Los chicos miraron en aquella dirección y se acercaron.
—Ellos son Fleamont Potter y Lanier Brown —dijo Effie sin quitar esa sonrisa que empezaba a ponerla de los nervios.
—Hope, un placer —extendí mi mano y los dos la tomaron al mismo tiempo, cosa que les hizo gracia y todos se rieron.
Fleamont Potter era el abuelo de Harry, se parecían bastante, eran la misma imagen, pensó Hope.
El día transcurrió rápido, estuvieron toda la tarde las tres jóvenes estiradas en el césped, hablando de sus vidas, incluida Hope con mentiras de por medio, la bruja se enteró de que el padre de Euphemia trabajaba en el ministerio y escuchó decir que Gellert Grindelwald había atacado de nuevo, aunque esta vez habían habido muertes de muggles. Hope al oír aquello sintió tanta ira en ese mismo momento que tuvo que disculparse y marcharse.
Hope tenía los ojos humedecidos por su rabia contenida, tampoco sabía dónde se encontraba, Hogwarts era tan grande que hasta ella que había vivido ahí, se perdía.
Al doblar una esquina del pasillo que se encontraba se chocó con alguien sin querer.
—¡Ten más cuidado! —dijo una voz que reconoció a la perfección. "Draco"
Draco estaba hablando con dos chicos y no la reconoció hasta que se giró y la vio.
—Oh, vaya si eres tú... —dijo confundido—. ¿Pasa algo?
—Porque iba a pasar algo —le dijo malhumorada. No estaba de buen humor y no tenía ganas de hablar con él.
Hope se marchó de ese pasillo y se dirigió al gran comedor ya que era la hora de cenar. En el gran comedor ya habían alumnos cenando y hablando tranquilamente, también estaban todos los profesores sentados. Se dirigió a su mesa y se sentó al lado de Orion comenzando a comer.
Pasos y ruidos se oían fuera de la habitación donde dormía una pequeña niña. Una mujer de cabello castaño entró y rápidamente cerró la puerta detrás de ella.
La niña se despertó de golpe haciendo que su corazón débil palpitara cada vez más despacio.
La mujer se dirigió desesperada hasta la cuna y cogió a su hija en brazos. Necesitaba despedirse de ella, de su pequeña.
—Mi amor, mamá te quiere... —le susurró a la pequeña—. Debes de ser fuerte. Nunca lo olvides.
—¡Cassandra! —gritó una voz grave y furiosa.
La mujer se despidió de su pequeña con lágrimas en los ojos, la dejó de vuelta en la cuna y se marchó.
—¡Hope! —gritó Orion haciendo que varios alumnos de Slytherin los miraran.
—Qué ocurre —susurró volviendo a ver con claridad.
El dolor de cabeza le invadió como de costumbre. Alphard que estaba a su lado le limpiaba la nariz, seguramente por la sangre.
—¿Qué, qué ocurre? —soltó Orion mirándola fijamente—. Has estado todo el rato mirando a Cygnus hasta que empezaste a sangrar por la nariz. Estabas como...
—Deberías de ir a la enfermería —dijo Cygnus preocupado.
—No hace falta... Estoy bien —les dijo restándole importancia.
Todo había vuelto a la normalidad. Hope miró toda la mesa de Slytherin, algunos la miraban con curiosidad y otros solo murmuraban cosas. Walburga que estaba a dos asientos delante la miraba y cuchicheaba con Abraxas sobre ella. En algún momento de su especie de trance olvido el mal humor pero a pocos segundos volvió de nuevo. Odiaba a Walburga, la odiaba. La bruja observó detenidamente la copa de Walburga y se concentró en ella, deseo con todas sus fuerzas calentar el líquido que contenía, después con un movimiento de su mano se la tiró encima del brazo mientras que Walburga gritaba por lo caliente que estaba. Algunos alumnos de otras casas se rieron, otros queriendo saber lo que ocurría en la casa de las serpientes y los profesores que ya terminaron su cena estuvieron alerta a los gritos de Walburga. Hope sonrío con malicia, aquello le satisfació, haber si con eso aprendería a no meterse con quien no debía, se dijo. De repente su sonrisa desapareció ya que Riddle la miraba serio y sospechando de ella ya que era el único que lo hacía. No... Aquello era imposible, él no era adivino. La bruja apartó sus ojos de él.
La cena acabó, mientras que los prefectos se llevaban todos los alumnos a sus salas comunes, Dumbledore y algunos profesores que estaban delante de Walburga negaron a que todos los alumnos de Slytherin, no se fueran todavía y que esperarán fuera del comedor.
—Alphard llevé a su hermana a la enfermería por favor —dijo Dumbledore sin dejar de mirar a una Walburga herida.
Alphard de mala gana aceptó, y Orion se ofreció también en acompañarla mientras que Hope se quedaba sola con Cygnus. Draco se situó en frente de ella, le cogió del brazo y se apartó de todos.
—¿Qué a pasado? —le preguntó mirándola, mientras que Hope empezaba a morderse el labio intentando calmar sus nervios.
—No lo sé —mintió.
—No...¿No me jodas que has sido tú? —dijo enfadado—. Si te descubren, pueden expulsarte.
—No lo sabía Draco, no sabía que herir gravemente a una compañera en Hogwarts conlleva expulsión —le susurró con ironía levantando sus brazos—. Pff, ella estará bien.
Draco tenía razón, ambos estaban en otra época en que las normas de Hogwarts eran totalmente diferentes. Si, podían expulsarla depende de la situación y el estado de Walburga, pero aquello tampoco fue para tanto.
Draco empezó a taladrarla con su mirada azulada. Su mirada era tan fría, tan indiferente que por primera vez tuvo que agachar su cabeza ante él.
—Lo siento, ¿sí? —se disculpó sin mirarle. Le miró de nuevo y decidió contarle la verdad—. Me enteré que Grindelwald había vuelto a matar, después al llegar al comedor había tenido otro recuerdo, aunque no se si eso fue exactamente un recuerdo pero estaba tan confundida y enfadada que...
Dumbledore le interrumpió aclarándose la voz, escuchando atentamente toda su conversación, ¡Dumbledore había escuchado todo! Hasta Slughorn... Draco delante suyo dejó de mírala . Sin darse cuenta su mirada se fue hacia Riddle que estaba apoyado en una columna, también había escuchado una parte de la conversación y no paraba de mirarla con esa sonrisa diabólica a la que le recordó a Voldemort. Claro, que necia, si era él. ¿Tanto la odiaba por a verle dejado un poquito en ridículo en pociones? Se preguntó.
ESTÁS LEYENDO
I M P E R I O |Draco Malfoy |Tom Riddle| (Editando) (Book 1)
FanfictionVoldemort ha ganado, ahora que ha matado al joven que le ha causado tantos problemas durante años, a conseguido que todo el mundo mágico y muggle este a su merced, sembrando caos y maldad en todo el mundo. Hope Blair Grindelwald, la sobrina del seg...