Aragog.

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Draco se había quedado sin palabras como de costumbre si se trataba de la castaña, el mismo Draco Malfoy, aunque un poco devastado por culpa de la segunda guerra, pero él seguía siendo el mismo, sabía que el Draco del que estaba pensando seguía siendo una pequeña parte de él, pequeña pero la tenía.

La bruja esperaba una respuesta del mago impacientemente, aunque por otro lado sabía que no la tendría ya que la castaña seguía cerca de su labios.

¿Él de verdad quería marcharse? ¿O solamente lo dijo para hacerle daño a Hope? pues realmente le quiso hacer daño, Draco no quería marcharse y ahora menos ya que la chica con la que había soñado la anterior noche le acababa de decir que no quería que se marchara, que quería que se quedara a su lado.

—No hará falta que arregles el giratiempo —susurró Draco ahora en su oído, haciendo fruncir el ceño de la castaña ya que se había apartado de sus labios—. Quiero quedarme a tu lado.

Aquella confesión, ya que lo era, había dibujado una sonrisa en los labios de la bruja, y sin que Draco se lo esperara, Hope le abrazó fuertemente. Por otro lado al rubio le hubiera encantado de que aquel abrazo fuese sido remplazado por un beso, por un buen beso.

Cuando la bruja dejó de abrazarlo y nuevamente tuvo los labios de Draco a primera vista, hizo lo contrario a lo que quería hacer desde el primer momento que tuvo su labios cerca, lo beso.

Su boca aprisionó sus labios, besándole sin permiso y ferozmente, de una manera que le hacía volverse loco, a modo de que ambas respiraciones se entremezclarán. Aquel beso apenas duró unos segundos ya que Hope se apartó de él, dejándole tan conmocionado que no lograba controlar su respiración y las ganas de seguir besándola.

Cuando finalizó el beso, rápidamente la bruja se tumbó en la cama y se recostó en el pecho de Draco ya que todavía estaba tumbado, se recostó pensando en que si el rubio le había gustado aquel pequeño beso que sin ninguna demora le había robado, pero por otra parte existía mucha revelación en el beso de Hope, demasiada si él supiera.

Draco todavía sin palabras observó como la bruja cerraba sus ojos por inercia, ya que escuchaba los latidos del rubio, le gustaba aquel sonido. Hope estaba cansada, pero que muy cansada, sin más demora se dejó llevar y se dormido mientras que Draco seguía observándola, por un momento tuvo unas enormes ganas de acariciarla, de abrazarla, de protegerla, de besarla otra vez y... ¡Maldita sea! de hacerla suya también, ellos ya no eran niños y la adolescencia ya había quedado bastante atrás, ya eran mayorcitos.

Draco dejó de mirar a la castaña y cerró su ojos, pues también tenía sueño.

La joven despertó, se encontró la cama vacía sin rastro de Draco por ningún lado, hasta que escuchó la puerta del baño abriéndose y luego cerrándose, viendo así a Draco saliendo y dirigiéndose hacia ella. La bruja lo observó detalladamente, cada detalle con delicadeza y con cuidado ya que estaba haciéndose la dormida, primero observó su cabello, mojado por acabarse de duchar supuso, después observó su espalda desnuda, aquella a la que había visto muchas veces antes en la casa de Bathilda, aunque ahora que podía observarla mejor, podía ver que la tenía más ancha y fuerte por haberse alimentado correctamente.

Cuando Draco se giró para mirarla se encontró a los ojos de Hope inspeccionándolo de arriba a bajo a lo que la joven se dio cuenta y se tapó la cara rápidamente con la sabana por vergüenza, a lo que esa acción hizo sonreír maliciosamente al mago.

I M P E R I O |Draco Malfoy |Tom Riddle| (Editando) (Book 1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora