. Sin embargo el animal aparentaba ser un gato.

—Me da igual, me lo llevo —la anciana le miraba incrédula—. A ver, si tanto dice que el animal te tiene hasta el mismísimo infierno. ¿Por qué me mira así? Quería deshacerse de él... ¿O no?

La castaña observó como Malfoy caminaba hacia ella con el búho en mano. Después su mirada se dirigió a la anciana que le fulminaba con la mirada.

—Está bien, si quiere este... Demonio —dijo señalando al Lince—. Lléveselo, pero le advierto de una cosa, ese animal te traerá mala suerte, desgracia y la muerte.

¿Mala suerte? Ya la tenía. ¿Desgracias? Ya le habían sucedido las suficientes. ¿Y la Muerte? La esperaba con ansias.

Escucho como Malfoy ya a su lado, tragar grueso, sin saber qué hacer.

—¿Va a querer ese búho? —le preguntó la anciana, Malfoy asintió—. Ven.

Malfoy pagó su búho, Hope cogió el lince y se marcharon.

Cuando acabaron de comprar todos los materiales, les apeteció ir al caldero chorreante a tomarse algo. Al llegar Hope se sentó en la única mesa que estaba cerca del barullo que había mientras que Malfoy estaba pidiendo su cerveza de mantequilla. Su mirada se dirigió hacia todas las personas que habían en el lugar sin realmente interesarse por ellas, pensando en quien podría a ver sido aquel joven de la capa negra y tener suerte en poder encontrarlo en el caldero chorreante y descubrir quién era, su curiosidad le mataba cada vez más. ¿Quién era? Se preguntaba.

—Eres demasiado observadora.

I M P E R I O |Draco Malfoy |Tom Riddle| (Editando) (Book 1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora